Capítulo 05

Edward.

El día de ayer por fin nuestra princesa llegó a casa, Hannah y yo estamos felices de que fuera tan bien aceptada por todos en nuestra familia y contamos los días para que los del orfanato terminen su investigación y podamos adoptarla.

Hoy vamos a ir los tres de compras, quiero consentir a mis chicas y mostrarles lo feliz que soy de tenerlas conmigo, me desperté antes que mis chicas así que decidí preparar algo para que desayunen antes de irnos.

Supongo que Mía debe de estar un poco cansada ayer toda nuestra familia se reunió para celebrar su llegada, mi chiquita nunca había visto tantas personas juntas queriendo arrancarla de los brazos de los demás para tenerla ellos, pero así es nuestra familia y las muestras de afecto están en todas partes. 

Como hoy muchos tenían ya algo por hacer planeado, todos se retiraron temprano a sus casas pero no sin antes disfrutar de una cena exquisita preparada por mi cuñado.

Le llevo el desayuno a la cama a Hannah y lo pongo en la mesita de noche de nuestra habitación, me acerco a ella y depositó un besos en sus frete para levantarla, cuando abre sus ojos me regala una sonrisa, le señaló su desayuno y ella asiente, se levanta de la cama y se dirige al baño, salgo de la habitación y voy a la de Mía, mi pequeña niña ya está despierta y jugando con su manita llevándosela a la boca.

La tomó con mucho cuidado y bajo con ella hasta la cocina, ya tengo preparado su biberón de la mañana así que me siento en una de las sillas de la isla de la cocina y se lo doy 

Minutos más tarde Hannah entra por la puerta, tan hermosa como siempre, su cabello está un poco desordenado, tampoco tiene ni una gota de maquillaje, pero ya está lista para salir y para mí no existe nadie más fantástica que la mujer que me robo el corazón.

-Buenos días - Nos dice mientras deja la bandeja en el lavaplatos para luego venir a sentarse a mi lado.

Me pide a Mía para sacarle los gases y yo subo a arreglarme para salir en menos de una hora de compras, sé que ella se encargará de arreglar a Mía, me ducho rápidamente y me pongo unos Jeans, un suéter gris y mis zapatos deportivos, voy a la habitación de Mia y ya Hannah ya tiene casi lista.

Le ha puesto un conjuntito color lila que consiste en una falda y su suetercito, y unos zapatos tan pequeños que me llena de ternura verla con ellos puestos, Hannah y yo ya habíamos ido a comprar algo de ropa para Mía y hoy compraremos el reto de cosas que le hace falta.

No he recibido noticias del orfanato, no sé cómo van las investigaciones y no entiendo porque demoran tanto, incluso he pensado en contratar un investigador privado para que los ayude, pero no me quiero entrometer en sus asuntos, pues al igual que nosotros ellos solo quieren el bienestar de Mía.

Me acerco a ellas y beso a mi mujer, se siente tan bien poder estar con ella a mi lado sin el tenor de que se pueda ir, como ya estamos todos listos, tomó la pañalera de Mía que ya está lista y conduzco a mis chicas hasta la entrada donde el auto está preparado, ya tengo puesta si sillita de viaje y para caminar por el lugar su coche carriola en el maletero, también algunos juguetes y una lista de música con canciones para tranquilizar a Mía durante el pequeño viaje.

Siempre me ha gustado darme uno que otro gustito, como todos en algún momento de nuestras vidas, así que una vez pude independizarme y empezar a ganar dinero por mí mismo me compre Mercedes-Benz C350 Coupe, color gris, para poder moverme con comodidad y no dejar de lucir bien, pero he estado pensando en conseguir un auto menos llamativo y más para el uso de una familia, es una idea que debo hablar con Hannah para saber qué solución podemos tener los dos para nuestro futuro medio de transporte familiar.

Acomodamos a Mía en la parte de atrás del auto, asegurándonos de este bien puestos los seguros, luego abrirle la puerta del copiloto a Hannah y darle la vuelta al carro para subirme en el puesto del conductor, todo el camino mi auto está lleno de canciones para Mía, Hannah la comprueba a cada rato y yo conduzco por la ciudad con una gran sonrisa, con una mano en el volante del auto y la otra entrelazada con la de Hannah, eso sí teniendo las precauciones para tener un viaje seguro.

Llegamos a nuestro destino y ayudó a Hannah acomodando a Mía en el coche, ella quiere ser quien la lleve así que yo solo seré en que porte la pañalera para cualquier emergencia y disfrute de ellas el día de hoy, tomados de la mano, entramos al centro comercial para buscar nuestra primera tienda de bebés del día.

Una hora más tarde, ya casi hemos terminado nuestra mañana de compras, Hannah, Mia y yo hemos disfrutado mucho de ella,  comparamos algunos otros juguetes para Mia y otros conjuntos, también compramos algunas cositas para Evan y Amy.