El calor del verano envolvía la ciudad, pero ZhanYu sentía una fría incomodidad en su pecho que no lograba disipar. Los días habían pasado desde la confesión de Hendery, y a pesar de que el omega se había alejado, ZhanYu no podía dejar de pensar en él. Los días sin verlo lo dejaban inquieto, y la culpa lo invadía, pero no entendía por qué.
“¿Por qué me siento así?”, murmuró mientras miraba el teléfono que había dejado a su lado en la mesa, sin atreverse a marcar el número de Hendery. La última vez que lo hizo, Hendery no le respondió. Los mensajes quedaban sin contestar, las llamadas caían en el vacío.
ZhanYu suspiró, frustrado. No podía dejar de pensar que había algo más, algo que no lograba entender. ¿Por qué la idea de que Hendery lo estuviera evitando le causaba esa presión en el pecho? Sin saber qué más hacer, ZhanYu decidió, una vez más, hablar con Jian al respecto. La conversación sobre Hendery ya se había vuelto algo recurrente, pero ZhanYu no tenía a nadie más a quien recurrir o al menos no tenía la confianza que tenía con Jian con nadie más.
—Jian —dijo ZhanYu evitando mirarla directamente—. ¿Qué hago? No sé si es mi culpa, o si realmente lo rechacé, pero no quiero que se sienta así.
Jian levantó la mirada de su libro hacia ZhanYu, una ligera sonrisa se asomó en sus labios. Esa sonrisa tenía un aire de satisfacción apenas disimulado, pero Jian la suavizó al instante.
—ZhanYu —comenzó Jian con tono sereno— ya te lo dije. Hendery está bien. Es solo que tú no correspondes a sus sentimientos. Lo que estás sintiendo ahora, esa culpa… es normal. Es lo que pasa cuando rechazas a alguien. No es tan complicado, ¿no?
ZhanYu frunció el ceño, sin convencerse del todo. La explicación de Jian parecía simple, pero algo dentro de él seguía diciendo que no era tan sencillo como lo pintaba su amiga.
—No lo sé, Jian —dijo ZhanYu, mirando a su alrededor como si buscara algo para aferrarse—. Siento que… no sé. Como si algo más estuviera pasando. Yo no le dije que no me gustara, solo… no sé cómo explicarlo. Pero esto que siento no es solo culpa, y no es solo porque lo rechacé.
Jian arqueó una ceja, observándolo con cuidado.
—¿Qué quieres decir con eso? Si no es culpa, entonces ¿qué más podría ser?
ZhanYu mordió su labio inferior, luchando por encontrar las palabras adecuadas. Sabía que lo que sentía no era solo culpa, pero tampoco sabía cómo definirlo. No quería reconocerlo, porque lo hacía sentir vulnerable, pero a la vez, no podía ignorarlo.
—Es como… si me faltara algo cuando no está cerca —continuó, finalmente—. Cuando lo veo, cuando hablamos, algo se siente diferente. Yo me siento bien, pero cuando él se aleja, algo dentro de mí cambia. Y no sé por qué me importa tanto. No debería.
Jian lo miró un momento, claramente entendiendo lo que ZhanYu quería decir, pero no quería aceptarlo.
—Eso es solo… —Jian vaciló por un instante, antes de continuar— Eso es lo que pasa cuando no correspondes a alguien, ZhanYu. Tu mente te engaña, te hace pensar que sientes algo más, pero en realidad solo es la culpa. Es difícil dejar a alguien atrás cuando te preocupa, pero… no significa que lo ames o que lo desees de esa manera.
ZhanYu sintió una punzada en el pecho. No era que no confiara en Jian, pero algo en esas palabras no le encajaba.
—¿Y si no es solo culpa? —preguntó ZhanYu, mirándola fijamente a los ojos—. ¿Y si lo que siento es algo… más? ¿Algo que no sé cómo explicar, pero que me hace querer estar cerca de él, me hace preocuparme por él de una forma que nunca sentí por nadie más?
El alfa seguía repitiendo y preguntando lo mismo, como si esperara una respuesta diferente o en específico, pero Jian no se la daría, si ZhanYu no lo quería aceptar aún, Jian peor.
La beta, al ver la intensidad en los ojos de ZhanYu, se quedó en silencio por un momento. Finalmente, soltó un suspiro y se recostó en su silla, adoptando una postura más relajada.
—ZhanYu, lo que estás diciendo no tiene sentido —dijo Jian, con un tono más suave, pero con una sonrisa que ya no era tan convincente—. Lo que sientes es solo culpa. Eso es todo. No te compliques. Si Hendery realmente fuera alguien importante para ti, ya lo habrías notado, ¿no crees? Solo estás confundido.
El alfa no estaba convencido. De alguna manera, el comentario de Jian le sonaba vacío, como si ella estuviera intentando convencerlo de algo que ni ella misma creía. Pero no lo dijo. Solo miró hacia abajo, sin saber cómo responder.
Jian lo miró por un momento, pero antes de que pudiera decir algo más, ZhanYu se levantó de golpe.
—Gracias, Jian. Creo que… ya no necesito escuchar más.
Sin esperar respuesta, ZhanYu salió de la biblioteca con paso firme, pero su mente seguía atrapada en esa conversación. No estaba seguro de qué sentía exactamente por Hendery, pero lo que sí sabía era que no podía seguir ignorando todo lo que pasaba en su interior.
Por otro lado, Hendery pasaba sus días en silencio, aislado en su habitación cuando no estaba en la escuela. La confesión no había salido como esperaba. Ahora, se sentía atrapado en una nube de incertidumbre y arrepentimiento.
El suave tintineo del viento contra la ventana era lo único que rompía el silencio en el que se había sumido. Hendery abrazaba sus piernas mientras su mirada perdida se posaba en el suelo.
—¿Lo arruiné todo? —susurró, rompiendo finalmente el silencio. Su voz temblaba, un eco de la angustia que llevaba días cargando—. Nunca debí haberle dicho lo que sentía… Todo estaría mejor si me hubiera quedado callado.
Qiang Hao, que estaba sentado junto a él en la cama, observaba a su amigo con una mezcla de preocupación y paciencia. Con una pierna cruzada sobre la otra y los brazos apoyados en las rodillas, trataba de encontrar las palabras correctas.
—Hendery, por favor. Deja de decir tonterías —empezó, con un tono ligero y un toque sarcástico—. No arruinaste nada. Si alguien arruinó algo, fue ZhanYu, y sinceramente, no es como si fuera el alfa más brillante del universo.
Editado: 22.02.2025