Nuestro contrato (editando)

¿Qué ocultan?

Narra (Ellise)
Durante la mañana intenté ponerme en pie, había amanecido con las mismas náuseas de la noche anterior, preparé el desayuno para Marina quien despertó aún más entusiasmada pues su padre la llevaría a la escuela, en cuanto a Dorian despertó bastante extraño, ha estado más serio de lo que es habitual, me encargaría de preguntarle más tarde.

— Liz, estoy bien, solo debo de descansar — insisto ante su llamada, ante mi estado no tenía la posibilidad de ponerme de pie sin marearme, estaba excluyendo el hecho de que esta mañana casi vomito al percibir el aroma del tocino.

— Esto es extraño Ellise, mareos, vómitos, ¿Cuándo fue tu último período? — me paralizo, intento recordarlo pero estoy casi segura que tengo un retraso.

Oh, cielos.

— Oh Liz....

— Compraré una prueba de embarazo y la mandaré a tu casa, iría contigo pero estamos realmente saturados aquí — le comprendo, me sentía mal no poder ayudarlos como quisiera.

— Estoy nerviosa, Liz...

— Estarás bien linda, llama a Richard puede que él pueda chequearte — tomo su palabra, después de colgar decido enviarle un mensaje a mi hermano, de quien no tenía noticias desde hace días, me moría por ver a mi sobrina, estaba segura que debe de estar aún más adorable desde la última vez.

Hola, ¿Estás libre?

Richard: Hola nena, me tomé el día para cuidar a Clarisse.

¿Crees que puedas venir a mi casa?

Richard: ¿Te sientes mal? Prepararé a Clarisse y saldré hacia tu casa.

Te lo agradezco hermanito.

— Señora Hesseh, firme aquí — el chico de las entregas traía la prueba que Liz compró para mí, con las manos temblorosas firmé y retiré el paquete.

No quería decirle nada a Dorian, no todavía, si estaba realmente agobiado le dejaría el espacio suficiente para que pudiera mejorar su humor, no sabía si en definitiva podría estar embarazada, me daría cuenta en los próximos minutos. Encontré la prueba de lo más sencilla, me encontraba sobre la tapa del inodoro esperando el resultado y ahí me detuve a pensar, observando mi anillo me tranquilizo, Dorian estaría muy alegre en caso de salir positivo.

Diablos, el timbre.

Bajo rápidamente hasta la puerta principal, me empiezo a reír al observar a mi hermano hecho un desastre, con un brazo sostiene a Clarisse, y con la otra su maletin y el bolso de emergencia de su hija a quien tomo en brazos para ayudarle. Le hago paso hacia la planta alta, me estoy arriesgando a dejar caer a Clarisse a causa de mis mareos, una vez instaladas en la cama, le dejo sobre esta para que pueda tener más comodidad.

— Vamos a chequearte, ¿Qué sientes princesa? — mi hermano se sienta a mi lado tomando mis signos, hoy su apariencia es despreocupada, tiene ese toque rebelde que lo caracteriza desde adolescente.

— Mareos y vómitos desde ayer en la mañana...tengo una prueba de embarazo en el baño — sus ojos se abren de par en par, sorprendido sin pronunciar nada se dirige hacia el baño por la dichosa prueba, me la extiende aliviado.

Negativo.

— Dios, por un momento pensé que estaría embarazada, no entiendo, ¿A qué se deben estos síntomas? — mi desconcierto le causa gracia, se coloca detrás de mí y presiona con sus manos mis hombros, y parte de mi espalda, siento un dolor inmediato provocando un quejido de mi parte.

— Es estrés Ellise, ¿Has estado durmiendo bien? Estás más tensa que una cuerda — niega con la cabeza, me siento como niña pequeña que ha sido reprendida por sus padres.

— He estado ocupada estas últimas semanas Rich...

Mi hermano me abraza con euforia, nos hace caer a un lado de Clarisse quien suelta una sonora risa, nos miramos enternecidos ante su reacción, por alguna razón me siento decepcionada del resultado de la prueba, me hubiese gustado estar embarazada, podríamos darle un hermanito a Marina, supongo que no es tiempo por ahora.

— Querías quedar embarazada, ¿no es así? — el tono paternal de mi hermano me provoca abrazarle, sabía a la perfección mi pequeña decepción formulada por mis ojos, hago un mohín.

— Quería estarlo, supongo que te envidio, tienes una belleza como hija — juego con sus manitas, hoy está hermosa con su vestido azul, parece una dulce marinera.

— Tu marido te ama Ellie, estoy seguro que te dará ese hijo que tanto quieres belle — me echo a reír ante el apodo, Richard estudió francés en la secundaria, desde ese entonces me había puesto ese particular apodo.

— Iré por café — salgo hacia la cocina sintiendo el mareo al levantarme, una vez en la isla pierdo el control de mis piernas, una oscuridad invade mis ojos, justo en el instante donde no recuerdo lo que ha pasado.

Narra (Richard) 
Me sentía intranquilo por mi hermana, siempre poniendo el trabajo por delante de su salud, había sido así desde que era una pequeña, me preocupa que pueda perjudicar de manera más negativa, ¿Acaso su marido no era lo suficiente observador para notarlo? Clarisse me mira con esa particular mirada, sé que desea comer, con el meñique toco las camisuras de sus labios verificando que verdaderamente tiene hambre.

— Eres una comelona, amor — en cuanto le alzo, escucho un fuerte ruido proveniente de la cocina, asustado bajo con mi hija en brazos, llevándome una sorpresa no muy grata.

— Mierda — Ellise cayó desmayada sobre la isla de la cocina, provocando un golpe en la cabeza que sangra relativamente rápido, en un acto rápido, dejo a Clarisse posada sobre el sofá protegiendo con almohadones su alrededor.

Levanto a mi hermana presionando la herida sobre su frente, la coloco en el sofá y tomo el teléfono lo más rápido posible, marco el número de la tienda con la esperanza que alguno de los chicos pueda estar disponible, al descolgar la voz de Louis se escucha tras la línea, no pienso dos veces en pedirle auxilio.

— Buenos días...




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