Nuestro Destino |abo|

Capitulo 30: Ultimo mes

Febrero – 2002

Febrero se sentía como una tregua.

El invierno seguía presente, pero la luz del sol era un poco más suave, como si ya se estuviera preparando para dar paso a la primavera. Las vacaciones estaban por terminar, pero por ahora, aún tenían esos días largos y tranquilos para compartir.

ZhanYu estaba sentado en la alfombra de su cuarto, con la espalda apoyada contra la cama, hojeando sin mucha atención los apuntes que había dejado olvidados la semana pasada. Frente a él, Hendery hojeaba un pequeño libro ilustrado de animales —uno de esos que le gustaban porque no pedían nada más que curiosidad—, con las piernas cruzadas, envuelto en una sudadera tres tallas más grande.

Desde la primera vez que lo llevo a su casa Hendery parecía querer venir seguido, según él era muy cómodo, además los padres de ZhanYu siempre lo trataban bien y lo hacían sentir bienvenido.

ZhanYu cerró su cuaderno en silencio. En lugar de seguir repasando fórmulas o esquemas, simplemente lo observó. Hendery pasaba página tras página con una lentitud casi ensayada, como si quisiera saborear cada dibujo, cada detalle. Sus cejas se movían sutilmente con cada expresión de sorpresa o ternura que encontraba. Y de vez en cuando, murmuraba en voz baja algo como: “este parece un ZhanYu chiquito”, señalando algún tigre dormido.

ZhanYu solo resopló por la nariz, pero no lo negó.

Fue en ese momento, mientras lo observaba con esa paz tan única, que lo pensó.

Una semana solo para Hendery.
No para estudiar, no para planificar, no para adelantar tareas.
Solo para estar con él. Para hacer lo que Hendery quisiera.

Caminar por la ciudad sin rumbo, comer algo pequeño en algún sitio bonito, ir a una feria si encontraban alguna, jugar, reírse. Tener una cita. O muchas. De esas que Hendery merecía y que él aún no sabía bien cómo organizar, pero que se moría de ganas por intentar.

Había estado ahorrando un poco desde noviembre. Con eso bastaba. No necesitaban lujos. Si podía hacer que su novio sonriera, entonces todo habría valido la pena.

—Gege… —la voz de Hendery interrumpió sus pensamientos—. ¿En qué estás pensando?

ZhanYu parpadeó. El omega lo miraba con la cabeza ligeramente inclinada, los ojos brillantes, como si supiera que algo pasaba.

—En ti —respondió sin rodeos.

Hendery se sonrojó un poco y bajó la mirada al libro, disimulando mal una sonrisa.

—¿Y qué hice ahora?

El alfa ladeó la cabeza.

—Nada. Solo... estaba pensando que quiero que tengas una buena última semana de vacaciones.

El rubio lo miró en silencio unos segundos. Y luego asintió, bajando el libro para abrazarlo sin previo aviso. ZhanYu apenas tuvo tiempo de reaccionar, pero no lo apartó. Rodeó su cintura con un brazo, con esa torpeza suya tan característica.

—Ya estoy teniendo una buena semana, gege. Solo quiero estar contigo —murmuró Hendery contra su pecho—. Aunque sea haciendo nada.

ZhanYu cerró los ojos un instante.

Hendery no se separó del abrazo enseguida. Se quedó unos segundos más, quieto, como si pudiera detener el tiempo con solo desearlo lo suficiente. ZhanYu le acarició la espalda con la yema de los dedos, con esa torpeza habitual, pero también con un cuidado sincero que el omega siempre sentía, incluso cuando no se decía en voz alta.

—Gege… —susurró, rompiendo el silencio suavemente—. ¿Crees que este año sea muy diferente?

ZhanYu no respondió de inmediato. Acarició un mechón del cabello claro que se le había quedado atrapado en la manga, pensando. Esa pregunta no era inocente. Hendery siempre había sido así: parecía distraído, pero sus palabras iban cargadas de intención.

—Probablemente sí —respondió con calma—. Un poco, al menos.

El omega alzó el rostro para mirarlo. Su expresión era tranquila, pero sus ojos buscaban algo.

El alfa se incorporó un poco más, tomándolo de ambas manos. No era bueno explicando emociones, pero podía ser claro.

—Este año voy a estar más ocupado. Ya sabes que en diciembre metí la solicitud para entrar al consejo estudiantil… y parece que me van a poner en el comité de actividades.

—¿Actividades? —preguntó Hendery, ladeando la cabeza.

—Sí. Principalmente cosas relacionadas al bienestar, eventos escolares, campañas de salud… Ya hablé con el señor Meng. Me dijo que si quiero asegurar mi beca para la Universidad de Pekín, necesito destacar. No solo en notas, también en otras áreas. —ZhanYu entrelazó sus dedos con los de Hendery—. Me ofreció organizar tutorías para los de primer año. Ya sabes… como soy buen estudiante, me toca “demostrar vocación”.

Hendery lo escuchaba con atención, sin soltarle las manos. Asintió de a poco, procesando todo.

—¿Y vas a tener menos tiempo libre? —preguntó, sin rodeos.

—Sí —admitió ZhanYu—. Pero eso no significa que vaya a desaparecer. Me voy a organizar. No voy a dejar de verte, Hendery.

El Omega bajó un poco la mirada, como si necesitara ver sus manos entrelazadas para tener algo en qué anclarse.

—Sé que no lo harías —dijo con una pequeña sonrisa—. Solo… el año pasado fue tan perfecto. A veces siento que si algo cambia, todo va a desordenarse.

ZhanYu apoyó su frente contra la de él con suavidad.

—No se va a desordenar nada. Solo se va a mover un poco. Pero vamos a seguir caminando juntos. ¿Sí?

Hendery cerró los ojos y asintió.

—Sí.

—Oye —dijo ZhanYu, bajito, como si soltara una idea recién nacida—. Lo decía en serio… podríamos tener nuestra propia semana. Solo tú y yo. Hacer todas esas cosas de pareja que quieres hacer. Salir, caminar, comer algo, ir a una feria… lo que tú quieras.

Hendery levantó la mirada con los ojos grandes, como si no esperara oír eso. Se le dibujó una sonrisa inmediata, de esas que le encendían toda la cara.

—¿Una semana entera? —preguntó, ilusionado.

ZhanYu asintió, mirando a otro lado, un poco avergonzado de sonar tan cursi.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.