Narrado por Lía
Volver con Ethan ha sido como volver a vivir después de una larga hibernación. Todo parece nuevo, pero al mismo tiempo familiar. Sus abrazos, su voz, su forma de mirarme cuando cree que no me doy cuenta. No puedo negar que he vuelto a enamorarme de él. No como antes, sino de una forma más consciente, más madura, con cicatrices que en lugar de alejarnos, nos han hecho más fuertes.
Han pasado algunas semanas desde esa noche en su casa, donde volvimos a encontrarnos no solo como padres, sino como pareja. Desde entonces, nuestras salidas han sido frecuentes. A veces con los niños, otras veces solos. Y cada momento se siente especial, como si estuviéramos escribiendo una nueva historia sobre las cenizas de la anterior.
Hoy hablé con Annette, mi mejor amiga. Tenía que contarle todo.
—¡No lo puedo creer! —gritó emocionada al otro lado del teléfono—. ¡Después de todo, volvieron!
—Sí —dije, con una sonrisa que podía notarse incluso a través del teléfono—. No sabes lo raro que se siente. Pensé que nunca podría volver a amar a Ethan… y mírame ahora. Estoy loca por él otra vez.
—¿Y estás segura, Lía? —su voz cambió de tono, más protectora—. ¿Segura de que esto es lo que quieres?
—No sé si estoy cien por ciento segura, Annette. Pero sí sé que lo amo. Que he visto cambios reales en él. Que ya no me mira con duda, sino con certeza. Que no me pide perdón con palabras, sino con acciones. Y que mis hijos… mis hijos están felices.
—Eso es lo importante —dijo suavemente—. Sabes que yo nunca he sido fan de Ethan, y después de lo que pasó, me costaría mucho confiar en él. Pero si tú estás feliz, si sientes que es real, que es sano… entonces te apoyo, amiga. En todo. Aunque tenga que fingir que me cae bien —bromeó.
Solté una carcajada sincera.
—Gracias. Necesitaba escucharlo. Mis papás también me dieron su bendición. Mi papá dijo algo que me dejó pensando mucho: que no puedo borrar el pasado, pero sí aprender de él.
—Sabio consejo. Tu papá siempre ha sido bueno con las palabras. Entonces… ¿citas, besos, mariposas en el estómago?
—Todo eso —respondí, mordiéndome el labio como si aún me diera pena admitirlo—. Y más.
Colgamos poco después, y me quedé pensando en lo rápido que todo parecía fluir. En cómo el amor puede florecer otra vez si uno se atreve a regarlo con paciencia y verdad.
Pero justo cuando sentía que todo iba demasiado bien… la realidad tocó la puerta con fuerza.
Regresó ella. La ex de Ethan. Esa sombra que alguna vez se metió entre nosotros, que tuvo en sus manos el poder de destruir lo que con tanto esfuerzo estábamos reconstruyendo. Y al parecer, no viene con buenas intenciones.
Supe de su regreso por una amiga en común que la vio en la ciudad. Luego, vi sus redes sociales: fotos insinuantes, mensajes ambiguos, y una publicación que me heló la sangre: "Algunas historias están destinadas a repetirse. Y esta vez, nadie me lo va a impedir."
¿Acaso planea meterse otra vez en nuestra vida? ¿No puede simplemente dejarnos en paz?
Mi corazón, que había comenzado a latir de nuevo por Ethan, se encogió de miedo. Porque sé lo que ella es capaz de hacer. Porque sé que a veces, cuando la felicidad está en su punto más alto, la caída puede ser más fuerte.
Y esta vez, no estoy dispuesta a perderlo todo de nuevo.
Editado: 03.08.2025