¿Jugar a que ? No me puedo creer que me la haya jugado así de rastreramente, él en la fiesta y yo aquí como tonta observando una nota de papel con una mancha de ¿Sangre? Algo rojo, estoy tan Cabrada en mi interior que ni siquiera me importa de quien sea la sangre como si es la suya, sangre divina .... Para enferma, estas cabreada.
Ya me estaba dirigiendo a la salida cuando de golpe las velas se apagaron y sufrí un segundo de oscuridad ya que al momento se volvieron a encender, ahora había otra nota en el mismo lugar que antes que ponia:
"Todavía no has contestado, no puedes irte".
¿Ahora va de espíritu?
-¿Que será lo próximo Sebastian? ¿Una ouija? Deja de jugar conmigo.
«Sigue las pistas»
«No, me marcho» pensé con el tono mas mortaz que pude poner.
«Hazme caso idiota, ve a la cocina, nos vemos ahi»
Con la cocina suponía que se refería a donde estaba la mesa de pociones improvisada y donde siempre se servía el alcohol en las fiestas, entre casi con un bostezo cuando, sorpresa, no estaba.
«Deja de jugar...»
«el caldero, aburrida»
Fui a mirar al gran caldero que había allí, dentro había un pequeño capullo de rosa, hermoso entre tanto metal del caldero, la cogí como pude y la olí, la habían puesto hace poco ya que el caldero no olía a esta.
«Ajam, puede que me llame la atención»
«Sabia que te gustaría, lee la nota, no más pistas, enana»
Cojo la nota que indica que me vaya a otra de las múltiples salas del invernadero, cada una con una rosa cada vez más florecida que las interiores, al final me había hecho con un gran ramo de rosas frescas y su olor impregnaba todo el lugar, al final de todo hubo la ultima indicación:
"Ve donde nos conocimos"
Claramente eso significaba ir al jardín, donde no se si siguen los cuerpos de aquellos sobrenaturales o algún segador se encargo de la limpieza de estos, por cada paso que daba mi cuerpo temía más por la imagen que podría encontrarme alli , incluso pensé en echarme a correr fuera de allí y olvidar todas estas rosas sin sentido pero no era momento de ser una cobarde, me acerque al arco donde estaba la rosa florecida del todo, la coji como pude con todas las espinas poniéndola con las demás, miré para afuera y no pude sorprenderme más, el campo donde se llevo ese tremendo sacrificio ahora estaba lleno de rosales con rosas en flor y brillando bajo una luna llena y preciosa vista desde allí, en el medio había una especie de manta en el suelo con otra nota, me senté para disfrutar de las vistas y leí: "¿Quien soy?"
Justo en la ultima palabra apareció una ultima rosa en mi hombro, esta era negra y destacaba con forme a todas las demás pero lo que más destacaba era quien la portaba que se sentó al lado mía después de darme aquella flor, su pelo centelleaba bajo la luz de la luna y sus ojos verdes brillaban como dos esmeraldas pulidas, se notaba que era un divino, él no me miraba a mi, simplemente miraba hacia la luna y el horizonte.
-Ah, mi nombre no es Sebastian. -primeras palabras y es para decirme esto.
-Has roto completamente el momento, inútil .
-Gracias por el cumplido -Y me miro sonriendome de oreja a oreja. Era una sonrisa demasiado cálida para venir de un demonio, demasiado, humana para ser tan malvado pero sobre todo demasiado enamoradiza para estar aquí delante mía.
-¿Entonces?
-¿Qué?
-KAS que mola más, tu nombre.
-Esa broma perdió su gracia hace mucho, maguita. -dijo mientras se reía por lo bajo -Mi nombre es Asderel.
-Lo de los nombres ahí abajo... Veo que mal.
-Lo dijo la que tiene nombre de elfo siendo maga.
-Tengo unos padres exóticos ¿Vale?
-Y tú una boca muy ruidosa -En ningún momento me había dado cuenta que llevaba desde que llegó mirando mis labios y mis ojos hasta ahora que estaba sujetando mi barbilla atrayendome hacia él y dándome uno de los besos menos esperados ya que era demasiado tierno pero a la vez muy pasional, mis brazos se movieron solos hacia su cuello rodeándole de tal manera que no pudiera huir de mi, le atraje y acerqué de nuevo nuestros labios mientras él me correspondía sin prisas y con besos largos.
-Así que Asderel, el demonio de la luna.
-Ángel caído me llaman.
-Todo ángel que cae tiene opción de volverse o no demonio .
-No te creas, yo no tuve esa elección , fui elegido por Beelzebub para ser el demonio de la luna, de todas maneras, tenemos varios nombres pero eso... puede esperar.
Me cogió de la cintura y me acercó aun más a él haciendo que nuestros cuerpos estuvieras sin espacio para una separación, yo no hacia más que contemplar esos ojos que hipnotizaban mientras que él tampoco optaba por apartar la mirada sino que nos encontrábamos entre un duelo de miradas que no duro mucho ya que apego sus labios con fuerza y posesión haciendo que yo le siguiera el ritmo, en mi interior esta pensando y luchando fuertemente por lo que pasaría mas adelante pero no me importo un pimiento mientras que nuestras bocas seguían encajando perfectamente, empezó a jugar con mi lengua haciendo que la energía subiera entre los dos y sus besos se trasladaran a mi cuello.
-No, Sebas-Asderel...-Paró derepente y me miro fijamente.
-¿Por que no?
-No vine para... Esto, no ahora -Intente separarme de él pero sus brazos no cedían a dejarme ir.
Esto iba a ser más complicado de lo que pensaba.