Narra (Roger)
— Y estamos a las afueras de la nueva sede de la empresa de nada más y nada menos que de la marca Sweetener. Tenemos a a la ingeniosa Lizareth Ryan, al distinguido Louis Williams y a la inigualable Ellise Hesseh en espera de la inauguración de su ya expandida marca — escucho a los reporteros fuera de las puertas de la empresa, había llegado tarde esa mañana puesto que la migraña me acompaña se debe a ella, a la mujer más hermosa que había visto en mi vida y que ahora, por comentario de mi sobrina sabía que estaba de embarazada de Dorian.
Subo al ascensor con miles de pensamientos rondando mi mente, últimamente me consumían más que mi propio trabajo, esto se me estaba saliendo de las manos y sospecho que Dorian empieza a percibir mi comportamiento de una manera extraña, no me importó al principio puesto que las pruebas se lo aclararan tarde o temprano. Los estados financieros, mis llamadas sospechosas y múltiples accidentes que han pasado durante estos meses en parte era mi culpa, pero era en sí la única manera en que saldrían ilesos de las garras de Marilyn, consideraba que mi hermana necesita un psicólogo mejor dicho un psiquiatra, pero eso es tema para otra ocasión.
Vale la pena ser el villano de la película, si logro con ello salvarlos a todos.
— Roger, llegas tarde — me revive Ellise con un distintivo nerviosismo, viste tan hermosa como siempre, su nueva elegancia era por mucho lo más impresionante de su persona, sin dejar de lado la inteligencia que poseía esta mujer.
— Lo siento, no me he sentido bien Ellie. ¿Están listos? — dirijo mi mirada hacia Lizareth y Louis quienes parecen aún más nervios que Ellise misma, siento la mirada imponente de Dorian y Richard, tenía el pensamiento recurrente que este último empezaba a sospechar de mí al igual que su cuñado.
— Quiero vomitar — anuncia Louis sacando unas cuantas carcajadas a los presentes, era un hecho que esta sería el paso más grande de sus vidas que marcaría un antes y un después en la línea profesional de los tres diseñadores. Me sentía especialmente orgullosa de ella.
— Está todo listo, ya no hay vuelta atrás, hoy es el primer día de funcionamiento de la empresa. Estarán bien, chicos — aseguro, recibiendo una mirada de agradecimiento de parte de los tres, una de las secretarías de presidencia anuncia el inicio de la inauguración y preparados bajan primero dejándome en compañía de los dos hombres, quienes parecían examinarme con la mirada.
— Roger, ¿Has tomado una decisión? — inquiere Dorian, camina de brazos cruzados hacia mi dirección.
— ¿El juicio? — cuestiono, este asiente con una fría expresión sobre el rostro. Podía jurar que me dolía ver la duda sobre él, se ha estado cuestionando mi comportamiento y ha perdido esa confianza incondicional que tenía en mí, mi mejor amigo parecía dejar de serlo lentamente y delante de mis ojos.
Lo odié hasta cierto punto, Dorian me ha quitado muchas cosas que he amado incondicionalmente, pero es él quien estuvo para mí cuando no tenía a nadie más, es él quien hace feliz a Ellise.
— Lo siento pero no estaré ahí, ni para ti, tampoco para Marilyn. Esa no es mi batalla ya — aseguro distante, intento reprimir el desagrado que poseo de mí mismo, deseaba gritar al aire mis intenciones, yo no era una amenaza pero debía parecer una para ayudarle, a él y a mi pequeña sobrina quien no tenía culpa alguna del trastorno de su madre.
— ¿Y simplemente lo decides así? — suspira con enfado, sus hombros se tensan y puedo observar la tensión en el ambiente que nos envuelve, calla y decide continuar después de algunos segundos.
— ¿Acaso no te importa Marina? Esa pequeña es mi vida Roger, si vuelve a las manos de su madre no la volveré a ver más, la perderé para entonces — escupe con furia, impotencia y desilusión, todo aquello combinado en su agresivo tono de voz. Me acerco hacia él irritado, y lo nota puesto que ambos nos conocemos tan detalladamente que sabe de mi evidente cobardía.
Perdóname viejo amigo, sé que ni yo soy capaz de perdonarme propiamente.
— De verdad lo siento pero mi decisión está tomada, demandame por querer proteger a mi familia, esa pequeña es mi sobrina pero no puedo luchar contra ti o contra mi propia hermana Dorian — respondo dándome la vuelta decidido a retirarme de ahí, dejaría a Ellise sola en esto pero estaba seguro que sabrá enfrentarlo con valentía por si sola, después de todo Dorian estará ahí.
— Eres un cobarde Roger nunca creí que tú, la persona que más estimo en la vida sea quien me deje solo ahora. Estuve contigo y te apoyé en cada una de tus locuras, ¿Ahora sólo piensas abandonarme? — su voz se tranquiliza y puedo notar su dolor, ese mismo dolor que sentí cuando me enteré que no podría nunca ser parte del corazón de Ellise, esa misma importancia que él sentía.
— No todos ganamos en la vida, amigo — finalizo, camino con destino a la salida sin siquiera despedirme, debía desaparecer de ahí de una vez por todas, me tomaría algún tiempo para reflexionar, aún si debía salir de la cuidad una temporada.
Narra (Ellise)
— La prensa está lista, señora Hesseh — confirma mi nueva asistente, me sentía extraña trabajando con mucho más personal que antes, anteriormente solo éramos tres en una tienda, no puedo contabilizar en este momento todas las personas que ahora son parte de esto.
— Me voy a desmayar — intento murmurar pero mis amigos lo notan, intentan calmarme con una botella de agua la cual bebo de golpe.
Estaremos bien, mi pequeño bebé.
— Es hora, Linda — Dorian y Richard bajaron solos, no pude visualizar a Roger entre la multitud, me dirigí a mi esposo en busca de una respuesta no obstante, lo noto tenso y disgustado, algo me dice que se acaban de enfrentar.
— ¿Dónde está...
— Tuvo un contratiempo, salió hacia la empresa — se limitó a decir, acarició mi mejilla y me besó los labios dándome fuerzas para avanzar hacia el escenario.