Mi semana había sido una tortura.
Tener que ver a Adam todos los días lo era, por suerte no habíamos hablado, ni por casualidad. Tyler se había mantenido alertado, los celos de Tyler por Adam crecían cada día, no soportaba la idea de que yo estuviera cerca de él, eso nos había traído varios problemas, eran estúpidos, peleas tontas, pero sin embargo dolían, eran molestas, Adam había estado trayendo muchos problemas, y sinceramente ya estaba harta de él, alguien interrumpió mis pensamientos, sacándome de mi trance. Era Tyler
– ¿Muñeca? Oye tierra llamando a Angie Pressly
–Lo siento Ty, sí ¿Dime?–Hable
– ¿Qué tal si vamos a comer helados?–Pregunto él
–Claro Tyler, vamos–Dije sacando las llaves del jeep de mi bolso, él en un movimiento rápido me las quito de la mano y salió corriendo al lado del conductor, rodé los ojos y me monte en el asiento del copiloto. En cuanto estuve dentro encendí el reproductor, cambie las canciones hasta que deje una que me sabía, empecé a tararear la canción y Tyler me miro sonriendo, continuo un pedacito y yo me reí entre dientes, tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos, de manera que quedo manejando con una sola mano, beso mi mano ya entrelazada con la de él y se las llevo a su pierna, siguió manejando. Después fije la mirada por la ventana y me perdí en mis pensamientos.
Aún no entendía porque Adam estaba aquí, porque de repente llego aquí, él tenía su vida en Seattle, aún no entendía que vino a buscar en Portland, la verdad Adam me daba muy mala espina, el miedo que sentí al verlo no fue normal, fue el mismo miedo que sentí al ser acechada y no es nada bonito. Está semana había sido estresante y yo no le había contado nada a Tyler, ni lo que he sentido, nada, creo que eso es lo que lo tiene así, quiere saber que sentí al verlo... Nuevamente alguien interrumpió mis pensamientos, Tyler hablo
– ¿Angie?–Dijo mirándome
– ¿Sí?–Hable con un hilo de voz
–Has estado muy pensativa últimamente–Dijo y me dio una mirada de soslayo
– ¿En serio?–Fingí sorpresa, pero tenía razón
–Si muñeca, no me digas que es por...–lo interrumpí
–Vamos Tyler, no empieces–Dije, él de dio un golpe al volante furioso, abrí los ojos
– ¡Maldición Angie! No hablas conmigo, desde que llego Adam no me has dicho como te sientes y eso me enfada, me hiere, es como si no me tuvieras confianza. –Dijo exasperado, en su rostro se notaba la furia, él tenía malditamente la razón, mis ojos se cristalizaron, sus rasgos se suavizaron
–Oye oye–Suspiró–. No llores muñeca, no es eso lo que quiero, lo siento, es sólo que... Necesito que hablemos, que te comuniques conmigo, sólo eso–Dijo
–No, tienes razón–hice una pausa y mire a mi alrededor, ya estábamos estacionados en la heladería–. Prometo que hablaré contigo, sólo que no ahora, vayamos y comamos y luego hablamos ¿Si?
–Está bien–Dijo él
Salimos del auto entramos a la heladería, en realidad era como un café, lo cual me encantaba, nos sentamos en una mesita de dos. Una mesera, muy linda por cierto, llego a tomar nuestra orden, en cuanto vio a Tyler le dio una sonrisa coqueta, con mucha picardía anoto nuestras ordenes y se fue moviendo sus caderas, levante mi ceja y mire a Tyler con cara de pocos amigos
– ¿Qué?–Dijo él riéndose con cara de inocente, levante ambas cejas aún seria–. Oye muñeca, no tengo culpa de que se haya insinuado.
–Oh, y a ti te gusto mucho eso–Dije enfurecida, él adoptó una pose seria al ver que en serio estaba molesta
–Vamos muñeca, sabes que no me interesa eso, sólo tú.
–Si claro, ¿Cuanto cobras? ¿Aceptas créditos?–Dije sarcástica, el levantó ambas cejas
–No hacía falta el sarcasmo ¿Sabes?–Rodó los ojos
Bufe y él me miro
–Vamos Angie, no te enojes, no fue mi culpa–Dijo derrotado
–No es que sea o no sea tú culpa, es que me da impotencia que las chicas se te insinúen, es como que "Hola, yo soy la novia" y me estresa Tyler–Dije exasperada, él me miro con entendimiento
–Bien, la pondré en su lugar–Dijo y como por obra del espíritu santo en ese momento la mesera trajo nuestras ordenes y le sonrió a Tyler
– ¿Algo más?–Dijo ella, abrí mi boca para responder con algo prepotente pero Tyler me interrumpió
–No creo, ¿Tú quieres algo cariño?–Dijo con ímpetu en 'Cariño' y por primera vez la mesera poso su mirada en mi, sonreí con suficiencia
–No, creo que así está bien...–Hice una pausa y la mire levantando la ceja con superioridad–. Por ahora–La mesera se fue a regañadientes. Tyler y yo soltamos unas grandes carcajadas, luego nos dedicamos a comernos nuestro helado y a conversar de cosas irrelevantes. Levábamos aproximadamente 2 horas hablando, él me mira
– ¿Quieres algo? ¿Café?–preguntó
–Café, si–Dije. Él le hace señas a la bella y hermosa mesera *Nótese el sarcasmo*
Ella llega enseguida
–Nos puedes dar un Late de vainilla y un...–Me mira
–Mocaccino–Respondo por él, ella me da una mirada de pocos amigos y se va a preparar nuestros cafés.
–Con éste café empezáremos nuestra conversación seria–Dijo y me miro, le sonreí sin mostrar los dientes. Unos minutos después la mesera llego con nuestros cafés, lo mire.
–Bien muñeca, soy todo oídos–Dijo. Y ahí comenzó mi historia, empecé a contarle todo, lo que sentí al verlo, el miedo, absolutamente todo, unas cuantas lágrimas se escaparon en todo eso, hablamos y hablamos, por horas y horas, hasta que se hizo tarde y nos fuimos al departamento.
***
3 días después
Habían pasado los días tranquilos a pesar de que Adam estaba alrededor, Tyler y yo no habíamos tenido más peleas, por lo menos referentes a Adam, no. Adam me daba miedo, estaba aquí como con un propósito y yo lo quería averiguar.
Gire los ojos.
–Me hace ver gorda, Angie–Dijo mi amiga yacía en el probador con un vestido que se le cernía al cuerpo resaltando todas sus curvas.