–Eso no es verdad, he visto a pocas parejas felices y ellos no son nada de lo que tú dices, el amor se comparte, la felicidad no se encuentra en las joyas.
–Debés dejar de compartir tiempo con la princesa, solo te llena la cabeza de malas ideas, este es un mundo materialista Anya, solo el que tiene más puede ser feliz en realidad. Por eso tú padre se casó conmigo, no había una mejor opción que yo, la princesa de Fallus. Tenemos hijos encantadores, un gran reino y todo sin una pizca de amor.
–Están llenos de hijos por que somos repuestos, mis hermanos y yo no somos más que un repuesto de Dago, no son felices, son conformistas y solo quieres aparentar lo que no son, quieres aparentar ser una bella familia feliz y amorosa pero no lo somos.
–Hice lo necesario, Anya pero no creo que puedas entender eso– su madre se levantó de la cama molesta, caminó hacia la puerta, al momento de abrirla dijo una última cosa– Voy a arreglar el desastre que hiciste, y más te vale que te comportes desde ahora.
Al salir azoto la puerta tan fuerte que hizo que algunos cuadros que estaban colgados en la pared se cayeran al suelo.
–Tú también debes de irte. No te quiero aquí.
–Anya, no quería que nada malo.
–Todo iba perfecto Dago, todo estaba bien. Hasta que tú llegaste.
Anya estaba molesta, no debería sorprenderle que su hermano era una marioneta más de sus padres, aunque en el fondo seguía preocupándose por él, ir a Dracho no era algo que se tomaba a la ligera, era territorio desconocido, después de la guerra los monarcas de Dracho no quisieron tener algún tipo de contacto, ni siquiera con los reyes, era como partir a un acantilado vendados de los ojos.
⧫⧫
–”Finalmente ha caído la noche, mañana antes de que salga el sol partiremos posiblemente a nuestra muerte, voy de regreso a mi habitación, he estado toda la tarde escribiendo un carta adecuada para enviarle a mi tía, no he querido que se enterara de mi partida hacia mi destino, he escrito también una para mi papá.
Ha sido duro escribir las palabras sin llorar, también ha sido sumamente difícil encontrar un lugar en el que pueda escribir tranquila sin que Tristan este acechandome”.
Evangeline doblaba sus cartas cuidadosamente, metiéndolas en los sobres correspondientes, uso que cerca para cerrar los sobres. En la carta de su padre se especificaba cuándo mandar la carta a su tía.
Al caminar por el pasillo pudo sentir que no estaba sola, se detuvo para verificar si sus sospechas eran ciertas sin embargo no había nadie. No quiso prestar atención a lo que escuchaba sin embargo el sonido metálico del arma de una de las armaduras cayendo al suelo la puso en alerta, siguió caminando, los pasos detrás de ella fueron más evidentes, al escuchar los pasos más cerca de ella y sentir una mano que jalo su brazo, sin ver de quien se trataba giro sobre su propio eje, dando una patada en la boda del estómago de su oponente, remató su ataque conectando con un puñetazo en la cara, subió sobre su oponente para dar otro golpe, sin embargo a tiempo se dio cuenta que se trataba de una persona conocida.
–¡Farrokh! –dijo aún sobre él y su puño levantado que estaba listo para atacar.
–Cuando dijiste que en este lugar estabas a la defensiva, no creí que hablaras tan en serio– rápidamente Evangeline ayudó a su amigo a levantarse, extendió su brazo para limpiar la sangre que salía de la nariz de Farrokh –Esto puede ser un buen recordatorio para que no te haga enojar– dijo con la misma energía característica de Farrokh, como si no estuviera molido a golpes.
–¿Acaso estás loco?, ¿por qué has venido? –por la acción imprudente de Farrokh, golpeó su brazo con su puño.
–Auch, no tienes por qué maltratar, recuerda que estoy hecho de azúcar.
–Responde mi pregunta, Farrokh.
–Estaba buscándote, para que me lleves con Anya.
Ciertamente no parecía sorprenderla el hecho de que Farrokh volviera por ella, él que hubiera ido a buscarla, que solo necesitará una noche.
–¿Por qué no estoy sorprendida?, ¿qué es lo que quieres lograr con esto Farrokh?.
–Es una mujer interesante, quiero conocerla más.
–Estás jugando con fuego.
–No me da miedo quedarme Evie.
Farrokh se puso de rodillas frente a Evangeline y juntó sus manos en forma se suplica.
–Pero que…Farrokh levántate.
–Por favor Evie te lo pido, lo único que es más doloroso que no conocer al amor de tú vida es conocerlo y no poder estar con esa persona.
–Está bien , te llevaré pero levántate.
–¡Gracias!, eres la mejor, cuando nos queramos tú serás la madrina de la boda y de nuestros hijos– Farrokh se levantó con facilidad para atrapar a Evangeline en un abrazo asfixiante.
–¡Ay Farrokh, suelteme!.
Ante los gritos de Evangeline lo más prudente para Farrokh fue soltarlo pues el alboroto puede que atraiga a las personas lo que haría que descubrieran a Farrokh.
Como un par de niños ambos se escabullen hacia las habitaciones, usando los pasadizos pudieron llegar más rápido y sin ser vistos.