Narrado por Lía
Ethan y yo estábamos en su sala, una tarde tranquila, compartiendo un café y escuchando música suave de fondo. Pero la tranquilidad solo era aparente. El regreso de Valerie pesaba en mi mente como una sombra.
—¿Te enteraste que Valerie está de vuelta en la ciudad? —le pregunté, mirándolo fijamente.
Él suspiró, se pasó una mano por el cabello y asintió lentamente.
—Sí… y no solo eso. Me la encontré hace un tiempo. No te había dicho porque estaba esperando el momento adecuado. Me detuvo afuera de un restaurante. Y me dijo… me confesó que fue ella quien manipuló todo para separarnos. Que usó cosas que sabía que me afectarían para generarme dudas sobre ti. Sobre lo que teníamos.
Sentí una mezcla de rabia y alivio. Al menos ahora tenía pruebas de que no había sido yo quien destruyó lo nuestro. Pero aún así, dolía.
—¿Y esta vez? —le pregunté, con el corazón en la garganta—. ¿Esta vez vas a creerme a mí?
Él no dudó.
—Esta vez he aprendido. Te escucho a ti primero. Siempre. No voy a dejar que alguien más venga a meter veneno entre nosotros. Valerie me enseñó muchas cosas, pero la más importante fue a reconocer el valor de la verdad. Y tú siempre fuiste la verdad.
Tomé su mano, apretándola con fuerza.
—Entonces los dos tenemos que proteger esto, Ethan. Esta vez no es solo tu decisión o la mía. Es de los dos. Si queremos que esto funcione, tenemos que confiar en nosotros. En ambos. Y no dejar que nadie se interponga.
Él sonrió y asintió.
—Lo haremos. Juntos.
Después de ese momento intenso, cambió el tono con una sonrisa traviesa.
—Y hablando de “juntos”, tengo un evento importante en la empresa este fin de semana. ¿Me acompañas? Me encantaría presentarte oficialmente como mi pareja.
—Claro —respondí sin dudar—. Me encantaría.
La noche del evento llegó. Me arreglé con esmero, llevando un vestido que resaltaba mis curvas con elegancia. Ethan me esperaba con una sonrisa orgullosa, y juntos entramos al salón donde se celebraba la gala empresarial.
Todo iba bien… hasta que la vi. Valerie, con su vestido rojo estridente, luciendo más artificial que nunca, se acercó como si la noche también fuera suya.
—Lía… no pensé que te dejaran entrar con vestido de segunda —dijo con una sonrisa venenosa, lo suficientemente fuerte para que varias personas la escucharan.
Alrededor, algunas personas fingieron no escuchar, pero sus miradas se clavaron en nosotras. Un pequeño grupo incluso detuvo la conversación, atentos al intercambio.
Respiré hondo. Esta vez no me iba a quedar callada. Sonreí con calma y le respondí, sin bajar el tono:
—Valerie… me enteré que te casaste con un hombre mucho mayor que tú, que hasta podría ser tu abuelo. Supongo que como no pudiste quedarte con Ethan, tuviste que buscar a alguien con una cuenta bancaria más grande que su expectativa de vida solo para seguir pagando tus cirugías y mantener tu estilo de vida. Pero hey, cada quien elige su camino, ¿no?
Hubo murmullos. Risitas contenidas. Una mujer ahogó una carcajada tras su copa de vino, y un hombre más allá susurró algo a su acompañante, que soltó una expresión de sorpresa y luego sonrió con malicia. Valerie se quedó helada, roja de rabia, sin saber qué decir. Los ojos de varios invitados estaban fijos en ella, disfrutando del espectáculo que sin querer había provocado.
—Te metiste con la persona equivocada, Lía —murmuró ella entre dientes, pero su voz temblaba.
—No, Valerie. Fuiste tú quien comenzó esta guerra. Yo solo estoy terminándola —le dije, firme, con la mirada en alto.
Tomé el brazo de Ethan, que había presenciado todo en silencio, orgulloso, y lo miré con una sonrisa serena.
—Vamos, amor. Esta noche vale más la pena hablar con personas que realmente importan.
Nos alejamos dejando a Valerie sola, con la rabia carcomiéndola por dentro.
Narrado por Valerie
Me ardía la cara. Me ardía el orgullo. Esa maldita gorda me humilló frente a todos. ¿Quién se cree que es? ¿Cree que esto se ha acabado?
Las miradas, las risas, las murmuraciones… todo era como ácido en mi piel. Sentía el corazón latir con furia. Ya no se trataba solo de Ethan. Era mi nombre, mi imagen, mi poder lo que había quedado en ridículo. Y todo por culpa de esa mujer.
Se va a arrepentir. Juro que se va a arrepentir de haberme desafiado. Si antes quería a Ethan por capricho, ahora lo quiero por venganza. Y esta vez… no me detendré hasta destruirla por completo.
Editado: 03.08.2025