Nuestro Tiempo

Capitulo IV

JAX MILLER

 

Tomé el rostro de Renata entre mis manos, porque para mí era Renata, no era un sueño la pude tocar y pude sentir su piel, con lágrimas en los ojos.

—Renata, estás viva. — Alcance a pronunciar.

 La mujer me miraba extrañada, parecía no conocerme, la vi dar pasos hacia atrás soltándose de mi agarre.

—Papi iré avisar a Cata —dijo Gabriel y salió disparado como una bala.

—¿Señor, se encuentra bien? —hablo aquella mujer. Parece que me está confundiendo con alguien más, yo me llamo Bárbara, no Renata —la escuche decir.

—No, tú te llamas Renata, no sé qué está pasando, pero tú eres mi Renata —dije mientras daba más pasos hacia ella.

—Señor aléjese de mí, me está empezando a asustar.

—Nunca te haría daño Nata.

—Que mi nombre es Bárbara, le repito.

Instantes después tenía a toda la familia rodeándonos y todos tenían los ojos abiertos en demasía, vi a Catalina correr hacia la mujer y tomarla de su mano.

—Mami yo sabía que vendrías por mí.

—¿Renata estás viva? —pronunciaron todos los presentes mientras se acercaba hacia Renata que decía llamarse ahora Bárbara.

—Señores ustedes me están confundiendo, no sé quién es esa persona que ustedes mencionan, pero mi nombre es Bárbara Brown y todos ustedes me están asustando —manifestó la mujer mientras se soltaba del agarre de Catalina.

—Renata soy Jax, no me recuerdas y ella nuestra hija Catalina —dije mientras me acercaba a su lado.

—Aléjese por favor, yo no los conozco, es mejor que me vaya.

—No te puedo perder, no ahora que te encontré —dije mientras la tomaba de la mano. El perro que tenía consigo empezó a ladrar y todo el lugar se estaba volviendo tenso, Catalina no paraba de llorar y yo no podía dejar que Renata se fuera.

—Lo siento, pero me tengo que ir están asustando a mi perro y también me están asustando a mí —dijo mientras tomaba al perro en sus brazos y salía corriendo del lugar.

—Intenté seguirla, pero fui detenido por Camilo.

—¿Qué haces Camilo?

¡Suéltame, no ves que tu hermana se nos va! —grité.

—Tranquilizarte Jax, no te das cuenta que asustaste a la joven. Si se asustada y no podemos hablar con ella nunca sabremos nada, si se parece a Renata, pero eso no puede ser.

—Yo no volveré a perder a Renata, tengo que ir a por ella.

—Jax debes calmarte, quizá la estamos confundiendo y tiene mucho parecido con Nata, pero no podemos comportarnos de esa manera, viste ahora salió huyendo como vamos a encontrar y tratar de averiguar quién es ella —dijo mi madre mientras cargaba en brazos a Catalina.

—Tu madre tiene razón Jax, debemos actuar con la cabeza fría no podemos ir diciéndole a las personas que es tal persona solo por un simple parecido —dijo Rosa.

—¿Camilo, sabes si Renata tenía alguna hermana u otro familiar biológico? —pregunte.

—La verdad no que yo tenga conocimiento, pero preguntare a mis padres o en todo caso directo a Mariana.

Entremos a casa, ya mañana más calmados vemos que hacemos, al menos tenemos el nombre de aquella mujer y sabemos que se llama Bárbara Brown, ya tenemos un punto de donde investigar —ordeno mi madre mientras caminaba hacia la casa seguido por Rosa y los niños; yo entre a rastras a la casa por Camilo.

—Camilo, es ella yo lo sé, lo puedo sentir —volví a repetir.

—Jax es mejor que te calmes y pienses con la cabeza fría, no podemos hacernos ideas antes de investigar porque el golpe puede ser más doloroso y sobre todo para Catalina — respondió Camilo.

Yo solo entre en silencio, pero en mi cabeza ya estaba haciendo mil planes, nunca más volvería a perder a mi Renata, si Dios me está dando esta oportunidad para arreglar las cosas lo hare cueste lo que me cueste.

Después de tomar unas cuantas cervezas baje a la habitación de mis hijos y verlos dormir era tan increíble, si mi Cataleya estuviera viva que feliz sería, el simple hecho de volver a recordar aquello me hacía sentir impotente, no pude hacer nada para salvarlas.

¿Todo bien hijo?

—Gire la cabeza para ver a mi madre.

—Jax tienes que tomar las cosas con calma, la muchacha se parece mucho a Renata, pero no podemos decir que es ella y perturbar su vida, no viste lo asustada que estaba.

—Lo se madre, pero en esta vida no puede existir dos personas idénticas, si bien ahora tiene el cabello corto y lacio, pero ella sigue siendo mi Renata.

—Tranquilízate por el bien de Catalina, ella cree que su madre regreso y si se descubre que esta mujer no es Renata, tu hija será la que sufrirá más.

 —Mamá yo no tengo dudas, ella es mi Renata y me encargaré de traerla de vuelta — sentencie mientras caminaba a mi habitación, necesitaba ducharme y tranquilizar mi mente.

Al día siguiente todos nos reunimos en la mesa para el desayuno, nadie toco el tema, Catalina estaba súper contenta y cariñosa con su hermano, entre todos nos mirábamos como queriendo y no queriendo tocar el tema, terminé de desayunar lo más rápido que pude, tenía la intención de ir a buscarla, igual ya había pedido a Javier que investigará todo sobre esta mujer.

Mi madre junto a Rosa y los pequeños decidieron que se irían a la playa, asumo que cada quien tenía su propio lío en la cabeza y era mejor no hablarlo abiertamente; cogí mi teléfono con la intensión de salir a buscarla.

—Jax, estuve tratando de hablar con Mariana, pero el número suena apagado y no quiero comentárselo a mi madre para no alarmarla, debemos de investigarlo.

—Esta raro eso Camilo, con mucha más razón investigaré que paso, ya le pedí a mi amigo que me averiguara todo sobre ella —indique mientras retomaba mi camino hacia la puerta.

—Vamos, te acompaño —se anotó Camilo.

—Te lo agradezco Camilo, pero necesito estar solo ahora —indique.

—Sé que estas yendo a buscarla, por favor procura mantener la calma y no la asustes — es lo único que te voy a solicitar —indico Camilo mientras pasaba por mi costado y me dio unos pequeños golpes en el hombro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.