Septiembre – 2001
ZhanYu caminaba al lado de Jian, con la mente ocupada en un torbellino de emociones. Desde su conversación con su madre, no había dejado de pensar en Hendery y en lo que realmente sentía por él. A pesar de que lo tenía más claro que antes, todavía había algo en su interior que luchaba contra esa certeza.
—Deja de darle tantas vueltas, ZhanYu —dijo Jian, interrumpiendo sus pensamientos. Su tono era casi impaciente, pero intentaba sonar comprensiva.
—Es que no sé qué hacer. Creo que me gusta. No, no creo... sé que me gusta. Pero no entiendo si esto es normal o solo...
—ZhanYu no estás enamorado de Hendery. Solo estás confundiendo todo con culpa. Pasaste mucho tiempo con él, eso es todo. Es la primera vez que pasas mucho tiempo con un omega. Es lógico que te sientas confundido. Los omegas tienen esa... forma de ser que puede enganchar a cualquier alfa si no es cuidadoso
—Eso no es cierto. —La voz de ZhanYu sonó más firme de lo que esperaba. Jian lo miró sorprendida— No es eso, Jian. Es diferente. Es como si... estar con él hiciera que todo fuera más sencillo, pero también más complicado al mismo tiempo.
—Es lo que digo. Solo estás confundido. —Jian mantuvo su tono amable, pero sus palabras eran calculadas.
—¿Confundido? Eso es una excusa débil — Li WenJun, compañero de clases y amigo ocasional, había estado a pocos pasos detrás de ellos escuchando su conversación solo porque hablaban muy fuerte, se adelantó con una expresión entre curiosidad y escepticismo.
Jian frunció el ceño.
—Esto no tiene nada que ver contigo, WenJun.
—Claro que sí —replicó WenJun con tranquilidad, ignorando su incomodidad. — ZhanYu también es mi amigo Jian. Si puedo evitar que cometa un error por miedo o por egoísmo, claro que es mi asunto.
Jian apretó los labios, sin querer dar más pie a la discusión.
ZhanYu lo miró con el ceño fruncido, aunque en el fondo sabía que WenJun tenía razón.
—No estoy asustado —murmuró, aunque sus palabras carecían de fuerza.
—Claro que lo estás —continuó WenJun, cruzando los brazos—. Y no puedes esperar a que todo se resuelva solo. Lo único que vas a lograr con tanta indecisión es hacerle daño. Y no solo a él, sino a ti mismo. Si realmente lo quieres, entonces díselo.
Jian soltó una risa seca.
—¿Y qué pasa si solo está confundido? ¿Qué pasa si solo está idealizando algo que ni siquiera es real? ¿Quieres que lo arruine todo por una idea que probablemente no es amor?
—¿Y tú qué sabes de lo que siente ZhanYu? —WenJun arqueó una ceja, sin perder la calma—. Es su decisión. Pero si quiere algo, debería hacer algo al respecto. Digo, si te gusta tanto...
Esas palabras resonaron en la cabeza de ZhanYu mientras caminaba hacia la cafetería. ¿Por qué había estado huyendo? ¿Era por miedo a perder el control, a dejar de ser quien siempre había sido? No, se dio cuenta. Era porque sabía, en el fondo, que Hendery era alguien que podía cambiarlo. Y eso le asustaba tanto como le atraía, ahora lo tenía claro: no podía seguir alejándose de Hendery, no quería seguir lejos de él.
Con una mirada decidida, se giró hacia Jian.
—Sé lo que estoy sintiendo. Y voy a hablar con Hendery.
Antes de que Jian pudiera replicar, ZhanYu comenzó a caminar hacia la cafetería. WenJun lo siguió con una ligera sonrisa de satisfacción, mientras Jian se quedaba atrás, apretando los labios.
El aire estaba cargado de nerviosismo para ZhanYu. Hendery estaba sentado en una de las mesas de la cafetería, conversando con Qiang Hao. La risa de Hendery llenaba el aire, ligera y despreocupada, mientras Qiang Hao le contaba algo con gestos exagerados.
Sin pensarlo demasiado, ZhanYu comenzó a caminar hacia ellos.
—¿Qué haces? —Jian trató de detenerlo, agarrándolo del brazo—. ZhanYu, piénsalo bien. No cometas un error solo porque te siente confundido.
—El único error seria seguir huyendo —dijo ZhanYu con una firmeza que hizo que Jian retrocediera.
Con paso firme, llegó hasta la mesa de Hendery. Qiang Hao levantó la vista primero, frunciendo el ceño al ver a ZhanYu.
—¿Qué quieres... XueZhang? — preguntó Qiang Hao, poniéndose de pie de inmediato, diciendo lo último más por obligación que por respeto.
—Quiero hablar con Hendery —dijo ZhanYu con voz firme, sin apartar la mirada del omega.
Qiang Hao se cruzó de brazos poniéndose en una posición más a la defensiva.
—¿Hablar? ¿Ahora? ¿Después de todo este tiempo? Ya no tienes ningún derecho a venir y pretender que-
—Déjame terminar. —La voz de ZhanYu resonó con fuerza, atrayendo la atención de los estudiantes cercanos. Ignoró por completo a Qiang Hao y se dirigió directamente a Hendery.
—Lo siento, Hendery. Pensé que estaba haciendo lo correcto al alejarme. Pensé que ignorar lo que sentía era lo mejor para no confundirme más, para no perder el control sobre mí mismo. Pero estaba equivocado. Lo único que conseguí fue lastimarme... y lastimarte.
Hendery lo miraba con los ojos abiertos de par en par, inmóvil en su lugar.
—Nunca me había gustado nadie, ni mucho menos me había enamorado. Y la idea de sentir algo tan fuerte por ti me asustaba, porque no lo entendía. Pero no tenerte conmigo... eso se siente mucho peor. —ZhanYu tragó saliva, su voz ahora más suave—. Si me das la oportunidad, quiero estar a tu lado. Porque estoy enamorado de ti.
La cafetería quedó en silencio. Qiang Hao resopló con incredulidad y chasqueó la lengua.
—¿Crees que con unas palabras bonitas se resuelve todo? Hendery no es...
Pero antes de que pudiera terminar, Hendery se levantó de golpe, dejando caer su silla hacia atrás, y corrió hacia ZhanYu.
Sin dudarlo, se lanzó a sus brazos, rodeándolo con fuerza y escondiendo el rostro en su pecho. —Siempre quise escucharte decir eso... —murmuró con un hilo de voz, temblando ligeramente mientras se aferraba a él.
ZhanYu reaccionó rápidamente y lo abrazó de vuelta, sosteniéndolo con la misma intensidad.
Editado: 22.02.2025