Nuestro contrato (editando)

Secuestro.

Narra (Ellise)

— Tenemos un incremento de venta desde el primer día de apertura, hasta un veinticinco por ciento más de ingreso que se reparte entre el aporte de los socios. Tenemos escalas de rendimiento en cada una de las sedes establecidas — aclaro de pie delante del comité de accionistas reunidos esa mañana, inversionistas de Hesseh Entertainment y Taylor Studios, mi marido yacía en la mesa con una gran sonrisa en el rostro, lastimosamente esa mañana el asiento de Roger yacía vacío y en su representación una mujer de la que desconocía su procedencia.

— ¿En cuánto estamos estimando el plazo de pago deudor? — pregunta dicha mujer, me centro en su pregunta antes de perderme en mis pensamientos de nuevo, aquella mañana había amanecido realmente distraída, con algún mal presentimiento de por medio.

Son los cambios del embarazo, se acerca prontamente la fecha de mi primera ecografia, estaba ansiosa por ver a mi bebé por primera vez.

— De los doce meses estimados, se hizo un estudio de planificación se estima que esté completo en un plazo de seis meses — agrega Louis señalando la pizarra de proyección, todo apuntaba a un funcionamiento óptimo de la empresa, la cual caminaba a un ritmo conveniente, y esto de la administración no se nos daba nada mal, posiblemente se deba a mí marido y a su mejor amigo quienes fueron los encargados de transmitir sus conocimientos con los tres ahora encargados.

— Entonces daremos paso al siguiente escalón, los citaremos mensualmente como habíamos acordado, así que les agradecemos su presencia el día de hoy — despide Liz quien da por finalizada la reunión, todos los presentes se levantan de su asiento pero retengo a aquella mujer de representación, aquel arrebato se debía a él, Roger por alguna razón me había dejado desconcertada después de su partida.

Me sentía mal debido a su confesión, su amor lastimosamente no sería correspondido, mi corazón pertenecía a otro hombre a quien amaba con locura. Aún así estaba completamente segura que ese amor recíproco, no era más que una ilusión. Yo no era para Roger y en caso de haber él no era para mí, lo sabía muy dentro de mí ser.

— Señorita — llamo antes de que cruce el portal, la mujer se detiene y con una sonrisa asiente ante mi llamado, camino hasta ella a quien estoy decidida a preguntarle por mi amigo.

— ¿Si, señora Hesseh?

— ¿Por casualidad sabes algo del señor Taylor? ¿Ha dejado algún recaso o algún número de contacto? — pregunto, a lo que parece analizar una respuesta, cabe la posibilidad que si lo haya hecho pero él no ha querido ser contactado por mi persona.

— El señor Taylor dejó un recado efectivamente, solicitó que me disculpara por su ausencia ya que estará fuera por una temporada, el único medio por el cual tengo contacto con él es el correo electrónico, Señora — responde con sinceridad, y por un instante me siento realmente decepcionada, pensé por un instante en el juicio Roger era pieza clave para Dorian, Marina dependía de él en su totalidad y aún así había decidió marcharse.

Ha sido su decisión Ellise, no puedes intervenir aunque quisieras.

— Oh de acuerdo, te lo agradezco — me despido desconcertada, camino de vuelta a la mesa donde mi marido me espera contento, mi presentación lo había dejado realmente satisfecho. Había pasado la noche entera preparándola, desde mi salida del hospital se había encargado de cuidarme por completo, e incluso se había dedicado a consentirme durante ese lapso de tiempo.

— ¿Estás bien? — inquiere, asiento dedicándole una pequeña mirada y tomando su mano enseguida. Mis amigos se encuentran centrados en los papeles y apenas nos miran, suelto una pequeña risita ante aquella concentración, no me creía aquello. Los tres habíamos adoptado aquellos papeles importantes, lo estábamos haciendo bastante bien.

— Me ausentaré al desayuno, ¿Los veo en el almuerzo, chicos? — los distraigo, ambos se miran ente sí y sonríen ampliamente, le indico a Dorian levantarse. Estaba dispuesta a volver a mí oficina en busca de algo de privacidad, necesitaba besar a mi marido antes de perderlo en la oficina, puede que nos veamos hasta la cena esta noche.

— Adelante, Ellie — indica Liz.

— Recuerda que iremos contigo a por Marina, prometimos almorzar con ella — recordó mi amigo a lo que emití un sonido de aprobación, me despedí de ellos encaminando a Dorian hasta el piso posterior, una vez en el ascensor me vuelvo hacia él tomándolo de la corbata.

— Estás poniéndome muy nervioso, Ellise — bromea haciéndome reír de inmediato, niego con la cabeza dispuesta a seguirle el juego, me divertía aquella complicidad entre ambos que parecía no desaparecer nunca, amaba aquella faceta.

— ¿Yo? ¿Poner nervioso al gran Dorian Hesseh? — me burlo provocando una caricia de su parte, me besa la frente una vez se abren las puertas metálicas, el hall permanece en un tranquilizante silencio, observo en su oficina a mí asistente a quien había encargado una llamada de la planta de producción.

— ¿Sabes? Realmente no suelo emocionarme por algún detalle de este estilo pero iré esta tarde a probarme el traje con tu hermano, ayer insistió en acompañarme, según él quiere cumplir su papel de cuñado interesado — Dorian agrega una vez dentro de la oficina, una mirada de diversión se muestra en su rostro, la relación entre ambos había comenzado a marchar de muy buena manera, por primera vez se comenzaban a llevar bien. Los dos hombres a los que más amo juntos y hechos un par de amigos.

— Te aseguro que te verás muy guapo amor, por mi parte había quedado con Mar ir por los preparativos de la fiesta, quiero enseñarle el vestido que he hecho para ella — comento con entusiasmo, aquel vestido que con tanto amor había confeccionado para mí pequeña, esa niña que a pesar de no llevar mi sangre era mi hija, mi corazón sentía aquello.

— Entonces, debemos hablar algo Ellie...




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