Cuatro meses, ese es el tiempo que tenían oficialmente de novios.
Ambos habían conocido a la familia del otro.
La cena con la familia de Eleonora, fue divertida y muy entretenida. Eva le cayó muy bien con toda su personalidad, y el pequeño de la familia le robo el corazón. Los padres fueron más formales pero en todo momento lo trataron bien y con respeto, se les notaba el amor que sentían por sus hijas y por Emile.
Cuando ella conoció a la madre y hermana de Mateo, quien todavía no había despertado. Allí también vio por segunda vez al primo y mejor amigo de su novio, quienes justo ese día pasaban a visitar a Ariel.
Eleonora noto que ellos no sentían esperanza, la estaban perdiendo. Pero lo que dolió mas fue ver a la hermana de Mateo, postrada en una cama y con pocas posibilidades de despertar.
Una noche, mientras los dos estaban en la casa de mateo, cada uno con sus respectivas computadoras, sonó el celular de él, quien se extrañó al ver que era su madre.
− ¿Si mamá?- pregunta Mateo, escuchando del otro lado los sollozos de su madre. Él, preocupado, se levantó de un salto, haciendo sobresaltar a Eleonora y que esta lo mirara con preocupación.−Por favor háblame, me estas preocupando.
−Ariel... ella...
− ¿Qué le paso a Ariel?− sentía un nudo en la garganta y al escuchar las siguientes palabras de su madre, esas palabras que pensó nunca escucharía, lagrimas brotaron de sus ojos.
−Despertó, mi hija despertó.
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Eleonora nunca corrió tan rápido en su vida, como lo estaba haciendo esa noche junto a un Mateo contento y desesperado.
Cuando lo vio llorar, imagino lo peor. Pero lo que acababa de pasar era un milagro.
Llegaron al pasillo donde se encontraba la habitación de Ariel, allí dentro solo vieron a la madre de él, llorando en una silla al lado de la camilla vacía.
Ambos, madre e hijo, se abrazaron con tanta emoción y alegría, que la misma Eleonora sintió ganas de llorar.
−La llevaron a hacer unos estudios de rutina pero...
− ¿Pero qué mamá?
−No creen que pueda volver a hablar ni caminar, y si lo hace va a costar mucho la recuperación− ella miro a su novio que estaba desconsolado, lo que acababa de contarle Ana era, sin duda, algo fuerte.
−Los doctores pensaban que nunca iba a despertar, ella se va a recuperar y va a volver a ser la misma de antes.
−Eso espero hijo, eso espero.