*****Zona Noreste, Cerca del Río*****
*****Trece Días Después De La Resurrección Del Señor Oscuro*****
El viaje de los príncipes había sido tranquila, desde su salida del reino ningún incidente había ocurrido, aunque entre más se acercaban al Norte empezaban a darse cuenta que los pueblos se iban quedando abandonados y lo más sospechoso ocurrió la noche anterior después de cruzar el río, mientras se organizaban para acampar esa noche después de haber pasado la zona de bosques, Mendo y los demás caballeros, se dieron cuenta que estaban siendo observados, Mendo dió la orden a los caballeros de mantenerse alerta por si algo llegaba a pasar, pero a sus hermanos les oculto la información ante la amenaza.
El día seguía sin nada raro y el camino se había vuelto más claro y tranquilo, habían pasado de un inmenso bosque a un campo libre y amplio con árboles pequeños y pasto muy verde, parecían kilómetros de vegetación Diago y Alba se sentían en un paraíso, el aire golpeando sus rostros mientras iban arriba de sus caballos, les daba esa sensación de libertad.
-Ya llevamos varios días y vamos bien, creo que por eso nuestro padre nos mandó a los tres- dijo Mendo, al parecer el peligro había pasado -para mi está bien, no hay nada mejor que salir a pasear por lugares desconocidos donde claramente podemos morir en cualquier momento- dijo Diago con sarcasmo -pues yo si estoy feliz, por fin padre me tomo en cuenta y aunque sea una misión de poca dificultad poco a poco iré tomando más importancia en el reino- dijo Alba quien parecía ser la que más disfrutaba estar ahí -todo depende de lo que decida el rey Mendo en un futuro- dijo Digo mirando a su hermano mayor, matando la ilusión de Alba -tranquila hermana, cuando sea rey tendrás poder en las decisiones del reino- dijo Mendo y esto solo hizo sentir más mal a Alba, sus hermanos habían olvidado que su hermana aspiraba a ser la reina de Swordland y así seguir el legado de su padre, la princesa quería a sus hermanos pero incluso ellos la seguían tratando como una secundaria sin darle la importancia que Alba merecía -no se que pienses Mendo pero para mí no vale la pena tener el trono, si para eso me tenga que cambiar el nombre a Sexto, te imaginas Alba, llamarte el rey Sexto- dijo Diago burlándose de Mendo, la mayoría de las personas en el reino sabían que próximo rey sería Mendo, Alba oia lo que decía Diago y solo se limitaba a sonreír para no dar a notar como le afectaba, Diago nunca ha aspirado a ser rey pero para Alba llevar el nombre Sexto no era causa de burla, al contrario para ella era una señal de respeto a su reino -si lo se, está horrible cambiarme el nombre a Sexto, pero ya sabes que el rey Tercero lo hizo una ley inamovible incluso para los futuros reyes, si no respeto la ley el reino no me respetará podría decirse que el pueblo considera sagrado hacer tal acto, me molesta un poco tener que obedecer leyes que parecen impuestas por un pueblo que me debería servir y no ser mis jueces- dijo Mendo y Alba quedó sorprendida, no podía creer que Mendo el hijo mayor y quien fue el primero en recibir el cariño del reino se refería así de los habitantes de Swordland -¡Mendo ya basta!- alzó la voz Alba, era su intento por terminar el tema -¿Cuánto tiempo falta para llegar? es mejor concentrarnos en terminar la misión- dijo la princesa con seriedad -tranquila Alba, estamos cerca, me imagino que faltan tres días en llegar- dijo Mendo y notó el descontento en su hermana -que bueno, ya quiero que acabe esto para regresar a casa lo más rápido posible- dijo Diago con alivio -asi es, llevamos buen tiempo- dijo Mendo, un caballero dió alcance a los hermanos y en voz baja hablo con Mendo -principe Mendo, alguien nos viene siguiendo, creímos que después de pasar el río aquello que nos seguía se había quedado, pero ahora nos hemos dado cuenta que nos está siguiendo el paso, no creo que sea humano- dijo el caballero -esta bien, me es difícil creer que haya un ser tan sigiloso como para no llamar la atención- dijo Mendo -estoy igual, no se me viene a la mente ningún ser, parece que no es nada pero aún así parece seguirnos, debemos estar alertas- dijo el caballero -si eso estaría bien, pero mejor aceleremos el paso, avisa a los demás, si algo intenta perseguirnos tendrá que acelerar su paso y así es más posible que veamos ¿Que es o donde está?- dijo Mendo y el caballero obedeció -¿Todo está bien?- pregunto Alba -si, solo vamos ir más rápido, tenemos que llegar al pueblo pesquero más rápido- dijo Mendo -esta bien, creo que es mejor- dijo Alba -estaba disfrutando del lugar, pero ambos ya hablaron, que puedo hacer- dijo Diago resignado y Mendo empezó a acelerar el paso de su caballo saliendo a toda velocidad siendo seguido por los demás, cuando ya estaban muy lejos una silueta se levantó con tranquilidad y parecía disfrutar el hecho de que se dieran cuenta de su presencia, aunque los humanos intentarán huir ya era demasiado tarde.
*****Villa Mareña*****
*****Quince Días Después De La Resurrección Del Señor Oscuro*****
Los hijos de Quinto habían llegado junto con el amanecer al pueblo pesquero, entrando por el lado sur cerca de la orilla del mar. El lugar estaba solo y abandonado, sus casas y sus calles eran solitarias, solo se escuchaban los sonidos de sus caballos; el lugar daba muestras de haber sido atacado, algunas estructuras estaban quemadas y otras destruidas, se notaba la barbarie de la que fue víctima y mientras más se adentraban más era el hedor de la carne putrefacta ahogando a los príncipes en pudredumbre, la escena era difícil de ver para todos, la muerte estaba clavada en cada parte de la Mareña, al llegar a la parte donde había más botes de pesca se podía ver en la orilla pilas de cuerpos que se esparcían por el lugar, la mayoría de los restos eran prácticamente esqueletos que aún mantenían un poco de piel, cabello y órganos que les colgaban en una sustancia verde y viscosa.
Diago y Alba no podían creer lo que veían incluyendo a Mendo quien a pesar de su experiencia, era una escena difícil de ver pero aún así bajo de su caballo y los demás caballeros también lo hicieron -¿Que les habrá pasado a toda esta gente?- dijo Mendo mientras ponía un pañuelo sobre su boca y nariz para tapar el olor -yo sabía que algo estaba mal, ¿a dónde nos mandaste Quinto?- dijo Diago y se podía ver el temor en su cara -tranquilizate Diago, lo que sea que paso aquí, ya tiene varios días, estamos aquí solo para investigar- dijo Mendo y los demás caballeros revisaban los cuerpos en la costa -hay que dividirnos en grupos y buscar indicios de lo que pasó o incluso si hay algún sobreviviente, Alba deberías quedarte aquí con un par de caballeros- dijo Mendo pero Diago hablo -yo también me quedo con Alba- se podía notar miedo en el joven -Diago no te pregunté dónde querías estar, es una orden- dijo Mendo, el principe quería que Diago empezará a comportarse como un hombre a diferencia de lo que pensaba de Alba pues Mendo creí que estar en una escena así ya era suficiente impacto para ella, lo mejor sería evitar que viera más muertes -Mendo yo quiero ir en un grupo- dijo Alba sorprendiendo a su hermano -Alba vas a empezar tu también, es una orden, debes respetar mi decisión- dijo Mendo mantenido su firmeza ante su hermana -Mendo yo puedo ir, no necesito que me estés cuidando, por eso vine, mi deber es servir al reino- dijo Alba -como princesa de Swordland, ordenó que Diago se quede aquí haciendo guardia y mi orden vale lo mismo que la tuya Mendo- dijo Alba y se marcho, Mendo mando a tres caballeros seguirla -¿Oye Alba puede hacer eso?- pregunto Diago a Mendo mientras ambos veían como su hermana se alejaba -no lo se, pero al parecer se acaba de salir con la suya- dijo Mendo con enojo, Alba no entendía que en el exterior no podía hacer tales locuras, antes de que Mendo se fuera Diago volvió a hablar -hermano entiendes que esto es muestra de algo más grave, como es que somos los primeros aquí ¿Porque los pueblos que más se acercan al Norte se empezaron a quedar deshabitados?¿Porque ningún otro reino a intervenido a está barbarie?¿Y si no estamos aquí por nuestra primera misión juntos? Será que Quinto no nos quería en el reino ¿Pero porque?¿Que está sucediendo?- dijo Diago pues no era normal lo que ahí pasaba -a decir verdad, yo también desconozco la situación, no se más que tú, y yo también estaba pensando que algo así como lo que ocurrió aquí ya hubiera sido intervenido por varios reinos cercanos- dijo Mendo mientras analizaba las palabras de Diago -tengo un mal presentimiento hermano- dijo Diago -yo también estoy inquieto, por eso debemos a proteger a Alba, pero con esa actitud es difícil- dijo Mendo -si, deberíamos, pero ella no es de las que deje las cosas tan fácil- dijo Diago y Mendo se marcho con su grupo al otro lado de Mareña y ambos hermanos se quedaron con la pregunta ¿Que están haciendo ahí?.