Capitulo 6.

¿¡QUE NARICES?! Oigo una voz en mi oído pero nadie más parece oírlo, están demasiado asustados pero al parecer los sobrenaturales no dejaban irse a nadie hasta que se termine la invocación, una putada cagones.

Mi cuerpo sigue paralizado en el mismo sitio, mis músculos no quieren hacerme caso e incluso hace que me entre curiosidad con la situacion.

«Me encantaría que fueras mi contenedor, piernitas»

-Siento decirte que no estoy dispuesta a ser tuya, demonio.

«Eso dices ahora»

El pentagrama sigue activo así que estoy segura, de momento, mi cuerpo siente el cosquilleo del peligro, estoy hablando con un demonio ¿Será un demonio? Es el único ser que puede robar almas y poseerlas... Deja de pensar Arwen...

Un gran rayo de luz salio de todo el recinto cuando metieron el cuerpo del nefilim en el borde del circulo, su alma, tengo que observar, el ser divino puede rechazarla fácilmente ... ¿Donde? ¿Donde esta su alma?

-¿Por que no puedo ver su alma? -Grite demasiado alto lo que hizo sobresaltarse a algunos presentes.

«Oh, pequeña, él ya vendió su alma al infierno» Se eschucha como la voz suelta una gran carcajada «Cuerpo de nefilim, un divino, vacío... Creo que es mi día de suerte» La entidad acerco el cuerpo hacia la barrera del pentágono de la estrella y este atravesó la barrera sin problemas, el cuerpo inerte ahora tenia espasmos y no paraba de moverse, cuando se paró tumbado boca arriba pude fijarme en su rostro, por algo los llamaban divinos, tenia una tez rosada, muy humana y hermosa y su pelo azabache, ahora descolocado, le tapaba los ojos. No tuve tiempo de más cuando el cuerpo por si solo se levanto como si hubiera vuelto a la vida.

«Perfecto»

Oí otra vez la voz en mi cabeza pero... Si ya esta en el cuerpo ¿Por que no habla? Él se acerca a la barrera colocando las manos donde se supone que le contiene y al pasar la mano puso cara de satisfacción y salio de aquel pentagrama, ahora estaba en peligro y los latidos de mi corazón en todo mi oído no me permitía pensar claro, mis pies empezaban a andar poco a poco hacia atrás despacios demasiado lentos ya que siento una fuerza en mi cintura arrastrándome del lado opuesto, aplastandome contra alguien.

-Hola, pequeña. -Susurro con una voz demasiado dulce para ser de alguien como lo que era él. Lo mire a los ojos extrañada, esos ojos miel con el contorno verde hipnotizaban pero no podía perder ante alguien como eso, iba a empujarme para separarme de él pero alguien se me adelanto.

-Dejala en paz -Dijo un Zero casi terminando con un gruñido. El chico me suelta y pone las manos en alto.

-Vale, lobito, solo por que quiero tener este cuerpo un poco más. -«Pero seras mia, brujita» resonó en mi cabeza, joder, ahora telepatía con demonios, Dios ¿Por que me hiciste así?

Mi amigo me cogió fuertemente de los hombros mientras observábamos como ese ser abandonada el recinto, cada paso que daba era seguido por cualquiera, todo el mundo se apartaba por miedo a aquel ser que se había apropiado de un cuerpo divino.

Sin ninguna presencia de él ni de los invitados de la fiesta tras la rapidez de alojamiento por el pánico y la curiosidad, decidimos volver a nuestros pabellones, lelouch no hacia mas que abrazarme ya que había empezado a rascar la noche y mi yo friolera no ayuda mucho, que ventaja ser hombre-lobo-radiador-man. Cuando ya se veía mi pabellón, decidimos que desde aquí iríamos solos pero antes no falto una despedida a lo Zero. Se trataba de un abrazo de oso espectacular pero al ser tan grande, quedábamos mas juntos, mas intimo.

-Cada vez me cuesta más hacer esto contigo -Dijo antes de irse sin dejarme tiempo a contestar.

¿Que le pasa a todo el mundo esta noche?