*****La Noche Antes De La Resurrección*****
*****Bosques De Andlang*****
-¡HIJO CORRE!- gritaba una mujer mientras en su rostro escurría sangre y su ropa estaba desgarrada y sucia como si la hubiera atacado un animal, la sangre y el daño en la mujer aumentaban conforme el miedo crecía en Einar y los gritos eran cada vez más fuertes y ensordecedores, Einar estaba en la nieve de rodillas mirando a esa mujer quien le seguía gritando, con sus manos se tapo los oidos pero sintió cierta humedad y tibieza en sus manos, al mirarlas vio sangre y despertó; o eso pensaba ahora sentía como agua tibia rodeaba su cuerpo quien ahora se encontraba acostado y una luz le pegaba de frente, se levantó y el agua que lo rodeaba en realidad era sangre y el lugar era invadido por la oscuridad, el lugar estaba en silencio, un silencio que lo sofocaba y de pronto la sangre a su alrededor empezó a burbujear liberando un olor putrefacto, un rostro salió cerca de sus pies, era el rostro de su madre quien abrió los ojos solo para mirarlo con odio, el pánico invadió a Einar y después más rostros siguieron saliendo de la sangre todos tenían la cara de su madre, Einar sentía como todos los juzgaban con la mirada y un asco recorrió su garganta y con su mano se tapo la boca para no vomitar, Einar estaba aterrado, el rostro frente a él hablo -por tu culpa estoy muerta, porque no hiciste nada- y del rostro escurrieron lágrimas de sangre y luego los demás rostros lo siguieron y el lugar empezó a llenarse de gritos -¡PORQUE NO HICISTE NADA EINAR!
-¡POR TU CULPA ESTOY MUERTA!
-¡PORQUE NO HICISTE NADA EINAR!
-¡EINAR AYÚDAME!
-¡ESTO ES TU CULPA EINAR!
-¡TODO SIEMPRE FUE TU CULPA!- los lamentos lo torturaban, solo para sentir como se hundía en la sangre, la cual ahora lo ahogaba, hacía enfuerzos para salir a flote pero cada vez más se hundía en la sangre perdiendo la poca luz que aún tenía y los gritos aún se podía escuchar, la sangre lo ahogaba y perdió el conocimiento lleno de una completa oscuridad.
*****Habitación De Einar, Casa Del Lider De Andlang*****
*****El Día De La Resurrección*****
-Einar despierta- dijo un joven que sacudía a su hermano con fuerza, el joven estaba preocupado pues su hermano no podía dormir y cuando lo hacía tenía el sueño tan profundo y sufría de unas pesadillas que parecían dejarlo más alejado de la realidad, Einar no podia despertar y en su rostro habia una tristeza tan grande que parecía no poder con ella -Einar despierta tonto, no me espantes asi- decia Aren y la desesperación lo hizo darle unas cuantas bofetadas que poco a poco hacia despertar a Einar; Einar sentía un dolor en su pecho y al tocarse el rostro sintió como lágrimas escurrían de sus ojos, frente a él estaba Aren quien también parecía querer llorar -¿Einar estás bien?- pregunto Aren ya más tranquilo -si hermano no pasa nada, ¿Porque me arde la cara?- dijo Einar ahora sobando su rostro y el rostro de Aren se sonrojo -he lo siento, es que me espante y te di unos cuantos golpes ¿Que te paso? Estabas llorando dormido- dijo Aren aunque ahora se sentía mal por golpear a su hermano -Aren lamento si te desperté, no era mi intención- dijo Einar y se volvió a acostar cortando el tema -Einar desde lo que pasó con mamá has tenido el mismo comportamiento, se que no te gusta hablar del tema pero hermano me preocupas y siento que aislarte no te dejará superar lo que paso- dijo Aren; desde aquel día en el bosque Einar dejo de ser la promesa de Andlang a quien miraban como el nuevo líder de la aldea incluso en su casa dejo de ser aquel chico alegre y Aren intentaba apoyarlo, lo malo era que Einar no quería ayuda -no entiendes lo que siento Aren entiende todo fue mi culpa, por mi culpa nuestra madre está muerta- dijo Einar mientras su voz se quebraba -Einar no tienes la culpa de nada, eras un niño y a veces esas cosas pasan, yo también cargo con la culpa de no haber estado contigo ese dia- dijo Aren y era cierto, Aren cargaba con la culpa de descuidar a su hermano solo por evitar una pelea que tenía su primo y dejar solo a Einar -Aren nunca debí ser quien soy- dijo Einar y se cubrió el rostro -Einar no hables así, no somos dioses para saber nuestro destino y evitar lo que nos pasa, debemos aprender a vivir con nuestras culpas y volverlas una fortaleza, mi madre dió su vida sabiendo tu potencial, no manches su memoria así- dijo Aren pero Einar ya no contesto, así que Aren también se dispuso a dormir pero Einar no durmió, ya no queria volver a tener pesadillas.
Ya en la mañana los jóvenes desayunaban junto con su padre Gerd, líder Andlang; el lugar estaba en silencio hasta que Gerd decidió hablar -¿Te vas a presentar en la tarde?- pregunto Gerd a Einar -aun no lo sé, no creo poder hacerlo- dijo Einar en voz baja -¿que dijiste?, Einar estoy enfermo y necesito que tú seas el siguiente, debes ganar el desafío de Odin- dijo Gerd con una voz fuerte y profunda -si Einar contamos contigo- dijo Aren mirando a Einar -no cuentes con eso el desafío de Odin no es para mí, ¿Porque no lo hace Aren?- dijo Einar hablando más fuerte pero sin darle la vista a su padre -no me preguntes eso Einar, no te atrevas a cuestionar a tu padre, tu debes participar eres el mejor de nosotros e incluso el mejor en Andlang, desde que entraste al entrenamiento de guerrero destacaste y no por ser mi hijo, tus maestros me platicaron sobre lo excepcional que eres y que podías ser un prodigio, no solo yo te veo como el futuro líder, varias personas en Andlang también piensan asi, tu eres el indicado para ganar y liderar a nuestro pueblo- dijo Gerd y sus palabras mas que un regaño parecían de apoyo a su hijo -en eso tiene razón nuestro padre, eres muy talentoso y tú puedes usar tus habilidades para seguir fortaleciendo a Andlang- dijo Aren, a pesar de ser el hermano mayor siempre supo que su hermano tenía mayor potencial que él pero al contrario de muchos que envidian, Aren admiraba a su hermano menor e intentaba apoyarlo en lo que pudiera -Aren si acabe el entrenamiento tan rápido era porque no queria saber nada de ser un guerrero, no quiero involucrarme en los conflictos de este lugar- dijo Einar alzando la voz, desde que acabo el entrenamiento se habia mantenido en su casa oculto por la culpa que sentía, sin embargo eso aumentaba los rumores sobre él; en Andlang se hablaba sobre el hijo de Gerd el talento de Andlang, los habitantes del pueblo decían que Einar había matado un enorme oso con sus propias manos, que su fuerza era tal que después de acabar el entramiento a guerrero, se había dedicado todo este tiempo a fortalecer su mente y espiritu, y asi como dijo Gerd, muchos esperaban la reaparición de Einar el Oso. Gerd miraba a su hijo y aún no entendía que había pasado con él, sin embargo por su enfermedad debía invocar el desafío de Odin y esperaba que su hijo fuera el sucesor -Einar he permitido tus berrinches durante cinco años y ahora ya no te pido, te exijo que te presentes o tendré que exiliarte de Andlang- dijo Gerd alzando también la voz y mirando directamente a los ojos de Einar -pero yo no quiero ser líder de Andlang, no si es por medio de la sangre de otros, el desafío de Odin solo hace que nos matemos en la lucha de un mismo sueño, se me hace un acto vil y repulsivo, solo se arrebatan vidas para tener el poder- dijo Einar quien miraba fijamente a su padre -ya deja de decir estupideces Einar, el desafío se hace para encontrar al hombre más apto para gobernar Andlang y también entiende que tomar el mando es más que solo pelear en guerras sangrientas, también dependen de ti el futuro de tu pueblo y las vidas de los futuros guerreros de Andlang, si queremos la libertad de la que has gozado, hay hombres que incluso con miedo sacrifican sus vidas para conseguir todo lo que tenemos, si no hubieras cambiado desde la muerte de tu madre serias mi orgullo- dijo Gerd y la habitación se llenó de silencio nuevamente; Einar se levantó de la silla y caminó hacia la salida -¡hermano espera!- gritó Aren, el puesto al que Gerd empujaba a su hijo era una carga que no creía que su hermano menor pudiera ejercer, sin embargo era el más preparado para estar ahí, Einar abrió la puerta y volteando a ver a su padre y hermano dijo -no se preocupen, asistiré al desafío- y mirando a su padre dijo -yo nunca he buscado tener su aprobación- y salió dejando ahí a su familia.