Nuestro Destino

Epílogo

 

 

Las risas de mis hijos y sus chapoteos me sacan de mi concentración, es imposible leer un libro con tres pequeños revoltosos y un esposo alcahueta. 

 

Me levanto de la tumbona y caminó hacia la piscina donde ellos se encuentran, los observo unos minutos disfrutando de sus sonrisas y juegos, Mía juega con Elsie a atrapar a su padre mientras que este y nuestro último hijo Nathan intentan escapar de mis dos princesas con gran ventaja, y yo no puedo permitir que los chicos ganen, me uno a equipo de las chicas, el equipo ganador pues somos más que ellos.

 

A lo largo de estos años las cosas han cambiado, ha nuestra familia se han sumado dos preciosos pequeños, Elsie de 8 años y Nathad de 6, ahora Mía tiene 10 y es la niña más encantadora que halla, Ed y yo no le hemos ocultado nada de su origen, ella sabe que tiene otra mamá y otro papá pero que lamentablemente no se encuentran con nosotros, intentamos que no olvide a sus verdaderos padres, lo mucho que la marina y lo Valiente que eran. 

 

Para nosotros que la memoria de los padres biológicos de Mía permanezca presente en ella es muy importante, pero también el hacerle saber que no es menos que sus hermanos y que la amamos con todo nuestro ser, incluso que fue fundamental para la reconciliación de nosotros, mi pequeña mía es feliz, una vez me dijo que gracias a Ed y a mi ella pudo tener un familia tan grande como la nuestra, solo ame más a esa dulce bebé que llegó de urgencia a la clínica y se convirtió en nuestro precioso ángel, Mía es muy femenina y delicada, al contrario de su hermana Elsie a la cual hemos designado como la aventurera de la familia Steel, desde muy pequeña demostró que ese iba a ser su pasión, le gusta explorar nuestro patio en busca de tesoros, saltar en los charcos de lluvia y disfruta de enfrentar cualquier desafío que le pongan, al igual que yo es castalla pero heredó los ojos de sus padre, es traviesa sin necesidad de ser mala con los demás, al contrario desea que todos se unan a ella en sus aventuras.

 

Y mi pequeño Nathan es el bebé de la casa, una copia de su padre, desde ya nos sorprendió a Ed y a mí cuando dijo que al igual que papá él quería ver médico, Ed es su héroe y este no puede estar más orgulloso de eso, amamos a nuestros hijos por igual, son sin duda alguna el mejor regalo que la vida nos haya dado y disfrutar de nuestros momentos en familia es la mejor cosa que existe para mí.

 

 

Edward

 

 

Doy gracias a Dios por los cuatro mejores regalos que me dio en mi vida, no me arrepentiré de mi decisión de luchar por Hannah, el creer haberla perdido me abrió los ojos y me mostró aquello que me estaba perdiendo al intentar negar mis verdaderos sentimientos hacia ella.

 

Ahora tengo una hermosa e imperfecta familia a la cual amo con mi vida y de la que me enorgullezco y por la que agradezco a diario, mi hijos Mía, Elsie y Nathan como su madre le dan sentido a mi vida, por ellos me esfuerzo cada día ser mejor.

 

Hannah me ha acompañado en cada situación de mi vida desde que la conocí, aún ausente en físico, siempre permaneció en mi mente y fue el motor para no rendirme en mi anhelo de una segunda oportunidad y una vida a su lado.  Ahora sé que somos y siempre seremos el uno para el otro, amarnos y ser los padres de los seres que llenan de alegría nuestra vida, con su amor y su ternura.

 

Les doy sus besos de buenas noches a los niños y mi esposa y yo disfrutamos de un momento juntos, recordándonos que estar hoy juntos siempre fue… Nuestro Destino




 

Fin.

 

 

 

 

 



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En el texto hay: reencuentro, amor, verdad

Editado: 04.12.2019

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