Nuestros dos mundos

Capitulo 18.

*POV Arwen*

Invierno, frio, blanco y eterno. Mi piel se eriza con cada brisa que atraviesa mi cuerpo en medio de toda la nieve pro no todo era blanco puro, delante de mi, una cascada carmesí se deslizada hasta mis pies, una mirada, unos ojos me vigilaban, unos ojos color oro que emiten su propio brillo divino.

Me despierto sudando, otra noche más, no es la primera vez que sueño esto mismo, todo precioso y magistral hasta que miro al suelo y veo todo ese desastre de carne y sangre, No se cuanto tiempo llevo aquí, Beelzebub siempre me sorprende con algo nuevo con lo que entretenerme pero no se a que esta esperando ¿Nadie ha reclamado mi existencia? ¿Ninguna sola preocupación? Por mucho que haya intentado hablar con Asderel, él no contesta nunca, ni un misero comentario sarcastico suyo o comentanrio arrogante, sin ninguna clase de comunicación me estoy empezando a volver loca, busco algo de ropa limpia en el armario, lo único de mi estilo es un top hasta las costillas y unos pantalones blancos con suficientes rotos como para llamarlos ''Pantalones'', Salgo de la habitación y me encuentro con una de las sucubo-juguetes del demonio saliendo de la habitación, no tienen permitido hablar con nadie e incluso algunas tienen el castigo de ello, mutilación de lengua, cosa que no es muy agradable de ver.

-Buenos dias, princesa. -Saludó Beelzebub normalmente.

-Las primeras veces estaban bien, hasta me gustaba pero ya cansa Beelzebub ¿Que quieres de mi?

-De ti nada,

-¿Cómo? ¿Y por qué sigo aqui?

-Por que se preocupa por tu bien estar, y eso es extraño en él.- Suponia que hablaba del causante de todos mis problemas.

- Él tan solo tiene curiosidad, fue lo primero que vió cuando lo invocaron, no aprecio, un experimento se cuida para que no sea un error.

- No lo entiendes, Wen - Empezó - siempre ha estado solo dese su caida, cuando veía un acercamiento era para mal y todos sus experimentos acaban muertos, bonita.

Lo miré atónita ante sus palabras, es cierto que no le conozco pero no e veo capaz de algo así, es un diablo ahora pero en su momento fué un angel, asi que sentimientos de melancolia y pieda tienen que seguir presentes, si no tendré que rezar por que el cuerpo de Nephilim le obligue a sacarlos.... ¿REZAR? ¿Por quien? ¿Por alguien que me ha abandonado aqui a mi suerte? 

-No creo que veng, asi que deberias rendirte - Lo miré de nuevo ¿Puedo ir a la biblioteca?

-¡Claro! ¿Más literatura mundana?

-No precisamente, no tendras un diccionario para el dialecto diabolik ¿Verdad?

-Nunca me ha hecho falta, ya que es mi legua natal ¿Por qué? -Me preguntó con un brillo bastante espeluznante en los ojos.

-Nada nada, simplemente me interesan las distintas culturas -Sus hombros se relajaron y miró hacia otro lado, he conseguido desviar su curiosidad al menos.

-No hace falta que lo jures.

-Hasta luego...- Dije intentando escabuirme lo antes posible.

Él simplemente encogió los hombros y volvió a su habitacion, se tira el dia ahi dentro y siempre sale alguna criatura, ninfomano.

Cojo mis cosas y voy enseguida a la biblioteca, es el único lugar donde se que no se ha hecho nada asqueroso, espero.

Saco mi grimorio y lo coloco en una de las mesas circulares y lo abro cuidadosamente, esa letra, escrita con cuidado y a mano hipnotizaba pero a la vez era frustante no saber que dice ni como utilizarlo, paso mi mano por encima y noto como el poder ilumina cada letra y simbolo, no puedo dejarlo así, necesito saber que pone y lo necesito ya.

Despues de tiempo incontable ya que llegue a incluso aburrirme de buscar, puedo asegurarme de que ese demonio no mentia, no hay ni un simple diccionario o guia de diabolik asi que cuando ya iba a rendirme, otro dia más a la espera de que apareciera alguien y saliera de aqui, estaba Beelzebub ante el libro, pasando la mano por encima, asombrado.

-¿De donde has sacado este libro? -Preguntó en un tono más grave de lo normal, sus ojos reflejaban admiración y envidia a la misma vez asi que fui acercandome y cuando llego donde esta el libro lo cierro de golpe, sacandolo de su trance y empezar a mirarme a mi.

-No es de tu incumbencia. -Dije todo lo dura que pude verme ante él pero alargo su brazo apretandome el mio, advirtiendome.

-No sabes lo que es eso, niña tonta -Su tono habia cambiado, detrás había algo oscuro, codicia.

-Sueltame, demonio -Aprete el grimorio contra mi pecho -Esto es de mi familia.

-¿Familia? -Volvió a poner esa cara estúpida en su cara -¿Que clase de familia? ¿De donde vienes tu, pequeña Arwen?

Me soltó despacio y pasó delante mia, cogió un sillón de la sala de lectura y se sienta de una forma seductora frente a mi dandose una palmada en la pierna, a la que tan solo pude responder con una mueca de desagrado.

-Vamos a traducir ese libro, brujita -Me invitó guiñandome el ojo. Yo me acerqué y cogiendo un puff cercano me senté a su lado y lo miré curiosa ¿Qué pretende?

-Además, puede que haya un hechizo para traer de vuelta a ese demonio testarudo y la pequeña hada que le acompaña.

¿Qué acaba de decir? Lo miré y me volvió a dar otra sonrisa sarcástica, pienso destruirlo algún día.



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En el texto hay: magia antigua, seres paranormales

Editado: 23.01.2019

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