Nuevas Oportunidades

Capítulo 9

Sebastián

A lo lejos escuchaba como mi celular vibraba, luego de varios minutos me levanté de golpe, dándome cuenta que eran las dos de la tarde, revise el móvil y ví que tenía alrededor de quince llamadas y mensajes de papá, mamá y Andrés.

Mientras estaba sentado en la cama mi celular volvió a sonar, inmediatamente contesté, efectivamente era Andrés, quien daba gritos al cielo porque no había contestado anteriormente.

-Qué te pasa Sebastián, hemos intentado contactarte desde la mañana y tú ni apareces ---gritaba con la voz alterada
-Ya me tienes aquí ---dije mientras me sobaba la cabeza, estaba que me explotaba, pues producto de la borrachera que me cargaba.

-Quiero que inmediatamente te vayas al aeropuerto y vengas para acá, recuerda que a las 5 de la tarde debes estar en la iglesia esperando a tu futura esposa ---dijo mientras colgaba seguidamente, antes de decir algo

No tenía muchos recuerdos de anoche, pero sabía que me había pasado de tragos y producto de ello era la resaca que tenía. De inmediato me puse de pies yendo a la ducha, para bañarme con agua helada y que calmará un poco el malestar.

Salí después de media hora y me arregle con ropa deportiva y busque unas gafas de sol para ponerme, durante estos minutos ya había contactado al chofer para que me venga a recoger y vaya a dejarme a la pista privada, tenía que volar de urgencias a Miami si quería llegar puntual.

Ya estaba en el avión y se había anunciado que en cinco minutos volaremos, una azafata se acercó a preguntarme que bebida deseaba, rápidamente respondí una agua mineral, no tenía intenciones de meterme más trago por este momento, quizás en la noche si.

Durante el trayecto de viaje cerré mis ojos y me dormí, eran alrededor de las 5:30 y yo recién iba a aterrizar, me imaginaba que a estas alturas papás estarían dando vueltas como locos, porque yo aun no hacía presencia en la iglesia.

Después de varios minutos baje del avión y me fije que Andrés se encontraba esperándome, ya estaba vestido formalmente, alzó su mirada y me vio fijamente, aún guardaba silencio.

Ingresamos a su auto y emprendimos el viaje a mi departamento, pues allá se encontraba mi traje, el que iba a utilizar hoy. Durante el camino no hablaba, sino que fue hasta diez minutos después que hablo de manera fría.

-Te creía más inteligente Sebas, se supone que el novio siempre debe esperar a la novia en el altar, y que a pasado, pues tú has hecho todo lo contrario, dejando mal parada a esa pobre mujer frente a los comentarios sarcásticos que dicen los invitados ---dijo fríamente mientras golpeaba suavemente el volante
-Lo siento ---fue lo único que respondí
-No es a mi a quien tienes que pedirle disculpas, sino es a ella, la misma que está esperando sentada en la última banca de la iglesia para ver si te dignas a llegar ---mencionó, mientras parqueaba el carro fuera del departamento
-Ni creas que voy hacer esa estupidez ---dije y me baje rápido del auto, para luego ingresar a casa.

Subí de dos en dos los escalones de la escalera, me metí a ducharme rápido, estaba muy atrasado. Es así como me puse el traje, reloj de marca, zapatos de suela y por último perfume.

Una vez listo y peinado, baje las escaleras, cerré detrás de mi la puerta y subí al auto, para después dirigirnos a la iglesia.

Durante el camino ninguno de los dos habló, agradecía mucho, a estas alturas me encontraba sumamente nervioso.

Después de varios minutos de recorrido llegamos, me baje y entre rápido, el padre ya se encontraba en posición. Aún no había visto a mi futura esposa, es así como pasaron varios minutos y todos se ubicaron en su lugar, inició la marcha nupcial.

Fui girando lentamente, hasta que ví como una mujer de cabello largo y negro con ojos chispeantes y profundos negros avanzaba hacia mí, ella venía colgada del brazo de su papá, suponía que era él.

Nunca despegue mi vista de ella, veía como su labio inferior temblaba, imaginé que se encontraba nerviosa, y como no, si esto era una completa farsa, por supuesto, nadie sabía el trasfondo de esta unión.

Llegó hasta mi, nos encontrabamos a escasos centímetros, su padre dijo alguna palabras y me la entrego. Tomé su mano sin la menor importancia y le dije al padre que comenzará.

-Padre, ya estamos aquí, puede empezar cuando quiera ---dije bruscamente

Seguramente pasaron muchos minutos, pero en ningún momento preste atención a todo lo que se decía en misa, hasta que el padre habló mirándonos directamente a ambos....

-Queridos hijos es momento de ponerse frente a frente para dar los votos matrimoniales ---indicó

Sabía que había llegado mi turno, para mostrarme ante tantos invitados como un hombre sumamente enamorado. Es por ello, qué empecé a hablar.....

"Yo Sebastián Viteri, te recibo a ti Gabriela Torres para ser mi esposa, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe." ---dije duramente, mientras tomaba su mano totalmente helada y temblosa.

Procedí a colocarle el anillo, así que asumo que mamá lo eligió, porque yo ni idea de aquello. Después de varios minutos llegó el turno de ella, alzó su cabeza y me miraba fijamente, pude notar que tenía lágrimas no derramadas, pero aquello no tenía importancia para mí, queria que este circo acabará ya.

Se aclaró la garganta y ví como pasaba saliva para luego hablar, pude notar que tenía una voz cálida, posiblemente era por los nervios y porque estaba tan obligada como yo a estar uniendo nuestras vidas.

"Yo Gabriela Torres, te recibo a ti Sebastián Viteri para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe." ---dijo con voz temblante mientras me ubicaba la alianza




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