Las semanas pasaron con momentos hermosos con Tyler, me había hecho varios regalos, ya toda la universidad sabía que él y yo éramos novios. Supongo que Sally no lo tomo muy bien porque siempre que me ve me da una mirada de odio, Sally me recordaba a las perras esas de los libros que siempre quieren robarse a los novios de las protagonistas porque siempre le han gustado, pero eso no pasara, ni en sueños (o mejor dicho pesadillas). Tyler era muy dulce, no había conocido esta parte de él, la verdad para no tener mucha experiencia era un novio increíble, era tan atento y eso me encantaba. Recordé a Adam, me dieron ganas de vomitar, no sé porque pero me llego a la mente, Adam nunca fue así, los primeros días había sido algo atento, pero las siguientes semanas, el lo arruino todo, yo estaba enamorada de él, o al menos eso creía yo, porque lo que siento por Tyler es más de lo que llegue a sentir por él, Adam era un imbécil, no merecía ni siquiera estar en mis pensamientos, creo que Sally y el harían linda pareja, me reí ante la idea y Tyler me miro y sonrió mostrando esos hoyuelos que tanto amaba, ahora que lo pienso amo todo de él
– ¿En qué estás pensando muñeca?–Pregunto
–En ti–Murmure. La mirada de Tyler se intensifico, me dio un pequeño y breve beso
–Eres tan linda, como una muñequita, mi muñeca–Me sonroje y lo codee.
–Vayamos a caminar ¿Te parece?–Dijo él
–Claro–Él se levanto de la cama y extendió su mano para que la tomara, yo lo hice.
Nos dirigimos a la puerta, me encantaba caminar con Tyler, a veces lo hacíamos en silencio, pero no importaba, nada más su presencia era perfecta. Ya estábamos caminando
– ¿Muñeca?
– ¿Si?
– ¿Él te lastimo mucho?–Pregunto y me miro, yo me detuve, pero rápidamente comencé a caminar de nuevo
– ¿Hablas de Adam?–Asintió–. Sí, lo hizo, él me destruyo, fue mi primera ilusión y la arruino, fue terrible–Mire al suelo sonrojada ¿Por qué me preguntaba esto? Lo mire–. ¿Por qué lo preguntas?
–Porque... Solo curiosidad–Se encogió de hombros–. Es un gran imbécil para dejar ir a una chica como tú. –Se coloco delante de mí y paso su mano por mi mejilla, deslizo los dedos hasta la barbilla y me levanto la cara, para que lo mirara–. Dejo ir a una chica tan hermosa, genial, con sentimientos hermosos, inteligente y fuerte, sobre todo fuerte, y valiente–Hizo una mueca–. Pero ya no puede hacer nada, porque eres mía–Sonrió, sus ojos se profundizaron y yo me sonroje, y sonreí
–Soy tuya–Su mirada se intensifico aún más, me miro por unos segundos y luego me beso, un delicado y tierno beso, cuando se alejo me miro y se coloco a mi lado tomando mi mano y seguimos caminando, hablar con Tyler era lo mejor, para mí lo era.
***
– ¿Quieres irte?–Me pregunto Tyler en el columpio a mi lado. Negué con la cabeza–. Pero es tarde muñeca, debes estar cansada–Asentí
– ¿Lo ves? Vámonos–Se levando y me tendió su mano, yo la tome, nos fuimos a casa en silencio, absortos en nuestros pensamientos, la verdad nunca creí que yo podría ser la chica que enamoro al chico que nunca se enamora, es realmente increíble, no sé porque le gusto a Ty, pero eso no importa porque yo tampoco sé porque me gusta, o como me enamore de él, cada día que pasa lo amo más, y solo han pasado unas semanas, que serán unos meses, esto era nuevo para mí, ni siquiera con Adam me había llegado a sentir así, es difícil confiar después de que alguien te engaña y te rompe el corazón, pero... Con Tyler es diferente, estoy siguiendo a mi corazón, espero que no me falle, no podría lidiar con eso. Cuando llegamos a la casa, revise mi teléfono y tenía un mensaje de Lena, decidí llamarla, repico dos veces y atendió
Hola Gigi
¡Lena!
¿Donde han estado Tyler y tú?
Salimos a caminar
Aun estoy en shock
¿Por qué?
¡Tú y Tyler Jacobs son novios!–Grito al otro lado de la línea, y yo me reí
Lo sé, es una locura
¿Angie? –Dijo con seriedad en su tono
¿Sí?–Respondí inquietamente
¿No te da miedo que Tyler te lastime?
Sí, me aterra, pero cada día me demuestra que no es como Adam, o al menos eso creo–Murmure. Al otro lado de la línea se escucho la voz de Louis llamando a Lena
Oye perra, me debo ir, hablamos mañana, te quiero
También te quiero Lena, adiós. Colgué la llamada, Tyler salió del baño
– ¿Hablabas con Lena?–Preguntó
–Sí, así es–Me levante de la cama poniéndome de pie frente a él, nuestras miradas se encontraron, y de pronto sentí que el aire en la habitación se acababa, él se acerco más de manera que tuve que subir mi barbilla para mirarlo, puso sus manos en mis caderas
–Cuando me miras así, Dios, no sabes lo que me causas muñeca–Murmuro rosando sus labios por mi mandíbula, yo me reí entre dientes, pero sentí el calor viajar a mis mejillas
–Yo solo te contemplo, contemplo al chico que amo, que es jodidamente atractivo–Trace un camino por su mandíbula con mi dedo, cerró los ojos y cuando los abrió, eran de un marrón profundo, un hermoso marrón
–Eres... Tan... Especial... Para... Mi–Dijo dándome un breve beso por cada palabra, luego me dio un beso en la frente
–Vayamos a dormir muñeca, necesitas descansar
– ¿Qué hay de ti? Tú también debes descansar
–Me importa más que tú estés bien, que yo–Dijo rosando sus labios con los míos y sentí mis mejillas colorarse, antes de dormir quería ducharme, así que...
– ¿Te vas a duchar?–Pregunto Tyler como si pudiera leer mis pensamientos, asentí, se acerco de nuevo a mí con un paso airado, yo ladee con la cabeza, se detuvo frente a mí, lo mire, me beso, primero un toque ligero y tierno, pero luego profundizo el beso, haciendo que mi corazón latiera muy fuerte contra mi caja torácica, cuando se retiro su respiración era entrecortada, al igual que la mía, tomo las trabillas de mis vaqueros jalándome con él hasta que choco contra la cama, tomo mis caderas y me levanto y yo enrolle mis piernas alrededor de sus caderas, y se sentó en la cama yo quede sentada en su regazo, choco sus labios contra los míos en un beso, ese beso me llego hasta lo más profundo de mi alma, metió su mano por el borde de mi franela, me sobresalte al sentir su tacto en mi abdomen, una tenue corriente eléctrica viajo por mi piel, él me beso de nuevo, más suave, más tierno, sus dedos de deslizaron hacia arriba lentamente, enviando pequeños escalofríos, subió mi franela y la saco por encima de mi cabeza, me miro, con esos ojos cafés, profundos, su mirada, recorrió cada centímetro de mi alma o al menos así lo sentí, se alejo y me miro, su mirada me recorrió y se detuvo en el botón de mis pantalones, lo quito y empezó a maniobrar para quitármelo y yo me incline para ayudarlo en el proceso, cuando ya solo estaba en ropa interior, solo me miro, me miraba de una manera que me hacía sentir que me estaba contemplando, sentí que mis mejillas ardían, él me beso de nuevo, lento y tierno, pero luego profundizo el beso, dejándome sin aliento, cuando se retiro hizo un camino de besos hasta mi oído, podía sentir su aliento en mi oreja