Nuestro contrato (editando)

Sobre el sofá.

Narra (Ellise) 
Temprano por la mañana salgo hacia la tienda, había estado la noche entera imaginando como iniciaríamos con el proyecto, mis amigos y yo habíamos quedado para escoger la ubicación de la fábrica, sería nuestro primer paso y al igual que ellos, estaba realmente nerviosa y ansiosa. Por hoy nos tamariamos el día, retomaremos el trabajo mañana, todavía habían cosas que debíamos analizar, al llegar mis amigos estaban fuera de la tienda, era nuestro punto de encuentro con Roger, quien también nos acompañaría.

— Buenos días, amores — les saludo con calidez, estos se tiran sobre mí en un enorme abrazo. — Ellie linda, no hemos podido pegar un ojo en toda la noche — Louis se abraza a sí mismo, esta mañana es realmente fría.

— Me lo imaginaba, estuve igual, desperté a Dorian en medio de la noche ante mis inquietudes.

— Disculpen la demora, buenos días — saluda Roger, le vemos llegar apurado y con un maletín negro en su mano derecha, porta su elegante traje de tres piezas, impecable como siempre.

— Acabamos de llegar señor Taylor, no se disculpe — expresa Liz ante su preocupación, el hombre le sonríe de vuelta — Ahora estando todos reunidos, podemos partir — indica, tomamos rumbo entre las recurrentes calles de San Francisco, a esta hora las personas se desenvuelven en su círculo diario, una rutina mañanera.

Entre los edificios a escoger están lugares muy bien ubicados, algunos de ellos nos parecen algo descuidados y poco pertinentes para nuestro proyecto, la exigencia ante las variedades debe ser sincera, se tomarían las mejores decisiones así el comentario no gustase a alguien. Tuvimos uno candidato en las dos horas y media que llevamos de recorrer las calles, escuchamos a Roger hablar de la infraestructura y los consejos que brinda para la buena distribución de maquinaria, me sorprende que siendo él quien ha escogido los edificios, critique de manera constructiva sus propias elecciones.

— Este es el último edificio que he listado, es uno con un bajo precio en el mercado, la razón, el dueño desea vender en un tiempo récord el lugar. Me parece que es bastante indicado y apto para una fábrica, cuenta con diez pisos y una amplitud recomendable entre cada uno, este me ha fascinado en cuanto leí la propuesta — explica detalladamente, en definitiva el lugar es amplio y armonioso, imagino durante unos instantes nuestra empresa puesta aquí, encuentro un departamento para cada piso y un excelente rendimiento de planta.

— Imagino este lugar un espacio agradable para la empresa, observen la amplitud, está perfectamente ubicado en el centro de la cuidad — expresa Louis, quien se pasea entre las zonas admirando cada detalle, Liz sigue en silencio mientras observa por el ventanal del quinto piso.

— Aplicaría a una buena distribución, las zonas serían las más indicadas para la maquinaria, los departamentos se verían eficientes en su totalidad — se une mi amiga con una expresión serena, asiento con ligereza y vuelvo buscando la mirada del hombre de negocios.

— Has escuchado los comentarios, hemos visto suficientes edificios, este ha sido el más espacioso entre todos, tiene una buena reseña de los tres — mantiene la mirada, examina mi reacción detenidamente, finalmente sonríe fascinado, presiento que hemos atinado con la decisión.

— Felicitaciones, han encontrado su primer edificio, nos queda proceder con el intercambio del bien — se detiene — Esto será todo por hoy, el siguiente paso es el financiamiento de la maquinaria, les dejaré una responsabilidad en sus manos, desde hoy comenzarán con el planiamineto de los departamentos, la distribución del edificio y el presupuesto de inmuebles — comenta, los tres de acuerdo con la petición decidimos seguir nuestros rumbos correspondientes.

Louis decidió visitar a sus padres fuera de la cuidad, como había dicho antes este era su día de descanso, han trabajado arduamente durante estas últimas semanas, Liz y yo quedamos en almorzar en su apartamento, teníamos una conversación pendiente que habíamos estado aplazando las últimas veces, pasamos por comida antes y un vino para la ocasión, una manera sencilla de distraerse durante unas horas.

— Necesito saber con lujo de detalles, lo que ha pasado entre tú y Lucas — insisto, le veo ponerse cómoda en el sofá, mientras por mi parte me dedico a saborear la comida china.

Dios, voy a engordar seguramente, durante estos días he tenido más apetito de lo normal.

— Lo sé, ese día ni siquiera tenía que haber sido de esa manera...

Flashback (Liz) 
Esa mañana me reuní con Louis como es costumbre, compramos nuestros cafés y caminamos medio dormidos hacia la tienda, Ellise se encuentra ocupada con su esposo, el accidente y su recuperación ha sido frustrante para ella, podía notar su dolor al observarlo en tal estado.

Las persianas se abrieron, los aromatizantes se activaron y las prendas se lustran como cada mañana, una agitada mañana, las ventas en los últimos meses ha sido elevada, los pedidos nos absorben y la clientela se hace cada vez más fluida. Estaba pasando uno de los bocetos a papel mientras observaba a Louis ocupado al teléfono, sin previo aviso el teléfono posado sobre el escritorio de Ellise sonó, intrigada ante la llamada decidí contestar en su lugar, hace tan solo unos días hemos estado nerviosos cada vez que suena el teléfono.

— Diga.

— ¿Liz? — me quedo muda ante sus palabras.

¡Mierda!, es el guapo asistente del señor Hesseh.

— Lucas, que inesperada sorpresa, ¿en qué te puedo ayudar? — bajo el tono de mi voz, lo que es inútil, Louis me dedica una expresión tonta mientas sonríe ampliamente.

— Buscaba a Ellise, necesito los papeles de la tienda para la renovación de la patente, pero noto que no se encuentra — por un instante me alegro de que Ellise no se encuentre, suena ridículo pero deseaba verle, no lo hacía desde el día del accidente.




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