Julio – 2001
El ambiente estaba envuelto en un silencio tranquilo, interrumpido solo por el suave crujir de las páginas al ser pasadas y el ocasional susurro de un lápiz sobre el papel. La biblioteca, bañada por la tenue luz del sol que se filtraba por las ventanas, era un refugio perfecto para quienes buscaban un respiro después de los exámenes académicos.
ZhanYu estaba sentado en una de las mesas centrales, rodeado de apuntes organizados con precisión. Tenía un lápiz en la mano, pero hacía rato que no escribía nada. Sus ojos se desviaban, casi por voluntad propia, hacia la figura en el escritorio cercano. Hendery, inclinado sobre un libro de tapa dura, parecía completamente absorto en su lectura. Su rostro estaba relajado, salvo por el ocasional fruncir de ceño cuando algo en las páginas requería mayor atención.
ZhanYu intentó concentrarse en sus propias notas, pero era inútil. Algo en la manera despreocupada en que Hendery hojeaba su libro lo mantenía distraído. Finalmente, dejando escapar un suspiro casi inaudible, rompió el silencio:
—¿Harás algo durante las vacaciones? —preguntó, mirando a Hendery con fingida casualidad.
Hendery levantó la vista, algo sorprendido por la pregunta. No esperaba que ZhanYu iniciara una conversación, mucho menos sobre algo tan personal.
—Eh... —murmuró, como si buscara las palabras adecuadas—. Solo estaré en casa. Tal vez Qing Hao venga a molestarme un rato.
ZhanYu asintió, aunque algo en su pecho se sintió inquieto al escuchar la respuesta. No era común en él hacer preguntas así, pero por alguna razón no podía evitarlo. Nervioso, tamborileó los dedos sobre la mesa antes de atreverse a continuar.
—Yo tampoco haré nada... —murmuró, sintiendo que sus palabras se quedaban suspendidas en el aire—. ¿Te parece bien si nos vemos el fin de semana?
Lo dijo sin pensarlo demasiado, pero, en el fondo, ZhanYu sentía que tenía que hacerlo. Algo le decía que debía pasar más tiempo con Hendery, más allá de los estudios y las obligaciones académicas. Quería conocerlo mejor, quizás de una manera que no había considerado antes.
Hendery lo miró, claramente sorprendido. Sus ojos se abrieron un poco más, y un leve rubor comenzó a extenderse por sus mejillas. Sus manos, que descansaban sobre el libro, temblaron ligeramente mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar.
—¿Eh? —fue todo lo que logró decir al principio. ¿Es esto... una cita?, pensó.
ZhanYu, sintiéndose expuesto, desvió la mirada y trató de justificar su propuesta.
—Digo, no creo que conozcas bien las calles y todo eso... sería útil enseñarte, para que no te pierdas —añadió rápidamente, intentando sonar casual. Pero el extraño cosquilleo en su pecho traicionaba su intención. No quería que Hendery pensara que aquello tenía un significado mayor, aunque, en el fondo, no podía negar que algo más estaba ocurriendo entre ellos.
Hendery bajó la mirada hacia su libro, jugando nerviosamente con la esquina de una página, intentando disimular la pequeña decepción que sentía en su pecho.
—Oh, bueno… creo que estaría bien — dijo en voz baja, aunque su mente seguía aturdida. No esperaba nada demasiado emocionante, pero al menos sería una oportunidad para ver a ZhanYu fuera de la rutina académica.
ZhanYu no pudo evitar notar el cambio en la expresión de Hendery.
—Quizás después podríamos ir a comer algo… Conozco una cafetería muy buena, y creo que te gustará —Añadió, sintiéndose algo nervioso. No era una invitación grandiosa, pero no podía evitar el deseo de que Hendery estuviera contento, de que aceptara lo que le ofrecía.
Hendery lo miró de nuevo, esta vez con un destello de sorpresa y nerviosismo en sus ojos. Una leve sonrisa, más genuina esta vez, apareció en su rostro mientras jugueteaba con sus manos.
—Eso suena muy agradable —murmuró, casi sin darse cuenta, sintiendo un pequeño rubor en sus mejillas. A pesar de lo sencilla que era la propuesta, le alegraba la idea de pasar tiempo con ZhanYu, aunque todavía no sabía qué significaba todo eso.
—Entonces así quedamos —dijo ZhanYu, con una sonrisa tranquila, como si todo estuviera perfectamente claro. Pero en su interior, también sentía una extraña mezcla de nervios y excitación. ¿Qué estaba pasando entre ellos?
Hendery asintió, aunque su corazón latía más rápido de lo que estaba dispuesto a admitir. Algo en el ambiente parecía haber cambiado, pero ninguno de los dos se atrevía a ponerle nombre.
Durante un breve momento, permanecieron en silencio. ZhanYu miró a Hendery de reojo, notando el leve rubor en sus mejillas, mientras que Hendery hacía lo mismo, sus pensamientos girando en círculos.
¿Es una cita?, se preguntó ZhanYu.
¡Es una cita!, pensó Hendery, sintiendo cómo su pecho se llenaba de una cálida expectación.
Sus miradas se encontraron brevemente y, como si compartieran el mismo pensamiento, ambos rieron, incapaces de ocultar la torpeza de su propio entusiasmo. Aunque no lo decían en voz alta, en el aire flotaba una verdad ineludible: no era solo una salida casual; era el comienzo de algo más… o no.
Editado: 21.01.2025