Nuestro verano

Final

Claudia

Hoy miro las fotos que el pobre fotógrafo tomó recordando ese momento tan peculiar para nosotros y como me reí al enterarme todo lo que hizo mi chocolatote para conseguir las cajas que usó esa noche. Mi madre y la suya casi saquean la cocina del hotel buscando todo tipo de cartón, ayudándolo en la transformación que vi aquellas horas, por supuesto, ellas siempre fueron nuestras cómplices. 

También recuerdo la hermosa luna de miel, el desgraciado me llevó a caballo a recorrer las preciosas playas, a lo primero me opuse… —le tengo terror a esas bestias—; aunque luego de estar entre sus brazos, todo fue muy romántico, ya que al bajar de ese precioso animal me metió a la fuerza al mar y al salir nos quedamos juntos viendo el amanecer.

Lo bueno es que ahora charlamos más a menudo, tal cual como lo hacíamos antes. Si no me llama él, lo hago yo, es una de las nuevas rutinas que implementamos. 

Gracias a la tecnología experimentando en el proceso algunas cosas nuevas mediante cada videollamada, pero de eso no pienso darles detalles. Utilicen la imaginación de lo que les hablo. 

Él sigue apoyándome en cada uno de mis escritos o mis locas ideas y contamos cada segundo lejos el uno del otro, aprovechando al máximo cada vez que mi chocolatito viene a verme.

Prometimos contarnos todo así sea lo más mínimo que nos gusta o no, sin dejar que la distancia arruine nuestro amor que se afianzó en ese verano de locos.

fin.

Espero que les haya gustado. Mil gracias por acompañarme. Las amodoro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.