Nuestro pequeño error.

CAPÍTULO 21: Una noche contigo. ✔️

Capítulo 21: Una noche junto a ti.
MICHAEL
—¿Qué haces aquí, gafitas? —preguntó ante su mirada desconcertada.
—T-tú, —dice confundida y entrecortadamente— ¿qué haces aquí? —pregunta.
—Un pajarito cantor, —alzó mi mano hasta apoyarla en su mejilla y acariciar esa suave piel, en un impulso me inclino colocando una mano en su cintura y acercándola a mí antes de susurrar en su oído— me contó que una preciosa chica se encontraba en este sitio.
Ella se sonroja y no puedo controlar la sonrisa.
—¿Qué haces, Michael? —pregunta intrigada y la mención de mi nombre me hace sonreír.
Sé que ella me recuerda. Esta situación y todas mis palabras, además estoy seguro de que mi hermana le ha servido un trago tras otro, de hecho al llegar estuve un tiempo observándola y pude verlo con mis propios ojos.
Colocó un dedo en sus labios cuando me incorporé antes de que continuara hablando.
—No. Esta noche no. Después hablamos todo lo que quieras. Olvida todo lo demás. Solo somos nosotros esta noche. —aseguró antes de tomar sus caderas y acortar la distancia que aún existe entre nosotros para comenzar a movernos con el ritmo.— Solo esta noche. Mañana regresaremos a la realidad, ¿sí?
Me mira durante más de unos segundos, demasiado diría yo, antes de sonreír y asentir. Le devuelvo la sonrisa mientras nos dejamos llevar.
☆☆☆
TERRY
—¿Ese es quien creo que es? —pregunta Thony llegando con la otra ronda de tragos.
Observo a mi hermano en la pista junto a Mía antes de volver la mirada a Thony.
—Creo que sí. —afirmé.
Thony se deja caer a mi lado y lleva una mano a su boca convirtiéndose en la perra dramática de siempre.
—No jodas. El sospechoso está aquí. —aseguró logrando que yo le observe confundida y descolocada por sus palabras.
—¿Cómo has llamado a mi hermano? —le pregunté alzando una ceja. Thony pasa saliva mientras me observa buscando una manera de salir de esta situación.— Thony, suelta la lengua.
—Bueno... es que...
—¿Es qué qué? —preguntó exasperada.
—Nosotros sospechábamos que Michael es el padre de Noa. —soltó dejándome con la boca abierta y no precisamente por esa verdad, más bien por la sospecha— Pero Mía no recuerda aquella noche, así que no era más que una sospecha.
Le miro anonadada y después a la silueta de mi hermano y Mía en la pista para regresar a él. De pronto no puedo evitar soltar una carcajada al ver el chiste en toda esta historia.
Thony me observa con la cara descolocada por la risa para después fruncir el ceño.
—¿Se puede saber de qué te ríes? —me pregunta.
—Es que... —intento controlarme— cómo decirlo. —Busco una forma de contar esta historia.— Se puede decir que tus sospechas —le señalo— son más que ciertas.
Thony analiza mis palabras por un segundo antes de volver a descolocar su rostro, a lo que yo solo vuelvo a reír. Después de unos largos minutos en los que yo solo río y Thony no mira a la nada, él se inclina y toma uno de los chupitos en la mesa y se lo toma de un trago antes de volver a inclinarse y tomar una de las cervezas.
—Mierda. —susurra.
☆☆☆
MIA.
Llevo un rato recostada en su pecho, dejándome llevar pero sin seguir el ritmo atronador de la música. En realidad solo somos nosotros dos en medio de un mar de gente, pero es como si no estuviese nadie.
La sensación de paz y seguridad es inmensa dentro de mí. Sentir su cercanía, su presencia, todo revoluciona mis sentimientos.
Quién me diría que estaría aquí, casi 5 años después, con el padre de mi hija, quien era un desconocido para mí y desde las últimas semanas había estado más cerca de mí de lo que imaginaba.
No vayas por ahí, Mía, recuerda que esta noche solo somos nosotros; mañana volveremos a la realidad. Y esa seguridad fue abrumadora para mí.
—¿En qué tanto piensas? —pregunta justo en mi oído, haciendo que busque su mirada.
—En lo magnífico que se siente esto. —aseguro sacándole una sonrisa.
—Tienes razón. —asegura él— Es magnífico tenerte así. Conmigo.
Sonrío plácidamente ante su comentario y continuamos bailando, esta vez sin apartar la mirada.
Pasa mucho tiempo cuando vuelve a hablar y la promesa de sus palabras me emociona y saca mis nervios a relucir, mientras yo no tengo la menor idea de qué hacer.
—Vámonos de aquí.
Sonrío nerviosamente y estoy segura de que sabe lo nerviosa que me encuentro, aún y todo media borracha, pero estoy segura de que confío en él y que nunca me haría daño.
—Hay que ir por mi bolso y decirle a los chicos.
Veo la sonrisa de satisfacción en sus ojos antes de arrastrarme por la pista en busca de mi bolso.
Cuando llegamos, Thony me observa sonriente y me guiña un ojo, mientras Terry solo sonríe y mira la unión de nuestras manos.
—No vayan a hacer nada indecente. —Nos dice Thony a unos pasos de distancia, logrando que yo me enrojezca de vergüenza.— Y usen protección.
Siento mi cara arder aún más y dejo caer mi mirada hasta el suelo. Estoy segura de que Michael está sonriendo en estos momentos.
Al llegar a la salida, el chico de antes me espera con mi abrigo, quien me dedica una pequeña sonrisa mientras me ayuda a ponérmelo. Veo cómo Michael lo mira con mala cara desde la puerta.
Cuando termino de ponerme el abrigo, voy a su encuentro y este no tarda nada en tomar mi mano y arrastrarme aún más cerca de él, seguro intenta demostrarle algo al chico.
—Tendré que acostumbrarme a esto. —dice mientras me acaricia la mejilla.
—¿A qué exactamente? —pregunto.
Dios, en serio no me puedo creer que esté coqueteando con Michael.
—Pues a que todos te coman con la mirada. Como lo hacían en la pista. —dice y estoy segura de que no hay ni una nota de broma en su voz— Suerte que he llegado a tiempo para impedir que se te fueran encima. —dice mientras se inclina y deja un beso húmedo en mi cuello antes de acercarse a mi oído y susurrar— No me gusta que las demás personas toquen lo que es mío. Ni tan siquiera mirar.
Su susurro provoca un escalofrío en mi cuerpo que hacía años que no sentía, a la vez que comienzo a sentir cierta humedad en cierta parte de mi cuerpo. Su sentido de posesión me sorprende, pero a la vez me encanta.
Michael se aparta un poco y toma mi mano, salimos del bar. Caminamos calle abajo por unos minutos hasta llegar a un precioso AUDI R8 que se encuentra estacionado junto a la acera. Veo cómo Michael saca el mando a distancia de uno de los bolsillos de su chaqueta y, poco después, las luces parpadean y me quedo con la boca abierta.
—¿En serio tienes este auto? —le pregunto algo emocionada.
—Es uno de mis bebés. —asegura él mientras abre la puerta del copiloto.
—¿Me dejarías conducirlo? —pregunto mientras me acerco a él, intentando parecer seductora.
Sonríe mostrando todos sus dientes.
—Quizás algún día, —y juro que mi vida se ilumina— cuando no tengas ni un grado de alcohol en tu sistema.
—Me parece bien. —digo.
Michael coloca sus manos en mi cintura y me arrastra hasta que no hay distancia entre nuestros cuerpos.
—¿Sabes lo que me parece bien a mí? —pregunta seductor. Niego suavemente y él sonríe antes de inclinarse.— Tenerte aquí. Solo para mí.
Termina la corta distancia entre nuestros labios, sellándolos y llevándome al cielo y al infierno al mismo tiempo. Poco a poco comienzo a corresponder a su beso, aunque queda bastante claro quién está al mando.
Nuestros labios unidos son una explosión de sensaciones y cuando nuestras lenguas se unen y comienzan un juego sensual, no puedo evitar apretarme contra él buscando más contacto de piel. No tengo idea de lo que me pase con este hombre, pero estoy deseosa de estar a solas y poder deshacernos de todo lo que nos impida sentirnos, incluyendo a todas aquellas capas de tela que nos separan en este momento.
Michael detiene el beso suavemente, pero no se aleja, mientras los dos buscamos recuperar nuestra respiración habitual. Nuestras frentes están unidas, mientras que lo único que se escucha es nuestra respiración errática.
El primero en recuperarse es Michael, quien me separa suavemente y me obliga a meterme en el auto. Cierra de un portazo mientras yo sonrío. Le da la vuelta al auto y entra al auto murmurando cosas por lo bajo.
—Larguémonos de aquí. —Esto último sí lo logro escuchar y no puedo evitar soltar una carcajada mientras él enciende el auto y salimos a las calles de la ciudad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.