Nuestros oscuros secretos

- 8 -

Gina


 

Contesto la llamada al segundo pitido. Malcom me habla y se oye el ruido de afuera a travez de la llamada.


 

- Ya estamos listos.


 

- ¿Cual es el plan?.


 

- Bien, necesito que prestes mucha atención porque no puede haber ni un fallo.


 

- ¿Cuando te he fallado?


 

- Es mejor prevenir que lamentar Gina - ruedo los ojos - Bien. Las cosas van a ser así; Somos diez hombres en total, sin contarte a ti claro está. Jeffery y yo vamos al frente, nos dirigiremos a donde te encuentras para equiparte con armas y lo que necesites. Necesitamos ser ágiles si no queremos un caos muy grande, ya tenemos los planos del psiquiátrico así que sabemos dónde te encuentras. El resto lo tenemos arreglado. Solo necesitamos que te encuentres en el comedor exactamente a las cinco de la mañana. Tenemos entendido que no dejan salir a los pacientes de los cuartos es esa hora así que no hay problema.


 

- Perfecto ¿algo más?.


 

- Si, ¿podemos matar?.


 

Suspiro antes de pensar una respuesta rápida.


 

- Solo a quien se interponga en nuestro camino - respondo - ¡Ah! Trae también dienero en una bolsa. Van a haber ciertos daños y no quiero que queden en la ruina.


 

- Bien.


 

- Bien. - cuelgo y miro la hora. Son las cuatro cuarenta y cinco de la mañana. Me las ingenio para salir con la mochila. No quiero que nadie sospeche ni pregunte nada. Creo un plan rápido en mi cabeza y salgo con la mochila colgando en la espalda.


 

El comedor está casi vacío cuando llego pero aún así me quedo en una esquina.


 

Reviso constantemente la hora hasta que un estruendo se oye afuera. Todos se ponen alerta y yo miro a todos lados a ver de donde salen.


 

Al cabo de unos segundos en el pasillo que tengo en frente salen dos hombres que conozco perfectamente. Me les acerco hasta quedar frente a frente.


 

- ¡Enana! - exclaman los dos al tiempo.


 

- ¡Grandulones! - digo con el mismo tono de emoción - ¿que me trajeron?.


 

- Quítate el buzo - me ordena Jeffery.


 

Le hago caso y me quedo en una especie de crop-top. Me pasan por encima de los hombros un chaleco antibalas negro.


 

- Mira tus bebés de hoy - me dice Malcom divertido al tiempo que me entraba dos mp5 completamente recargadas.


 

- ¡Ahhhh! ¡los amo! ¡los amo! ¡los amo! - gritó y los abrazó a los dos.


 

- Ya lo sabemos - dicen al mismo tiempo y yo alzo las cejas.


 

- ¡Que se prenda está mierda! - grita Malcom y empezamos a caminar hacia la salida.


 

Lanzo una tanda de disparos al techo y todos lo que están en el comedor se agachan. Tratando de salvar sus vidas.


 

- ¿Tienes la bolsa? - le pregunto a Jeffery, el solo asiente y me la entrega.


 

Le digo a los dos que se adelanten y yo me acerco a la barra de comida para entregarle la bolsa a la señora que está detrás de ella.


 

- Tómala - le digo. Ella niega pero poco tiempo después la recibe dudosa.


 

Me encamino a paso rápido a la salida. Veo que hay demasiados policías en la entrada, Malcom y Jeffery están peliando contra ellos pero por más que asesinan otra tanta de policías llega detrás. Mi turno.


 

- ¡Jeffrey! - lo llamo y el me mira - ¡llama a los otros! - Me le acerco dándole a entender que voy a tomar su lugar. El se va un poco más lejos del caos y nos ayuda con uno que otro policía desde la distancia.


 

Me llega uno por detrás y uno por delante acorralándome en la pared.


 

- Mala idea - les digo.


 

Mis armas se quedan sin balas así que tengo que luchar cuerpo a cuerpo. No soy muy buena ya que solo practiqué artes marciales seis meses pero me se defender. Ellos equipan pistolas g18 así que me ocupo de desarmarlos. Dejo caer las armas y ellos se distraen así que aprovecho eso para entrarle a uno y botarlo al suelo. Antes de que pueda levantarse le doblo el brazo hasta torcerlo, gime de dolor, cojo su arma y le disparó dejándolo sin vida. Veo a los alrededores, ya llegaron los otros así que quedan pocos policías. El compañero del que acabo de matar se me viene de frente así que rápidamente lo volteo con tal de que me de la espalda, el me empuja pero yo no suelto el agarre así que los dos caemos al suelo. Enrollo mis manos en su cuello y hago presión creando una de mis estrangulaciones favoritas; la mata leonas. Termino hasta torcerle el cuello dejándolo en el piso. Me levanto de un movimiento rápido y sin darme cuenta me llaga uno por la espalda. Trata de hacerme una palanca de brazo pero no lo dejo y me volteo viéndolo. Es un tipo que dobla mi tamaño y mi todo, aparte de todo está con una expresión de rabia lo cual no me deja mucha ventaja. Me tira al suelo y cierro la guardia. Hago un camarón y quedo encima de él. Con movimientos rápidos de las piernas llego a hacerle un ámbar torciéndole el brazo, pero este no se rinde aun así que opto por una opción más fácil.


 

-¡¡Malcom!! - lo llamo y a los pocos segundos el hombre que estaba luchando conmigo deja de respirar - Gracias.


 

Me ayudan a levantarme y veo que la salida está despejada. Continuamos caminando entra todos los cuerpos de policías.


 

Asesina.


 

- Veo que no estás tan oxidada - llega Jeffery a mi lado y yo lo miro con el ceño fruncido - Ese tipo doblaba tu todo y aun así lo lograste derribar.


 

- No lo logré. No yo sola - le digo y me reprocho a mi misma.


 

- Sabes que lo hubieras logrado. Solo que te fuiste por el camino fácil.


 




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