Nuestro contrato (editando)

Destello.

Narra (Ellise)

Dorian intentó arreglar las cosas durante los siguientes tres días, días en los que su secretaria había hecho lo imposible para evitar mantenernos juntos, una reunión aquí y luego un almuerzo allá, siempre lo pronunciaba con una extensa sonrisa. Richard llamó el martes por la mañana, la tienda no daba a basto con clientela de por medio, comentó que hasta los periodistas insistían agendar una cita con los chicos y conmigo con el fin de dar fe a la inauguración de apertura de la empresa como tal, se había vuelto una completa locura.

Ese día expresamente había llegado finalmente la pasarela más grande vistan en Corea, donde prestigiosas marcas del mundo de la moda presentaban sus prendas de la temporada en el intento por conseguir un puntaje perfecto. La marca que nos patrocinaba era una de las mejores recibidas desde la llegada, eso nos habían hecho saber desde que llegamos a la sesión previa a la pasarela, de la que ya permanecía realmente emocionada.

— Tienes una muy bella nariz, estoy segura que tus hijos la heredarán en un futuro — pronuncia Estela, discretamente conduzco mi mano hacia mí vientre pronunciando en mis adentros "Serás un hermoso bebé, sin duda alguna"

— Gracias, realmente...— mis palabras quedan en el aire, una chica pasó torpemente detrás de Estela golpeándola por accidente arruinando el progreso del maquillaje, miro a la mujer que parece estar realmente asustada, muevo mis manos en señal de desinterés.

— Señora Hesseh, lo siento esto ha sido mi culpa — intenta corregir con rapidez el accidente, más logro detenerle con calma.

— Descuida Estela, ha sido un error no tienes por qué preocuparte — tranquilizo, el rostro de Estela se suaviza instantáneamente y muestra una dulzura comprensible, analizando la intensión de mis palabras.

— Eres única, Ellise. Puedo comprobarlo ahora — responde, y con una sonrisa vuelve al trabajo, se encargó de realizar un trabajo pulcro a pesar del pequeño accidente. Mi vestuario consistía en una polera color mostaza y unos pantalones ajustados al estilo juvenil, me acompañaban unas deportivas y un pañuelo posado sobre mi cuello.

— Te ves bella Ellie, te queda el color — alaga Rita con satisfacción, al parecer ha quedado prendada del conjunto. La temática de la sesión era bastante alegre, todos vestimos similar, todos con un color en la polera diferente, la mía parece ser la más llamativa.

— Los chicos se ven geniales, la chica de allá te está mirando mucho Paul — juego con su mirada quien pasa rápidamente a la estilista, le sonríe coqueto provocando las carcajadas entre nosotros.

— No puede ser que seas tan descarado, Paul — agrega Charles, animados nos vemos interrumpidos por el representante quien nos informa del inicio de la sesión. Avanzamos según las instrucciones del staff, y por unos instantes me veo inmersa en mis propios pensamientos.

Me pregunto cómo deben de estar las niñas y Richard, si Liz y Louis se encuentran exhaustos, o si Roger permence inquieto ante la proximidad de la apertura de la línea. Todos ellos llegan a mí mente mientras observo a Dorian escuchar con atención las palabras del equipo de marketing, no podía negar que extraño besar sus labios, abrazarlo siquiera conversar con él, pero sus palabras a pesar de no ser malintencionadas llegaron a  lastimarme de alguna u otra forma, y esa chica no ayudaba en nada en esta situación.

Camino decidida hasta su lugar, permanece al lado de esa mujer por desgracia, Estela también se había acercado a ellos, la mirada de mi marido se posa en mí sorprendido por mi cambio de actitud, poso mis labios en su mejilla y como acto seguido me aferro a su cuerpo en un sutil abrazo que lo relaja al instante, siento sus labios besar mi cabeza con cariño y necesidad. Le dedico una inocente mirada antes de volver a mi puesto decidida a empezar con mi labor, siento como la víbora me observa con fuego en sus ojos, sonreí victoriosa ante mi resultado.

No entiendo como pude sentirme insegura con respecto a esta mujer, había sido no sólo injusta con Dorian sino injusta conmigo misma.

Narra (Dorian)

— Avancemos con la sesión grupal, necesito a las chicas en escena — indica el director, guardo mis manos dentro de las bolsas de mi pantalón suspirando tranquilamente. Sentir a Ellise besarme por ligero que fuera, me había reconfortado enormemente, había cometido un error con mi pequeña al no darle prioridad y no mantener en su lugar a Danna.

Después de todo y al final del viaje, había tomado una sensata decisión.

Las tres chicas, Ellise, Julia y Rita con sus espléndidos portes posaron con sencillez y atrevimiento hacia la cámara. Algo que admiraba enormemente de las mujeres era su naturalidad de hacerse ver sensuales, cualidad con la que nacen y es inevitable no admirar de ellas, simplemente las mujeres me parecían las criaturas más magníficas creadas por la vida. La delicadeza de cada mirada, la soltura de su cuerpo, sus labios entreabiertos me hacían desear desmesuradamente a mi pequeña Ellise, permanecía cautivado por completo.

Las mujeres no necesitan exhibir su cuerpo para ser deseadas, de lo contrario son tan hermosas con detalles que para ellas mismas significan una tontería, pero para mí como hombre significan un delirio.

— De acuerdo, la grupal será más sencilla necesito a Loan y Charles en la parte más baja del escenario. En el segundo peldaño a Paul en medio de Rita y Julia, finalmente deseo a ubicar a Ellise en la parte más alta del último peldaño — hace referencia a su estatura, eran tan pequeña a comparación de sus compañeras detalle que la hacía ver adorable.

— Es muy hermosa, no sólo físicamente sino en todo su esplendor humana. Es una mujer muy amable y educada, no creerás el accidente que pasó esta mañana — comenta Estela soltando una pequeña risita, me vuelvo hacia ella curioso de su respuesta final.

— ¿Qué ha sucedido? — inquiero.




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