Nuestro pequeño infinito

Capítulo 4

Agustín Harris.                 

Estaba en mi habitación sólo no sabía que hacer, pensaba en aquella chica que no me juzgó, sentía dolor igual que yo lo vi en sus ojos, hablaba de la vida diferente, escondia algo y me gustó hablar con ella, ya no hacía eso desde hace años, como sólo hablaba con mi hermana, ella igual me recordaba a mi lisset, tenía una sonrisa hermosa, que iluminaba todo, tuve una idea.. 

Llamó a Luz, quería pedirle el número y la dirección de Kendra 

-Hola, Luz

+Hola, Agus cómo estás 

-Bien y tú. Sólo quería preguntarte si tienes el número y la dirección de la chica nueva 

Preguntó 

+Bien tambien, si tengo pasa algo? 

-No, sólo quiero llevarle algo que se olvidó en la camioneta 

+Ah claro entiendo, te lo pasó por WhatsApp te parece bien 

-Si me parece bien, gracias Luz  

+De nada, cuidate 

Dice para luego colgar 

Luego de unos minutos, me llega un mensaje, dónde estaba su número y dirección, agarro mis llaves y bajo las escaleras 

_Agustín a dónde vas a estás horas - Preguntá mi padre 

_A casa de un amigo 

_Es muy tarde, no te parece 

_Está bien, papá no te preocupes sólo será un momento 

_Hijo, cuidate y no cometas ninguna locura por favor 

_No te preocupes - Digo mientras abro la puerta y me dirigo a la camioneta, colocó las llaves y me dirigo a la dirección, su casa no estaba tan lejos según la dirección que me pasó Luz, solo estaba a unos minutos de aquí

                                 Kendra Markey
Seguía sin poder dormir, me levantó para ir al baño a buscar las pastillas para dormir, los uso cuando siento mucho dolor, entonces las tomo y poder dormir tranquila, ahora no sentía dolor, sólo quería dormir un poco, vuelvo a mi cama veo algunos libros para leer mientras intento que me llegue el sueño, levanto un poco la mirada hacia mi closet dónde estaba mi guitarra, hace tanto tiempo que ya no la uso, cuando tenía diez años me encantaba usarla y cantar, luego con los pasos de los años no quise volver a tocar ni cantar 

Estaba leyendo el Principito, nunca entendí porque de los hechos, quizás porque no sentía amor o nunca me arriesgue por una persona o no lo sé y quizás nunca lo entienda, pero me gustaba leerlo de igual forma 

Estaba concentrada, hasta que escuchó ruidos en mi ventana, eran como piedritas golpeando el cristal 

Senti un escalofrío, no sabia quién era y no dudo en mirar por la ventana, veo una camioneta en frente de mi casa y un hombre parado, lo observó analizandolo, me parecía conocido y veo que me alza la mano 

_Es Agustín - Digo sorprendida mientras sigo mirando 

Bajó lentamente por las escaleras, caminando de puntitas para no despertar a mi padres era como las una de mañana, no entendía que hacía a esa hora en mi casa 

Abro despacio la puerta y salgo 

Sin más le preguntó 

_¿Qué haces en mi casa lanzando piedritas a estas horas? - susurró, como si mis palabras despertarán a todo el barrio 

_Es qué dejamos una plática pendiente - Dice mientras se sienta en la vereda, yo sigo con la mirada cada movimiento que hace 

_Sii pero se supone que la íbamos a retomar la otra semana 

_Lo sé - Me mira sobre los hombros - Pero solo tenía curiosidad, y como no podía dormir me atreví a venir 

_Y cómo conseguiste mi dirección 

_Le pedí ayuda a Luz la coordinadora - Sonrió 

_Eres rápido - Él sonríe - Entonces porqué estabas tan seguro de que ibas a morir cuándo te lo pregunté - Me siento a su lado

_De verdad quieres saberlo. Pregunta, asiento con la cabeza y me mira - Está bien, hace 3 años murió mi hermana - Mi sonrisa se borró con su confección - Fue en un accidente dónde yo estaba manejando, desde ese momento mi vida no volvió a ser la misma, con su partida yo también morí, nada volvió a ser igual - Sus ojos estaban cristalizados - Aún me duele y mucho mis padres no han sido los mismo y no me culpan pero se que en el fondo no me perdonan, solo soy un peso para ellos - Agarró sus manos - Y desde ese momento he intentado quitarme la vida pero cuando llega el momento simplemente no puedo - Cierra los ojos, bajando la cabeza, me quedó un momento en silencio sentía mi boca seca, veía dolor aún en sus ojos 

_Lo siento Agustín, se que estas palabras no sanarán tu dolor ni te hará sentir mejor la muerte de un ser querido nunca se supera - Lo miro - El dolor nunca se va, sólo se vive con el, nadie te dice cómo ni cuándo, nadie nos enseña en la vida a prepararnos para la muerte, no conocí a tu hermana pero estoy segura que no querrá que te quites la vida eso no te la devolverá pero para ti siempre, siempre, siempre estará aquí en tu corazón.No te quites la vida eso resolvera nada, piensa en tus padres en la gente que te quiere - Lo veo llorar, lo abrazo - Estarás bien créeme, valora tu vida no sabes cuántas personas desean vivir y no tienen esa oportunidad - Sentía mis ojos aguados

_No te prometo nada, pero lo intentaré - Me mira - Y tú porque estabas tan segura de la muerte en tu vida - Pregunta, esquivó su mirada 

_Es difícil - Digo 

_¿Por qué? 

_A veces la vida no es justa, pero es la que hay, pero mira la hora estuvimos horas hablando creó que ya debo entrar - Cambió de tema, no quería que el me viera con lástima 

_Hablas muy técnico - Ríe - Pero me agradas 

_Tú también me agradas, no soy de tener amigos pero ya te considero uno - Lo besó en su mejilla, cierra los ojos 

_Tienes razón ya es tarde - Mira su reloj - Nos vemos, cuándo sea la reunión en el grupo de caridad 

_Sii ahí estaré - Me despido, entro a mi casa y èl sube a su camioneta 

Cierro la puerta despacio y subo las escaleras tomó un vaso con agua y me acuesto 




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