Dahlia avanza hacia Cael con la cabeza en alto.
—Al parecer no le ha caído en gracia que yo sea la escritora —él no hizo nada por ocultar su desagrado, realmente Dahlia no le caía bien, su mirada recorrió su rostro, tenía finas facciones, su cabello color cobrizo iba atado en una cola alta, era delgada, vestia un poco recatada, llevaba unos lentes con una montura dorada, sus ojos de un tono color miel lo miraban con severidad.
—Es difícil de creer que alguien como usted —hizo un movimiento con la mano tratando de señalarla —Escriba estas historias —en el hermoso rostro de Cael, se dibujo una sonrisa burlesca.
Ella caminó con calma hacia el escritorio de Cael y toma la revista que estaba abierta en su historia.
—Según usted hay un estereotipo para ser escritor —declaró con amargura, la puerta se abrió después que escuchó a Cael dar la orden de que pasarán, la sonriente secretaria de Cael entró con una bandeja de plata, llevaba dos finas tazas, junto con la tetera a juego, ella coloca la bandeja en la mesa del café y se dispone a servirlo, Dahlia se sentía decepcionada, realmente el nuevo dueño era un hombre de las cavernas con pensamientos arraigados.
La joven una vez sirvió el café se retiró, dejando la atmósfera más pesada que cuando llegó, Cael se sienta y le hace señas a Dahlia que haga lo mismo, ella había llegado con el propósito de terminar relaciones con la Revista Feminizia, había averiguado que la Corporación Zimtex tenía planes de cerrarla, y como toda mujer cobarde que prefería lo seguro a arriesgarse, opto por abandonar el barco antes que se hundiera, tomó el platito donde descansa la taza, su pulso temblaba, a como pudo se controló.
Cael después de haber dado dos sorbos a su café coloca la taza en la mesa del café, desabrocha el botón de su saco, recuesta su espalda en el respaldo de su silla, cruza una pierna, sus ojos no se apartaban de ella
—Según me informan deseas marcharte de Feminizia —Dahlia no responde, aún sentía duda, le gustaba lo que hacía en la revista, pero honestamente no tenía el valor de quedarse hasta el final.
—Si —responde bajo
Cael no acostumbrada rogar, por Eira sabía que Dahlia era terca, no cambiaba de opinión fácilmente, así que no iba a pedir que se quedará.
—¿Harás tus días de pre aviso? —ella asiente —De esa manera me das la oportunidad de encontrar a un buen escritor.
Ella desvía la mirada hacia otro lado, ella misma estaba terminando la relación laboral con Feminizia, pero le dolía la indiferencia hacia su trabajo.
La puerta se abre, ven que se asoma una joven.
—¡Dahlia que alegre que andes por aquí—Eira termina de entrar, camina hacia Cael y extiende una carpeta —Cael, comparto la última encuesta —sonríe ampliamente —Feminizia está en el puesto número uno en esta semana. Mira esto —con su dedo da un golpe en la gráfica impresa que le ha compartido a Cael —Los lectores piden una segunda parte de la historia de Noah.
Dahlia mira las gráficas y luego a Eira.
—¿Segunda... seg.. —moja sus labios —parte?
Eira sonríe ampliamente.
—Así es, les han encantado tus historias y los lectores quieren saber más de Noah, llevábamos año y medio de no ocupar el primer puesto, hemos vuelto a posicionarnos —sonríe —Fue la mejor idea que he tenido de incorporar una historia de amor en la revista.
Cael clava su mirada en Eira.
—¿Fue tu idea?
—Así es, la incorporación de la novela en la revista fue mi idea, pero me inspiré cuando leí una historia de Dahlia, se puede decir que es mi bebé —se acerca a Dahlia —Sabía que iba a ser un éxito.
Dahlia sintió que su corazón se encogió al escuchar a Eira, su amiga estaba feliz, ella había llegado a romper el contrato con Cael y él había aceptado.
Cael tomó las gráficas, hojeo el informe y pudo ver los comentarios de los lectores, estaban encantados con la escritora Señorita amor.
Eira se ha sentado.
—Supongo se han reunidos por el contrato —Eira toma la mano de Dahlia entre las suyas —Si la Revista crecia, también aumenta el pago de Dahlia en un 30%, el contrato se vence en un año y tres meses —su amiga mira a Eira, no había leído el contrato completo.
Cael sube sus cejas.
—La Revista estaba a punto de quebrar —Eira se encoge de hombros —La llegada de la tecnología ha sustituido muchas costumbres, ya no es muy común el que lean, las Revista se ven más en las salas de espera de un dentista, una clínica, pero le volvimos a dar vida, con las historias de Señorita amor. Un dato más la identidad de Señorita amor, no puede ser revelada.
Eira había puesto sus condiciones en el contrato de Dahlia, para que su familia no se enterará que escribía, sus padres jamás estuvieron de acuerdo en que Dahlia perdiera el tiempo en la escritura, se negaban rotundamente en que Dahlia trabajará, ella debía prepararse para el papel de esposa, la inscribieron a tantas clases de niña, que ella sabía cocer, bordar, cocinar, tejer, tenía diplomas de cursos de La Esposa Perfecta. Si aceptaron dejarla trabajar fue con la promesa de que en cuanto encontrará al hombre que sería su esposo, debía dejar de trabajar para dedicarse a su hogar.
Dahlia no había tenido novio, Eira pensaba que era para no dejar de trabajar, conocía a sus padres.
Dahlia suspira profundamente, se daba cuenta que Eira había protegido sus intereses, incluso en las ganancias y ella le iba a pagar mal al irse de la Revista.
—Yo... —traga fuerte, debía decirle la verdad a Eira.
Cael se daba cuenta que no podía permitir que Dahlia destruyera la alegría de Eira, con el resurgimiento de la Revista.
—Se protegerá la identidad de Señorita amor e igual se cumplirá con el pago del 30% —Eira da suaves palmadas con las noticias. —Dahlia ¿considera que para el siguiente número pueda publicarse la segunda parte de la historia de Noah?