Cuatro días después de la resurrección
La tarde había llegado en Swordland y el rey pidió que todos sus habitantes se reunieran cerca del castillo en el balcón donde el rey se paraba a observar a su pueblo; el rey iba a dar un importante mensaje.
Las personas se reunieron poco a poco en lo que el rey esperaba junto con su General Randall, un hombre que no era el más fuerte y ni siquiera en su juventud se veía como prospecto a caballero, pero tenía un talento llevado a limites exagerados, el General tenía una adaptabilidad impresionante en el campo de batalla aunado con su talento estratégico, era el mejor para dirigir tropas basándose en su desempeño y habilidades de los grupos, era incluso astuto por si solo y por eso el rey lo había puesto en tal lugar, su estrategias habían evitado que pequeño conflictos se convirtieran en grandes amenazas.
Los habitantes de Swordland la mayoría ya se encontraban enfrente del castillo o eso informaban los caballeros que mandaron a esparcir el mensaje. Quinto no espero más y comenzó -pueblo de Swordland, lamento lo que les voy a informar pero... una gran amenaza se acerca, incluso en estos momentos desconocemos la ubicación del enemigo bien podría ya estar entre nosotros, por lo mismo necesito que salgan de la ciudad les puedo jurar que corren menos peligro afuera que aquí adentro y les pido que sea lo más pronto posible para evitar tantas muertes como sean posible, quienes ya conocen el protocolo saben a donde dirigirse- dijo Quinto ocultando información en caso de que Destino ya estuviera ahí, pero para los habitantes se refería a la ciudad de los hilos; debido al tratado de paz llamado "La Última Palabra" muchas criaturas llamadas "oscuras" se pusieron a disposición de Quinto como principales aliados, debido a que él tratado quitaba la discriminación que había hacia ellos; entre estos estaba la reina tejedora, una quimera mitad humana y mitad araña quien debido a sus innumerables muertes de soldados y hijos, puso a disposición del rey lo único que tenía, su ciudad ubicada debajo de la punta inicial del cinturón de montañas del Este, entrar ahí en forma de ataque era casi imposible y servía muy bien como refugio; un refugio para Swordland -les pido que salgan de aquí antes del anochecer, si todo sale bien yo personalmente iré por ustedes por todo mi pueblo, lamento las molestias pueden irse eso es todo- termino de decir el rey y dejo el balcón para entrar a su castillo, atrás de él caminaba Randall un hombre de armadura dorada y ligera, alto y de cabello negro muy corto y tenía una característica cicatriz que empezaba en su frente arriba de su ojo derecho y cruzaba por su nariz acabando al principio de su mejilla izquierda -mi rey, espero órdenes- dijo el General -preparen las salidas de las murallas y agilicen el desalojo, después de eso empiecen a sellar las puertas y preparen arqueros en todas direcciones y que las catapultas estén listas, coloquen magos en las puntas de cada torre y que Dios nos bendiga en lo que vaya a venir- dijo Quinto y su General bajo por las escaleras y Quinto se adentró a su sala del trono, el rey tenía miedo, como enfrentaría algo que ni los primeros reyes unidos pudieron matar.
Cinco días después de la resurrección
El tiempo en los helados bosques de Andlang era una tortura, el frío, la falta de comida y el desconocimiento del terreno, castigaban mentalmente a Einar quien seguía su camino que el creía que era el indicado, solo para darse cuenta que había llegado a un risco que daba al mar, la frustración se notaba en el rostro del joven y comenzó a llorar. Einar no sabía si podía cumplir lo que su padre le pidió, su hermano había muerto y no pudo despedirse de él, toda su vida había sido llena de halagos de ser un gran Guerrero y sin embargo su familia lo protegía siempre que el nunca pudo salir adelante; para las personas que lo conocían el era un ganador, el mejor y con su familia siempre era un inútil que nunca pudo hacer nada más que mirar asustado, que sentido tenía la vida, el nunca busco reconocimiento, el solo quería proteger a su familia y su familia terminó muriendo por su culpa, que sentido tenía vivir si su familia ya estaba muerta, se culpaba porque sabía que incluso su padre había caído defendiendolo alguien que el consideraba que no lo quería termino demostrando lo contrario en sus últimos momentos juntos, y Einar tiro la espada cansado de tanto cargarla y camino lentamente hacia el risco, incluso la promesa que le hizo a su madre antes de que ella muriera nunca pudo cumplirla y seguía caminando hasta quedar en la orilla, el viento le pegaba en el rostro y la brisa de las olas del mar empezaba a humedecer su cabello; el risco era de unos 50 metros de altura terminando adentro del mar; respiró y se dejó caer ya no quería seguir y lamentaba siempre decepcionar a su familia.
"Cuenta la leyenda que cuando Odín se sentía perdido rezó y pidió a un poder supremo que lo ayudara y lo iluminara en su momento de oscuridad, el padre de todo hacia su primer plegaria cerca de un risco que terminaba al borde del mar, el lugar era considerado más sagrado que los mismos dioses y su ubicación era desconocida, cada que alguien buscaba ese lugar no respondía aquel presencia, los que han tenido contacto con aquel ser, siempre coinciden en algo, cuando estaban al borde de dolor y la desesperación su camino siempre llegaba a un risco con vista al mar en donde todos ellos estuvieron a punto de morir o cometer suicidio, aquella presencia te elige"
-¿Deberíamos despertarlo no crees?- se escuchaba la voz de un hombre alrededor de unos 30 años -no como crees, es tan solo un niño déjalo dormir- contesto un voz femenina de una edad que rozaba la misma del hombre -¿y eso que?, quien te manda a intervenir- dijo el hombre mientras volteaba a ver a la mujer -por que es un niño, nunca había pasado esto y no lo podía dejar morir- dijo la mujer; aquellas "personas" veían a Einar en el piso, en al parecer una caverna en donde un rayo de luz solar se colaba por encima de ellos formando un círculo e iluminando al joven y a la pareja dejando lo demás en una profunda oscuridad -ya voy a despertarlo, me mata la duda de saber quien es- dijo el hombre -eso dices por que no puedes morir, si lo hicieras no dirías lo mismo- contesto la mujer -a eso no me refería mujer, voy a despertarlo- y el hombre se agachó a sacudir del hombro a Einar quien se encontraba boca arriba en la arena -hay Justicia nunca me haces caso- dijo la mujer -ya esta despertando Verdad mira- y Justicia se levantó para mirar como los párpados del joven en la arena empezaban a querer abrirse; Einar recibió la luz de lleno quedando por un momento cegado para después ver como una mano se empezaba a distinguir -levantate niño- dijo Verdad y ayudo a pararse a Einar; el joven a un deslumbrado y algo confundido pregunto -¿En donde estoy?- y su mirada poco a poco empezó a enfocar a la pareja -bienvenido a nuestro hogar, nosotros somos Verdad y Justicia- dijo Verdad emocionada -no empieces Verdad, siempre haces lo mismo- dijo Justicia mientras se tapaba el rostro ocultando su vergüenza -¿que clase de nombres son esos?- pregunto Einar -la misma clase que el tuyo- dijo Justicia seriamente -perdón se puede saber que hago aquí, si yo estaba...- y Einar se detuvo, sabía que había intentado quitarse la vida -tranquilo lo sabemos, yo te saque de ahí, podría decirse- dijo Verdad ocultando un pequeño detalle -¿pero como? si yo estaba cayendo, era imposible intervenir- dijo Einar y Justicia tenía una cara de aburrimiento -bueno, esto te podría sorprender, pero...- se detuvo Verdad para aumentar la curiosidad del joven -somos...- y nuevamente se detuvo y sin duda tenía toda la atención de Einar y Justicia se estaba empezando a desesperar -es que no se como lo tomes, si te soy sincera nadie nos cree cuando se los decimos- dijo Verdad -pues tu respuesta puede aclarar mis dudas- dijo Einar y Justicia se estaba hartando -eso puede ser verdad niño pero no lo se, me gusta este ambiente de curiosidad que se respira- dijo Verdad -¿que?- dijo Einar algo confundido pues no sabía si la mujer le iba a decir lo que ocultaba o si solo estaba jugando con él -hay por favor Verdad ya me canse de que trates como niños a los humanos- dijo Justicia enfadó -¿como que a los humanos?¿que ustedes no lo son?- pregunto Einar ahora con más dudas -no Einar- dijo Justicia -pero yo no te dije mi nombre- dijo Einar sorprendido -lo se tampoco no diste esto y aún así lo tenemos- contesto Justicia y de la arena brotó un pequeño bulto que terminó revelando la espada que el padre de Einar le había dado -¿quién te dio eso?- y Einar se empezó a acercar a Justicia para quererle quitar la espada y Verdad lo detuvo con solo tocar su hombro impidiendo moverse más -¿que esta pasando?- pregunto Einar -calmate niño, yo y el señor somos algo más que dioses, somos el orden en este basto mundo, somos fundamentales para el control universal, la vida no tendría orden sin nosotros y tampoco tendría caos, somos el equilibrio incluso por encima de los dioses, por eso para ti somos Verdad y Justicia- dijo la mujer cortando la tensión que había entre los dos hombres y aclarando la mente de Einar -acaso llegue al lugar donde los líderes llegan para aclarar sus pensamientos- dijo Einar -asi es chico, nunca habíamos tenido a un líder tan joven- dijo Justicia -es cierto, eres muy joven pero al parecer tienes un futuro lleno de gloria...- dijo Verdad pero se volvió a detener algo ocultaba -pero yo no soy un líder- dijo Einar -¿lo dices por lo de Andlang?- pregunto Justicia -si, mis temores me hicieron perder todo lo que tenía- dijo Einar con tristeza -pero Einar tu camino apenas empieza, estás destinado a cosas más grandes que un simple puesto de líder, si quieres honrar a tu familia vive y demuestra lo valiente que eres- dijo Verdad -pero no se que hacer, solo puedo llevar el mensaje que mi padre me encargo y después que sigue no tengo más motivos en mi vida para seguir- dijo Einar -te equivocas chico el mensaje nunca llegará, tu debes hacer otras cosas más importantes, solo te puedo decir que deberías tomar la espada para darte cuenta de que hablamos- dijo Justicia y el mismo le entrego la espada en las manos del joven, Einar la tomó y la iba a guardar en su funda -¿que haces?- pregunto Verdad -tal vez aún no esté listo- dijo Justicia -no hables así- dijo Verdad -mira niño, saca la espada y encomienda la voluntad de tu padre en ella- dijo Verdad -y eso de que me servirá, ya estoy harto que me digan que mi futuro promete mucho y aún así sentirme un perdedor- dijo Einar molesto -callate y solo obedece mocoso- dijo Justicia, Einar no le encontraba sentido a lo que aquellas personas le pedían pero por respeto a sus creencias las obedeció y puso la espada enfrente de él y cerró los ojos, un recuerdo le llegó a la cabeza de cuando era niño y un día vio a su padre como unos esclavos llegaron en una barca a las orillas de Andlang, su padre era desconfiado pero aún así ese día no dudo en ayudar a tales personas, los días pasaron y por el frío del agua y del ambiente frío de invierno, así como la falta de comida y los malos tratos de sus amos, los esclavos fueron muriendo uno por uno apesar de los esfuerzos de Gerd y Esben quienes no dejaban de cuidar a aquellas personas; su padre no dormía y cuando el último esclavo murió por primera vez Einar vio como ese hombre que siempre parecía fuerte lloraba; en otro momento no habría recordado tal momento debido a como era la presión que su padre ejercía en él pero en este momento volvió a recordar esa escena -recuerda Einar- comenzó a escuchar la voz de su padre -ayuda a quien lo necesite y condena a quien abuse del poder, tal vez lo único que pueda heredarte sea mi voluntad, ten siempre presente vive y deja vivir la paz se forja de pequeñas acciones- y cuando Einar abrió los ojos la espada desprendía llamas azules, un fuego frío y al mismo tiempo poderoso- sus manos se sentía calientes y mientras la espada ardía se volvía cada vez más pesada -¿sientes eso Einar?¿sientes el peso?- dijo Verdad -ese es el peso de la voluntad de todos los líderes anteriores a ti, mientras más persigas su ideal más ligera será, vive y salva tu mundo muchacho es momento que te vayas- dijo Justicia -espero y te hayamos podido ayudar, cuidado con la caída- dijo Verdad -¿con la caida?- pregunto Einar y las llamas se apagaron y la luz que iluminaba se empezó a apagar dejando todo en penumbra.
Einar vio el mar enfrente de él, seguía cayendo y no sabía cómo detenerse, se dio cuenta como tenía ahora la espada en su mano izquierda y entonces decidió clavarla en la roca evitando así caer a las rocas que tenía a unos cuantos metros de él, Einar había decidido vivir para poder ayudar a su pueblo de un posible tirano, debía pedir ayuda a el rey de Swordland.