Era un día como cualquier otro para ZhanYu y Hendery. Habían pasado unos días desde su conversación sobre presentarse con sus padres, pero ninguno sentía la necesidad de apresurarse. Eran felices tal y como estaban, disfrutando de la calidez y el entendimiento mutuo que habían construido.
Aquella tarde, después de clases, decidieron detenerse en una pequeña heladería cercana. El clima era perfecto, con el sol suavemente descendiendo y una brisa que hacía que las hojas susurraran.
—Hoy yo invito —dijo Hendery con determinación, adelantándose hacia el mostrador antes de que ZhanYu pudiera reaccionar.
—No tan rápido. Yo siempre invito. —ZhanYu le siguió de cerca, intentando detenerlo.
El omega, sin embargo, estaba preparado. Giró hacia él con una sonrisa traviesa y usó las palabras de su novio en su contra:
—Tú siempre dices "yo invito, yo pago". Así que ahora digo lo mismo: yo invito, yo pago.
ZhanYu lo miró incrédulo por un momento, antes de cruzarse de brazos y suspirar.
—Eso es trampa.
—No, es estrategia. Aprende la diferencia. —Hendery le sacó la lengua, claramente disfrutando de su pequeña victoria.
ZhanYu rió suavemente y negó con la cabeza mientras el omega pagaba con orgullo por ambos. Momentos después, caminaban por las calles con sus helados en la mano, compartiendo pequeños bocados y sonrisas. Era un momento sencillo, pero para ellos, perfecto.
Al llegar a la casa de Hendery, el sol ya comenzaba a teñir el cielo de tonos anaranjados. Como siempre, ZhanYu lo acompañó hasta la puerta.
—Gracias por acompañarme. Siempre haces que mis días sean especiales —dijo Hendery, mirando a ZhanYu con una mezcla de timidez y felicidad.
—Eso debería decirlo yo. Cada momento contigo es especial. —ZhanYu le sonrió y acarició suavemente el dorso de la mano de Hendery con el pulgar.
El omega se sonrojó ligeramente, inclinándose hacia él para un beso. Fue un gesto dulce, uno que encapsulaba todo el cariño que sentían el uno por el otro. Sin embargo, el sonido de un auto estacionándose rompió el momento. Hendery se apartó rápidamente, mirando hacia la calle con ojos llenos de nerviosismo.
La madre de Hendery estaba llegando a casa. Al principio, su rostro mostraba una mezcla de sorpresa y curiosidad al ver a su hijo en una situación claramente íntima. Una ligera sonrisa se dibujó en sus labios, casi divertida por haber atrapado a Hendery en un momento tan personal.
—¿Quién diría que mi hijo tiene novio? —murmuró para sí misma mientras salía del auto.
Pero mientras se acercaba, su mirada se fijó en ZhanYu. La sonrisa se desvaneció al instante. Sus ojos recorrieron al joven de pies a cabeza, analizando cada detalle: su postura firme, su complexión atlética, la forma en que miraba a Hendery con una intensidad protectora, su aroma.
Un Alfa.
La incomodidad de la señora Lu fue inmediata y palpable. Hendery notó el cambio en su expresión y apretó la mano de ZhanYu, como si eso pudiera aliviar su propia tensión.
—Mamá… este es… —comenzó, pero su voz tembló. Sabía que su madre los había visto y no tenía forma de ocultar lo evidente.
ZhanYu, decidido a causar una buena impresión, dio un paso adelante.
—Mucho gusto, señora Lu. Soy Huang ZhanYu, el novio de Hendery.
La señora Lu lo miró con una expresión neutral, aunque sus ojos traicionaban un ligero desdén. Apenas asintió y respondió con un seco: —Ajá.
Hendery tragó saliva, sintiendo cómo la atmósfera se volvía más pesada con cada segundo que pasaba.
—Es tarde, Hendery. Entra a la casa —ordenó su madre, sin apartar la vista de ZhanYu.
—Pero mamá, estaba…
—No voy a repetirlo.
El tono firme y la mirada autoritaria de su madre hicieron que Hendery bajara la cabeza. ZhanYu, viendo el nerviosismo de su novio, intentó suavizar la situación.
—Entiendo que esta situación pueda ser inesperada, pero le aseguro que mis intenciones con Hendery son serias…
La señora Lu alzó una mano para interrumpirlo, sin siquiera molestarse en mirarlo directamente. —Eso no es algo que deba discutirse ahora. Hendery, adentro.
El omega lanzó una mirada de disculpa a ZhanYu, queriendo despedirse como siempre, con un abrazo o un beso rápido. Pero la mirada fría de su madre lo detuvo.
—Nos vemos mañana, gege —dijo finalmente, su voz apagada.
—Claro. Cuídate, Hendery.
Cuando ambos entraron en la casa, la puerta se cerró de golpe, dejando a ZhanYu solo en la entrada. Se quedó inmóvil por unos segundos, procesando lo que acababa de pasar. La frialdad de la señora Lu había sido evidente, y aunque no lo dijo explícitamente, ZhanYu entendió que su relación con Hendery no sería fácilmente aceptada.
"Así que de esto hablaba Hendery…" pensó mientras recordaba las palabras de su novio sobre la preocupación por la aceptación de sus padres. No podía evitar sentir algo de tristeza, pero se negó a dejar que esto lo desanimara.
Mientras caminaba de regreso a su casa, una mezcla de emociones lo invadió: preocupación, incomodidad, pero también determinación
"No importa cuánto tiempo me tome… haré lo posible por ganarme su aprobación. Porque quiero a Hendery, y quiero estar con él. Siempre."
Con esa determinación en mente, ZhanYu continuó su camino a casa, ya pensando en maneras de demostrarle a la madre del omega que él era más que un Alfa. Era alguien que quería profundamente a su hijo.
Por su parte, dentro de la casa, Hendery enfrentaba una situación difícil.
—¿Qué estás pensando, Hendery? —preguntó su madre mientras dejaba su bolso en el sofá.
—¿De qué hablas? —respondió él, aunque sabía perfectamente a qué se refería.
—De ese chico. Es un Alfa, Hendery. ¿De verdad crees que eso funcionará?
El omega apretó los labios, sintiendo cómo su pecho se contraía.
—ZhanYu es bueno conmigo, mamá. Me respeta, me cuida…
—Eso no cambia lo que es.
Editado: 22.02.2025