Dahlia sonrió al escuchar las buenas críticas a la segunda historia de Noah, ella trabajaba como secretaria en una empresa dedicada a la elaboración de productos de limpieza, su jefe un hombre que rondaba los cincuenta años, era una persona muy amable y había descubierto que le gustaba leer la novela de la revista Feminizia.
Ella entró para revisar la agenda del día siguiente, lo vio bien concentrado, así que espero en silencio, no había prestado mucha atención a lo que él leía, hasta que lo escucho suspirar y cerrar la revista.
—Me gustan los finales felices —ella se sorprendió un poco al ver que el hombre leía la historia —Siéntate Dahlia, hoy estoy de mejor humor —sonríe ampliamente, ella levanta su mano para ver la hora, está noche se reuniría con Alden, había tenido el valor para confesarle sus sentimientos borracho, ahora lo haría estando bien.
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—Me gusta —Ismail sonríe un poco al ver el restaurante, Cael lo había reservado toda esa noche, se sentó en una mesa frente al gran ventanal que era desde el techo hacia el suelo, podía observar el hermoso río que pasaba por allí, tomó su copa y dio un sorbo, mientras su mirada estaba perdida en la impresionante vista —¿No crees que es muy apresurado?
Cael sonríe un poco mientras se sirve del líquido dorado, se sienta frente a su primo.
—Ya te dije que no, ella es la elegida para ser mi esposa —posa su mirada en su reloj, la había citado esa noche a las ocho, colocó la cajita de terciopelo en la mesa y sonrió una vez más, esa noche, se comprometeria con una excelente mujer, miró hacia la entrada, no quería perder la reacción de Eira cuando llegará al restaurante.
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Dahlia sonríe un poco, no esperaba que Eira estuviera en el restaurante, deseaba confesar sus sentimientos a Alden.
Ambos se pusieron de pie cuando la vieron llegar, su mirada rápidamente se fija en sus manos, estaban tomados de la mano, levanta rápidamente la mirada hacia ellos y se da cuenta que estaban felices.
—¡Dahlia! —Eira esta efusiva —¡Debes ser la primera en saberlo!—la mirada que Eira le direje a Alden no pasó desapercibida para Dahlia, su corazón latió erraticamente, estaba pasando lo que tanto temía —¡Alden y yo nos hemos comprometido!
Ella sintió que su cuerpo temblaba.
—¿Comprometido?
—Vamos amor —Alden sonríe más —Dahlia —toma su mano —Imagino estas sorprendida, Eira y yo no reconociamos nuestros sentimientos, pero ambos nos amamos, no como amigos, es un amor entre hombre y mujer.
—Yo... —Dahlia sentía como si le hubieran golpeado el estómago y le sacaron el aire.
—Se que es algo sorprendente, ya tendrás tiempo de acostumbrarte —Eira estaba rebosante de felicidad.
Dahlia desvía la mirada, se alegraba por su amiga, pero no podía evitar que le doliera, toda la vida había amado a Alden.
Eira se lleva la mano a la boca.
—Lo olvidé, Cael me invito a cenar, me dijo que era importante—busca el móvil y le marca —No puede ser lo tiene apagado —mira a Alden —Cariño, debo ir, estoy segura es por el nuevo contrato.
Dahlia no supo en que momento se puso de pie.
—Yo... yo iré Eira, le diré que no has podido asistir a la cena, están celebrando, no dejes a Alden —seca sus manos sudadas en la falda de su vestido —¿Dónde es la cena? Daré el mensaje y regresaré a casa.
—¿Estás segura? —Eira se puso de pie, Dahlia asiente —Eres la mejor amiga —Dandole un abrazo, no pudo evitar mirar a Alden, nunca tuvo oportunidad con él, solo era su amiga, de toda la vida, agradecía que no le había dicho nada.
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—¡Abuela!—Cael se pone de pie y camina hacia la mujer mayor —¿Qué haces aquí?
—Olvidas que es mi restaurante preferido —Cael asiente —Está noche tenía ganas de comer mi postre favorito y me encuentro con la sorpresa que el restaurante esta cerrado por que alguien lo reservó, pregunté por curiosidad quién había sido y me enteró que fuiste tú —se apoya en su bastón —Me entró la curiosidad, de saber porque lo reservaste —su mirada recorre el local, hay velas encendidas, una botella de champagne en la hielera, hermosas flores.
—De todas formas pronto la vas a conocer —Cael mete las manos en sus bolsillos delanteros —Está noche voy a pedirle matrimonio a una extraordinaria mujer.
Su abuela se emociona, ella amaba profundamente a Cael.
—¿Quién es la afortunada? ¿Cómo se llama?
—Ella se llama... —frunce el ceño al ver entrar a Dahlia —Dahlia —la llama.
—Maravilloso nombre —su abuela exclama, Cael no esta prestando atención ¿Qué hacía Dahlia en el restaurante?
Ismail mira con sorpresa la situación, estaba a punto de irse cuando llegó la abuela, la iba a saludar para marcharse antes que la futura esposa de Cael apareciera, estaba seguro que su primo había dicho que la joven se llama Eira, y no Dahlia.
Cael se apresuró a la entrada, Dahlia se había detenido, al verlo con la mujer, abrió más los ojos al darse cuenta del ambiente romántico.
—¿Qué hace aquí? —le pregunta molesto.
—Lo siento, Eira trató de comunicarse con usted, pero su móvil está apagado —Cael frunce el ceño, sujeta de ambos hombros a Dahlia.
—¿Le ha pasado algo? ¿Eira está bien?
Dahlia asiente, Cael hablaba bajo, para que no escuchara su abuela.
—Lo siento, ella no puede venir, se acaba de comprometer con Alden —a ella le dolió decirlo, vio la sorpresa reflejada en Cael.
—Vamos querido —su abuela se acerca —Déjame conocer a tu prometida —la abuela se acerca a la pareja —Eres preciosa Dahlia.
Dahlia observa a la abuela y luego a Cael, ¿la había llamado su prometida?
—Abuela —Cael interrumpe —Ella...
—No sean tímidos, sólo deseo ver que le colocas el anillo y me marchó, me hace feliz ver que te casaras antes de morir.
Algo que a Cael no le gustaba escuchar era que su abuela mencionara la muerte, hacia un año atrás, ella estuvo muy enferma, la familia temía que ella se marchará.