Nuestros Milagros de Navidad

Capítulo 6: ¡La chica!

— Es ella, se llama Miranda — Los chicos me miran interrogantes.

El taxista me cuenta lo que pasó.

—  Ella llamó a otra persona que no le creyó que era su esposa y le colgó, solo que no recuerdo el nombre — ¿A quién pudo haber llamado? — estoy seguro de que era a una mujer — Escucho toda la explicación y cuelgo. Me pide que le informe sobre Miranda, su preocupación me conmueve

— ¿podría enviarme sus datos por mensaje, para pagarle la carrera? — le digo.

— No se preocupe, señor — me dice.

— Insisto — hago silencio, pero no cuelgo la llamada, espero que haya entendido, por qué el mensaje me llega de inmediato.

— Gracias por haber cuidado de mi esposa — le digo.

— Me hubiese gustado hacer más, pero el taxi no es mío y no podía dejarlo tirado en medio de un atasco — me dice apenado. 

— Lo entiendo, gracias y que tenga una Feliz Navidad — cuelgo y transfiero el dinero a su cuenta, no lo pienso, solo actúo.

NÚMERO DESCONOCIDO: «La carrera solo costaba 20 dólares. Creo que se ha equivocado»

JACOB: «Para nada, que tenga una feliz Navidad»

NÚMERO DESCONOCIDO: «Muchísimas gracias, es demasiado. Pero diez mil dólares es exactamente la suma que necesitábamos para la cirugía de mi hija, ustedes son unos ángeles. No olvide informarme cuando encuentre a su esposa y si necesita de mi ayuda, no dudé en llamarme. Feliz Navidad»

Me quedo mirando el mensaje, la cifra solo llegó a mi cabeza, no puedo creer que fuera exactamente el valor que el taxista necesitaba para operar a su hija.  

— ¿Qué pasa? — olvidé que los chicos se encontraban a mi lado — Luego les cuento — Les informo de todo lo que me dijo el taxista y vuelvo a mirar el teléfono, tengo otro mensaje de un número desconocido.

"Jacob, soy yo de nuevo ..."

— ¿Jacob? ¿Qué sucede? — me pregunta Pierre, les paso el teléfono y escuchan el mensaje.

— ¡Mierda! ¿A qué se refiere con tipos rudos? — Aiden empieza a perder el control.

— Le quitaron el teléfono ¿Verdad? ¿Pero el teléfono de quién? — Pierre es muy analítico, si tienes un problema, él puede encontrar la solución — ¿Le has dicho en qué hotel nos hospedaríamos? — Intento recordarlo.

— Creo que no, no lo recuerdo — les digo.

— Vale, nos vamos al hotel e informamos aquí en el teatro, por si ella viene, debemos intentar encontrar su bolso ¿Podrías marcar a su número Aiden? — observo como Pierre ha tomado las riendas del asunto — Necesitamos que nuestro club de fans informe donde estamos por redes sociales, sé qué eso es lo que Miranda intentará hacer para ubicarte. Llama a ese número y vamos al hotel.

Marco al número en repetidas ocasiones, pero nadie responde, esto es desesperante. 

Aiden ha contactado un pequeño restaurante latino, donde Miranda olvidó su bolso, pasamos a recogerlo, algunas chicas impresionadas al vernos, nos piden hacernos fotos. No tengo ánimos, ni tiempo, pero aceptamos tomarnos una sola con todas, los dueños del local nos ayudan a salir por la puerta trasera y nos entregan tacos y sodas que habían preparado para una mesa. Impresionados, les agradecemos.

— Esperamos que pueda encontrar a su esposa pronto, una joven muy amable — Nos dice la señora Juana, se nota la preocupación por Miranda — Y espero que tengan una feliz Navidad.

Nos tomamos una foto con ellos y Pierre la postea en sus redes e informa que nos vamos a descansar a al hotel, mientras yo sigo llamando al último número del que llamó Miranda. 

— ¡Hola! — una voz masculina y agresiva me responde, seguro es uno de los chicos que Miranda menciona en su mensaje.

— Hola, soy Jacob Wilding, mi esposa que está embarazada me llamó de este número hace unas horas, tal vez la recuerda. Ella es ... — el chico empieza a hablar en un idioma que no comprendo ¿rumano?

 — Ella nos ha jurado que no ha visto nada, pero si llega a saber o decir algo, vamos a seguirla hasta el fin del mundo estrellita, sabemos quiénes son — Me detengo en la entrada del hotel, ¿este tipo está amenazándome?

— Mire señor, no tengo la menor idea de lo que está hablando, solo busco a mi esposa — vuelve a hablar en su idioma y me deja con la palabra en la boca.

— Él Allen Hospital — me dice y yo me quedo en blanco.

— ¿Cómo? 

El chico me explica que se puso de parto ¡Por Dios!

— tiene muy mal carácter su esposa, estaba enojada con alguien que le colgó por teléfono, creo que era con una chica — ¿Pero de quién están hablando? Primero el taxista y ahora este tipo.

— Gracias, feliz Navidad — Cuelgo y hablo con los chicos — Tengo que ir al hospital — les digo

Dejamos un mensaje e instrucciones al chico de la recepción, por si Miranda llega antes que nosotros, salimos en medio de un grupo de chicas que se encuentran gritando nuestros nombres.

—¡La chica! — dice Aiden de un momento a otro — Debe ser la chica que tiene el teléfono de Bianca — Voy a matar a esa mujer, ¡aunque mejor no! ¡Es Navidad!




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