—Es precioso —Dahlia estaba maravillada por el hermoso paisaje.
Cael sonríe.
—Lo es —mete sus manos en su abrigo —¿Te gusta?
Ella asiente con la cabeza sin dejar de ver a su alrededor.
—Aquí se respira tranquilidad ¿Quién vive en la casa de campo?
—Sólo los empleados —Cael se detiene —Henrik nos viene siguiendo a cierta distancia, voy a girarme hacia usted y la besaré, es lo que se espera de una pareja enamorada.
Ella muerde su labio inferior, debió hacerlo sin avisar, su corazón se había acelerada y no era precisamente por la caminata, él se gira con una enorme sonrisa en su rostro, sus ojos brillaban, su mano alcanza su cintura, atrayendola hacia él, ella no puso resistencia, quería engañarse así misma diciendo que era por que los estaban vigilando, pero en el fondo sabía que era porque le estaban gustando los besos de Cael.
Él la beso suavemente, ella suspira profundamente, pasándole sus brazos por su cuello, había aprendido a besarlo como él a ella, sus manos no dejaban de acariciar la nuca de Cael, deseo que el beso no terminará, pero él se separa, sus orbes se habían oscurecido, ella sabía que la deseaba.
—Lo lamentó —Dahlia se gira, Eira estaba con Alden, su amiga tenia las mejillas rojas —No sabía que estaban por aquí, lamentó haberlos interrumpido.
En ese momento entendió porque Cael había terminado el beso.
—No te preocupes —responde Cael, toma de la mano a Dahlia —Le muestro los alrededores de la casa de campo a Dahlia, mi abuela piensa que aquí puede ser un bonito lugar para celebrar la boda.
—¿Boda? —Eira pregunta —¿Piensan casarse pronto?
Dahlia no sabia que decir, una rápida mirada a Alden hizo que respondiera.
—Si, aún no tenemos la fecha definida, pero ya estamos buscando el lugar.
Alden la miraba como lo hacía Cael últimamente, en lugar de alegrarse se molestó, él era de Eira, no podía verla de esa manera.
—Vamos cielo —tomo más fuerte la mano de Cael —Nos vemos en el almuerzo amiga —se despide de la pareja y no suelta la mano de su prometido falso.
*****
—Honestamente no reconozco a Dahlia —Alden mete las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón —Todos estos años nos dijo solo mentiras.
—No han sido mentiras, simplemente no se había enamorado, tal vez estamos sorprendidos por que no le hemos conocido un novio, hacen una bonita pareja.
—¿En serio? Tenia la percepción que Cael Clayton estaba detrás de ti, a Dahlia ni siquiera la miraba.
Eira desvía la mirada hacia otro lado, sabía que Cael, estuvo tras ella, habían compartido unos cuantos besos en su auto, incluso ella estaba decidida a darse una oportunidad con él, pero Alden se acercó para confesar su amor, y ella se apartó de Cael. Fue una sorpresa saber que se había comprometido con Dahlia, había tenido sus dudas acerca de la relación, pero al verlos solos, donde no eran vistos por nadie, besándose, abrazándose, sus dudas se habían despejado y se alegraba por Dahlia.
—¿Seguimos en el paseo?
—¿No te arrepientes de haberme elegido? No tengo una fortuna, esta casa de campo pudo haber sido tuya —Eira sonríe.
—No, es más importante el amor que lo material.
Tomó la mano de Alden, él no dijo nada. Estaba confundido, no era justo para Eira, lo sabía, la culpa pesaba sobre sus hombros, había considerado a Dahlia una hermana, jamás la vio como mujer, quizás el hecho de que ella se había alejado de ellos, era lo que provocaba esa nostalgia en él.
—¿Me amas?—él asiente y la acerca a su costado.
—Mucho —depósito un beso en su cabello.
Eira no dijo nada, deseaba creer que solo estaba nerviosa y que su novio no sentía nada por nadie más.
***
—¿Te ha gustado?
—Si señora —responde Dahlia a la abuela de Cael.
—Puedes considerarlo para la boda —ella sonríe, realmente no iba haber boda, todo era una vil mentira.
—Buenas tardes —Soledad hace su aparición en el comedor, era una mujer muy bonita, llevaba su larga cabellera suelta, su suéter cuello de tortuga blanco realzaba su belleza.
La abuela dejó de sonreír, responde por educación, Henrik da un beso en la cabeza de su abuela, iban a almorzar, la familia de Cael todos conversaban entre ellos de negocios, vacaciones, gente famosa, Dahlia se dio cuenta que no tenía nada en común con esa gente.
—¿Me llevas a caminar después del almuerzo? —Soledad le pregunta a Henrik —No conozco los alrededores.
—Lo siento querida, debo ver unos informes con el señor Gallagher —mira a Cael —Llévala por mi a conocer el lugar —Dahlia escucha que le ordena a Cael.
—Creo no será posible —todos miran a Dahlia que se ha atrevido a contradecir a Henrik, Cael iba a responder, pero ella se adelanta.
—¿Porqué no? —pregunta Henrik de una manera que cualquiera se hubiera echado a correr.
—Por que yo soy su prometida, su futura esposa y él no está aquí para entretener a la mujer que sale contigo, no puedes mostrarle el lugar, que busque otra manera de pasar el tiempo, pero Cael no esta a tu disposición ni a la de ella.
Hubo un silencio incómodo en donde ni una mosca se atrevía volar cerca, una carcajada rompió el silencio, Cael sujeta la mano de su novia, mientras reía.
—Tú mujer puede esperar que termines tus asuntos, querido primo.
Henrik aprieta los labios con fuerza, no respondió al notar la sonrisa de satisfacción de la abuela.
Eira y Alden estaban sorprendidos, Dahlia siempre había sido la chica timida de los tres, nunca había alzado la voz, pero se habia atrevido a contradecir al temible Henrik Clayton.
El almuerzo transcurrió sin mayor novedad, Soledad estaba decidida a desquitarse por la humillación de la mujer, le iba arrebatar a Cael, iba acabar con ella.
Por la noche se dedico toda la familia a jugar juegos de mesa, Dahlia que no tomaba había decidido probar las bebidas que circulaban por las mesas, no podía quejarse se estaba divirtiendo.