– ¿Tienes muy seguido esas pesadillas?–Pregunta Tyler.
–Solo cuando estoy sola, bueno o cuando estoy con alguien con la que no me siento segura, lo cual no pasa muy seguido, fue horrible
–Me imagino, debió ser aterrador–dice Lena
–Ahora no sé qué hare tú te quedaras aquí un tiempo y yo no creo poder quedarme de nuevo sola
–Muñeca, quédate en mi casa–Propone Tyler, lo miro sorprendida
–Oh, no Tyler, somos amigos, pero no puedo quedarme en tu casa
–Vamos muñeca, ya debes confiar en mí, ¿Cuándo entenderás que no me quiero meterme en tus bragas?
–Las demás personas hablaran y dirán que me estoy acostando contigo
–Que se vayan a la mierda, muñeca, tú y yo sabemos que no será así–Dice rodando los ojos, en ese momento no sabía qué hacer, ¿Confío en Tyler? Por supuesto, ya me ha dicho mil veces que no se quiere acostar conmigo, pero la gente hablaría y diría que nos acostamos, no puedo creer lo que voy a hacer
–Está bien, me quedare en tu casa–Digo por fin, Louis y Lena me miran algo sorprendidos, no los culpo, tampoco creí que alguna vez me quedaría en su casa, me levante del sofá y me giré para mirarlos
– ¿Qué? Dejen de mirarme así
–Oh, nada Gigi, no es nada–Dice Lena sonriendo de oreja a oreja, Lena tenía está loca fantasía que consistía en que nuestras parejas fueran familia o muy unida, lo sé, mi mejor amiga es demente. Los ojos de Tyler quedan en los míos
–Creo que ya deberíamos irnos, Ty–Digo y en cuanto la palabra “Ty” salió de mi boca sonrió, mostrando dos profundos hoyuelos, una gran sonrisa, amplia y hermosa, mostrando casi todos sus dientes blancos y perfectos.
– ¿Qué es tan gracioso?
–No es nada, muñeca, vámonos, debes estar cansada–dice aun con una sonrisa tonta plasmada en la cara, averiguare porque sonríe como un idiota cuando digo “Ty” ya lo verán. Nos despedimos de Lou y Lena, salimos del apartamento de Lou, caminamos unos cuantos pasos y ya estábamos en el suyo. Estábamos allí parados frente a la puerta uno frente al otro.
–Entonces…–Dice él–. Esta es mi casa–Gira la manilla y abre la puerta, hace señas para que pase y como la chica obediente que soy –Que chiste– paso, permanecí en silencio, estaba parada frente a un sofá marrón viejo y desgastado, sin decir una palabra, había una pequeña cocina eléctrica en una encimera de mármol un refrigerador y algunas ollas, todo un apartamento de soltero, habían algunos posters de cervezas y bandas y chicas sexys, me quede mirando toda la sala, olía a él, él simplemente olía a jabón de baño(Muy característico, como a menta), colonia y un poco a cigarros, lo mire y él me estaba mirando fijamente.
– ¿Qué te parece?–Pregunta. Arrugue la nariz
–Lindo…–Hago una pausa mirando a mí alrededor–. Muy de soltero–Lo miro y sonrío, él me devuelve la sonrisa
–Supongo que dormiré en el sofá–Murmuro. Me mira con los ojos un poco abiertos
–No–Protesta–. De ninguna manera–Se acerca a mí de manera que quedamos cara a cara a escasos centímetros, él era mucho más alto que yo, mi cara daba con su pecho, por lo que tenía que subir mí barbilla para poder encararlo, me mira con un brillo en esos ojos cafés y hermosos y sus largas pestañas, aún molesta, el idiota tiene más pestañas que yo, un pecado
Nos quedamos ahí varios segundos mirándonos mutuamente, parpadeo y siento mis mejillas ruborizarse y miro a otro lado porque ya resulta algo incomodo, él toma mi mano
–Ven–Dice casi susurrando, su voz es dulce algo juguetona, caminamos por el pasillo hasta que estuvimos frente a una puerta–.Esta es mi habitación, muñeca–Abre la puerta. Había una cama –Obviamente–, y sorprendentemente estaba tendida, pensé que su cuarto sería un desastre, pero no es así, eso se veía en la oscuridad, él encendió la luz y si esta tendida, era muy tarde y estaba cansada, me tire en la cama
– ¿Dónde dormirás tú, Ty? –pregunto y ahí estaba de nuevo esa sonrisa bobalicona, que mostraba sus hoyuelos
–Justo aquí –Dice tumbándose a mi lado. Me giro con los ojos muy abiertos para mirarlo
– ¿Hablas en serio? –Digo en tono alarmado
– ¿Aun no confías en mi, muñeca?–Pregunta pareciendo dolido, pero todo es parte de su drama
–No es eso… es solo que…–Tartamudeo, mierda…
–Ya te he dicho mil veces que no intentare nada contigo muñequita, solo imagina que no estoy aquí –Dice, me parecía mala idea, él era un chico y hablarían del hecho que dormíamos juntos, bueno en realidad no juntos, juntos, sino uno al lado del otro. Creo que así diga que no me importa lo que digan los demás si me importa, pero… No pasaré toda mi vida preocupándome por todo