Nuestro Destino |abo|

Capitulo 12: Duraznos

El sonido del zumbido del teléfono rompió el silencio de la habitación de ZhanYu. Él dejó su cuaderno de ejercicios de matemáticas a un lado y tomó el dispositivo, leyendo el mensaje que acababa de llegar.

Hendery Lu:
Gege ¿Te gustan los duraznos?

ZhanYu arqueó una ceja y respondió rápidamente.

Gege:
Sí. ¿Por qué preguntas?

Hendery Lu:
Porque me sobraron algunos de la cena y pensé en llevarlos mañana. Así no gastamos en snacks, ¿qué opinas?

El alfa no pudo evitar sonreír ante la lógica práctica del omega.

Gege:
Suena bien. Aunque no hace falta que traigas nada, solo con verte me basta.

Después de enviarlo, se arrepintió un poco. Había comenzado a responderle así a Hendery casi sin darse cuenta, y aunque el omega parecía tomarlo como una broma, algo en ZhanYu no estaba tan seguro.

El teléfono vibró nuevamente.

Hendery Lu:
Jajaja, claro, gege. Mañana a las 10 entonces, ¿en el parque?

Gege:
Ahí estaré.

Al otro lado de la conversación, Hendery dejó el teléfono a un lado, cubriéndose la cara con ambas manos. Había leído el mensaje de ZhanYu varias veces y, aunque se decía a sí mismo que era solo una broma, su corazón insistía en latir con fuerza.

***

Al día siguiente, el parque estaba tranquilo, con solo unas cuantas familias paseando y personas mayores ejercitándose. ZhanYu llegó primero, como siempre, y eligió una banca bajo la sombra de un gran árbol. No pasaron más de cinco minutos antes de que Hendery apareciera, saludando con una mano mientras sujetaba una pequeña mochila con la otra.

—¡Hola gege! —saludó el omega, deteniéndose frente a él.

—Llegaste temprano esta vez —bromeó ZhanYu, con una ligera sonrisa en los labios.

Hendery desvió la mirada y jugueteó con la correa de su mochila.
—No quería hacerte esperar...

—No me molesta esperarte —respondió ZhanYu con calma, sin apartar la mirada de él.

El omega se sentó junto a él, todavía evitando el contacto visual mientras sacaba los duraznos de su mochila.
—Aquí tienes...

ZhanYu tomó uno y lo examinó antes de darle un mordisco.
—Gracias. Por cierto, ¿qué has estado haciendo estos días?

Hendery hizo una pausa, ajustando los duraznos restantes dentro de la mochila como si fueran lo más interesante del mundo.
—Nada especial. Ayudé un poco en casa y... leí el libro que me recomendaste.

—¿Te gustó?

—Sí... mucho. Aunque creo que me identifiqué más con uno de los personajes secundarios que con el principal —respondió Hendery, con la voz un poco más baja.

ZhanYu asintió, observándolo con una mezcla de curiosidad y algo que no podía describir. Hendery sentía que el silencio entre ellos se alargaba demasiado.

—¿Y tú? —preguntó rápidamente, intentando llenar el espacio.

—Practicando algunos ejercicios de números, pero nada emocionante.

Hendery soltó una risita nerviosa.
—Bueno, para mí eso suena emocionante. Yo soy terrible con las matemáticas.

ZhanYu lo miró con una expresión que mezclaba curiosidad y ternura.
—No tienes que ser bueno en todo.

El omega sintió cómo sus mejillas comenzaban a calentarse y bajó la mirada hacia sus manos.

La conversación fluyó entre temas banales y anécdotas personales. Hendery se relajó poco a poco, aunque por momentos su corazón seguía acelerándose con cada comentario amable de ZhanYu.

—¿Sabes? Siempre me siento tranquilo contigo —dijo Hendery de repente, sin pensar demasiado.

Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y rápidamente añadió:
—Quiero decir... me siento cómodo, eso es todo.

ZhanYu no dijo nada por un momento, pero sonrió ligeramente.
—Eso me alegra.

Hendery bajó la mirada de nuevo, mordiéndose el labio mientras intentaba no sonrojarse más.

***

Cuando finalmente decidieron irse, ZhanYu insistió en acompañar a Hendery a su casa, aunque este trató de convencerlo de que no era necesario.

—Es peligroso ir solo —dijo ZhanYu, con un tono que no dejaba lugar a discusiones.

Hendery simplemente asintió, incapaz de rechazarlo. Al llegar a la puerta de su casa, el omega se giró para mirarlo.
—Gracias por todo, ZhanYu ge. Hoy fue un buen día.

El alfa asintió y soltó lo primero que se le vino a la boca sin pensarlo.
—Cualquier día contigo lo es.

El rostro de Hendery se sonrojó por completo, y aunque intentó responder con naturalidad, solo logró un tartamudeo.
—Y-Yo también lo pasé bien.

ZhanYu lo miró con una mezcla de nervios e incomodidad, “¿Qué acabo de decir?”, mientras Hendery murmuraba rápidamente un “buenas noches” antes de entrar a su casa y cerrar la puerta.

Apoyado contra la puerta, Hendery dejó escapar un largo suspiro. Su corazón no dejaba de latir con fuerza, y su mente volvía una y otra vez a la sonrisa de ZhanYu.

Mientras tanto, ZhanYu regresaba a su casa. Desde que él y Hendery salieron, cada vez que hablaban comentarios “raros” se le escapaban, el omega le sonreía y parecía que su lado lógico dejaba de funcionar.




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