Nuestro Hogar

Capítulo 4

La habitación quedó en total silencio, los cuatro quedaron inmóviles en el lugar,  Ana y Juan analizaron la situación, por unos minutos sus miradas se fusionaron. Ana fue la primera en salir de esa situación, miró primero a su hija y luego a su futuro yerno, siempre pensó en Nico como su hijo y eso se estaba haciendo realidad ahora, aunque nunca pensó que esto iba a suceder.

Bueno, creo que hay que hablar  -dijo Ana de manera pausada- hijita podes volverá a ser humana, así como estas se va a complicar explicarle a Nico - se acercó a Laura y se agacho para poder mirarla  fijo a los ojos-

Laura no quería cambiar a su forma humana por varias razones una de ellas era que no podría proteger a Nico en su otra forma y porque si volviera estaría completamente desnuda, ya sentía que estaba haciendo algo vergonzoso, lo cual no podía manejar porque su osa se volvió loca.

hijita, no vamos a acercarnos a Nico, lo prometemos -le dijo su padre de manera tranquila- además sabes que nunca le haríamos daño, ya era parte de nuestra familia, ahora mucho más.

Nico simplemente estaba hecho estatua desde hacía rato, podía percibir que estaban hablando pero no podía descifrar de qué, solo oían murmullos, se preguntaba a sí mismo si estaba inconsciente, su visión no enfocaba a nada, veía todo nublado. A lo mejor estaba estirando la pata en ese mismo momento, su corazón comenzó a latir rápido y se comenzó a hiperventilar, si no estaba muerto pronto lo estaría. se decía a sí mismo que no quería morir, que era muy joven, su mente iba a mil por segundo.

Los padres de Laura notaron el comportamiento de Nico, necesitaban intervenir rápido.

Por favor hija, Nico necesita ayuda, puede descompensarse -le dijo su madre-

Laura al ver la situación se transformó, no quería que le pasara nada malo a su mate, quedó hecha un ovillo al lado de su pareja, su madre reaccionó rápido y la cubrió con la tela del sillón, su padre se acercó a Nico y lo hizo sentar.

Tranquilo hijito, respira lento, inhala, exhala, inhala, exhala -Juna trataba de que Nico reaccione, tocó la barbilla de él y la dirijo a su cara -escúchame estoy acá, nada malo está pasando, entiendes, tranquilo.

Nico poco a poco se iba tranquilizando,  sus ojos se veían aguado, pero de apoco su corazón iba tomando la marcha normal. Cuando estuvo más calmado, abrazó a Juan un largo rato, sentía que había vuelto a la vida.

Laura no podía sentirse más culpable de lo que se sentía en ese momento, comenzó a llorar en brazos de su madre, ella había provocado esa reacción en su mate, como iba a ser una buena compañera si su pareja se asustaba de ella.

Tranquila cariño, él va a entender, va a tomar un poco de tiempo, pero va a entender -trataba de calmarla su madre- sabes que al no ser cambia formas como nosotros en no puede sentir aun la conexión, va a tomar un poco de tiempo, pero no tiene que ponerte mal hijita -besó su frente-

Cuando Laura comprobó que Nico estaba bien se fue corriendo a su habitación y se encerró en ella, se sentía muy mal por todo lo que había pasado, no sólo asustó a su pareja, sino que amenazó a sus hermanitos y padres. sabía que ellos no lo dañaron pero sus instintos pensaban otra cosa. lloró un buen rato en su habitación y se quedó dormida.

Cuando se calmó la situación en el living, Nico estaba realmente confundido, que había pasado.

¿Qué paso? y Laura, ¿dónde está? -pregunto angustiado Nico-

No te preocupes ella está bien, deben de hablar más tarde, ahora se fue a su habitación, tiene que poner sus pensamientos en orden - le dijo Ana-

ehh, bueno, puedo ir a ver que este bien -dijo él, tenía miedo que ellos le ocultaran que le hubiera pasado algo malo a Laura-

Los padres sabían que él iba a estar angustiado mientras no estuviera con ella, aunque su vínculo no funciona igual que si fueran dos cambia formas sabían que se necesitaban mutuamente, no le podían prohibir verla.

Bueno, puedes ir a verla, está durmiendo, por favor no la despiertes, sus hormonas están un poco revueltas hoy -le dijo Juan-

Si, si no se preocupen -él estaba dispuesto a lo que fuera con tal de ver que ella estuviera bien-

Bien, nosotros vamos a ir con los niños, vamos a salir un rato al bosque con ellos, un poco de aire fresco no nos va a sentar mal, vamos a alejarnos un poco de la casa, si ocurre algo solo grita, vamos a venir cuanto antes.

Lucas solo se limitó a asentir con la cabeza, los tres se dirigieron al pasillo y se dividieron en las habitaciones. Lucas nunca había estado en la habitación de Laura pero sabía cuál era porque había estado cientos de veces en la casa y la veía salir siempre de unas de las puertas que se encontraba a la derecha, se dirigió a esa habitación  y la encontró a ella en la cama hecha un ovillo, estaba dormida pero su rostro no estaba relajado, parecía angustiada.

Que estaba pasando, nadie le decía nada, seguro era algo de cambia formas de lo cual no estaba al tanto, necesitaba explicaciones en este momento pero no la podía despertar, su bienestar era lo primordial.

Se acercó lentamente a la cama y se sentó en está, cerca de la cabecera, apoyando su espalda en el respaldo. Laura se removió incómoda, y comenzó a olfatear, nunca se despertó, se giró hacia donde se encontraba el y paso su mano por sus piernas abrazándolas, él se quedó inmóvil, una vez ella dejó de moverse él comenzó a acariciarle el pelo, en ese momento el rostro de ella quedó en total relajación y su sueño fue pacifico.




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