Desde el primer momento en que Laura agarró su mano comenzó a transpirar, su mano estaba completamente húmeda, sentía que no había un momento en el que estuviera presente Laura y no pasará vergüenza. Si existía algún ser celestial, un Dios todopoderoso no le caía muy bien él.
Se encontraban ya en el comedor de la familia, se dispusieron a sentarse, por suerte para Nico y por desgracia para Laura no había lugares juntos. Suspiró tranquilo, así podía darle un poco de tregua a su corazón, Laura no pensó lo mismo, ella quería estar lo más pegada que pudiera a su mate.
Laura agarró a Agus por la oreja y le dijo - ey monito haceme lugar, yo me siento acá- una vez su hermano se levantó de la silla sacándole la lengua en el camino hizo sentar a Nico a su lado, le corrió la silla y sonriendo le hizo seña para que se sentara.
Nico podría decir que estaba bastante perdido en toda la situación, nunca antes se sentó junto a él y ni hablar de cómo lo trataba, había algo raro, se podía ver en la mirada su desorientación.
mamá ¿porque ella se tiene que sentar al lado de Nico? yo le quería mostrar el nuevo video juego que tengo -Agus siempre aprovecha para jugar con Nico cuando este los visitaba, al igual que sus hermanos-
hijito se los mostras después, no hay apuro, mejor comamos -dijo Ana para que no haya confrontación-
-Laura le saco la lengua a su hermanito burlándose- bebe de mamá
Basta -cortó su padre y sonriendo dijo- Ana y Tomi hicieron la comida, démosle un aplauso a los cocineros
Todos se coparon con el aplauso, era una costumbre que hacían siempre, era parte de darle las gracias al que hacía la comida
La para nada modesta Ana se levantó de su asiento y tomó de la mano a Tomi e hicieron una reverencia como en el teatro -gracias, gracias- tiraban ambos besos en el aire a los comensales, luego se sentaron - podemos comenzar a comer- dijo Ana riendo.
Se dispusieron a cenar, esta vez la cena era cuantiosa, como no habían podido almorzar, la mesa estaba repleta, había fiambres, carnes en su punto y muy variada,que hacía babear a todos,obvio no faltaba las ensaladas, el pan y las graciosas.
Eran una familia grande por lo que la mesa era especial para que pudieran entrar hasta 12 personas, aunque como siempre eran siete o a lo sumo ocho esa era la cantidad de sillas que se encontraban alrededor de la mesa las demás estaban desparramadas por las habitaciones.
En la cena Laura no dejo de ver a Nico, lo cual le intimidaba bastante a este y lo hacía sentir incómodo. siempre que miraba para su dirección ella lo estaba mirando y le sonreía, en un momento en específico ella empezó a refregar su pierna con la de él, esto lo puso aún más incómodo, deseaba ir a su casa. Siempre le gustó Laura pero que le estuviera prestando atención después de tres años le resultaba extraño y no sabía cómo reaccionar a eso.
La charla era amena, todos disfrutaban contando cómo la pasaron el día anterior en el festejo y riendo de algunos acontecimientos ocurridos.
Juan contó como en toda la noche uno de los hijos de los Perez, Mateo no quiso despegarse de Laura, tenía al igual que ella dieciocho años recién cumplidos e iban en el mismo curso en el colegio.
Los cuatro hermanitos no perdieron oportunidad para cargarla con Mateo y reírse de la reacción de ella, la cual tenía las cejas alzadas y los brazos cruzados, totalmente enojada, querían que se callaran todos, como le hacían eso con Nico al lado, sus hermanitos no sabían sobre que era su pareja destinada pero su padres si, como le hacían eso. Estaba furiosa
Nico ante la anécdota apretó las manos bajo la mesa totalmente furioso y celoso. Planeaba en su mentes mil maneras de matar al tal Mateo, él lo conocía, había ido un par de veces con Laura a buscar libros a la biblioteca donde él trabajaba, pero nunca pensó que la relación entre ellos fuera más que amistad, ahora lo dudaba y eso lo ponía aún más celoso. Sabía que sus celos no tenían fundamentos porque no salía con ella, pero eso no le importaba mucho a sus sentimientos.
-Ella tratando de salvando la situación y queriendo que él no piense mal dijo- somos solos amigos, él no me gusta para nada, a mí el que me gusta es otro -miró a Nico
No sabía que podía estar a un más celoso que momentos antes, pero ahora lo sabe porque lo está. ya ni esperanza le quedaban con Laura, ellas las había eliminado, le gustaba alguien más. Su postura en la silla era cabizbaja, con los puños apretados en sus muslos y si se hacía silencio se podían oír sus dientes chocar uno con otros. Tenía que saber quién era la persona que le gustaba a Laura, estaba seguro que podría persuadirlo, él encontraría la manera.
Nico nunca se dio cuenta que Laura estaba hablando de él.
En ese momento suena el timbre de la casa, eran las once de la noche, nadie imaginaba quién era, aunque todos excepto Nico tenían un buen olfato había demasiadas personas en la casa y el aroma de la comida no ayudaba demasiado.
Juan fue el que se acercó a abrir la puerta, del otro lado se encontraba Nacho (Ignacio), otro compañero de la secundaria de Laura.
-el chico fue el primero en hablar- buenas noches señor, podría salir Laura a dar una vuelta por el bosque, vamos a ir varios -señala detrás de él a varios chicos/as- vamos a jugar un rato en nuestra forma animal - todos eran cambia formas de alguna especie.