Gaby
Para que negarles me había convertido en una actriz profesional para aparentar alegría cuando no es así. Después de ese día nada ha sido igual, sin embargo me estoy refugiando en la compañía de Minnie. Durante esos días me la pasaba llorando, ella sentía mi dolor, porque se me quedaba mirando fijamente y luego se recostaba en mi pecho y con su lengua se encargaba de limpiar mis lágrimas.
Había conversado con Andrea por videollamada y habíamos quedado en ir al cine, fue así. En todo momento disimule frente a ella, correspondía a sus abrazos, ella siempre a sido muy amorosa y empalagosa. Mientras me abrazaba tenía ganas de contarle todo lo que me estaba guardando, pero decidí que nunca iba a ser buen momento y si algún dia le contaría será cuando esté totalmente sana.
Durante estos días había estado yendo diariamente a consultas con la psicóloga, le comenté todo lo que estaba sintiendo, ella me permitia expresar cada una de mis emociones. Había decidido buscarla más seguido porque estaba cayendo en un cuadro depresivo, también tuve cita con el psiquiatra y me receto antidepresivos, mismos que estaba tomando en estos momentos.
Habían días más malos que buenos, pero seguía de pie. Pidiéndole a Dios en cada madrugada que nunca me abandonará, que me diera fuerzas para enfrentar todo lo que se va a venir.
Llegó el día de nuestro primer mes de casados, había caído día martes, igual teniamos la cena por la noche. Pase la mañana con normalidad, cuando ví que eran la una de la tarde fui hasta un restaurante cercano a la empresa, estaba sola en la mesa como de costumbre, pero pude notar que tenía bonita vista. Mire pasar los carros mientras estaba pensativa, almorcé y luego regrese a la oficina.
Eran alrededor de las cuatro de la tarde, cuando Nelly me anuncio que afuera se encontraba mi esposo, accedí que pasará, total era su empresa, pensé que me iba a gritar como siempre y reclamarme por haber faltado a mi trabajo, pero me sorprendi que no fuese así.
Hoy había decidido ubicarme gafas oscuras, aquellas ocultaban lo hinchado de mis ojos. Ví como me detallaba, en su mirada pude notar que algo había cambiado, no sabía que era, pero era una mirada más suave y calmada, ya no destilaban fuego como al principio.
Sorprendida quedé por su acción, tuve que aclarar mi garganta para sacarlo de ensueño y esperaba que hablará, mientras lo hacía cada vez quedaba más anonadada, no sabía porque estaba siendo más gentil y delicado.
Antes de abandonar mi oficina me indicó que iríamos juntos en su auto, asumí que debía dar buena apariencia frente a nuestra familia.
Se hizo de noche y yo me encontraba bajando las escaleras, pude notar que me estaba esperando en el mueble. Durante el trayecto al restaurante pasaron varias actitudes de él que me dejaban sorprendida, seguramente solo eran por está noche, pensé.
Llegamos y saludamos a cada uno de los presentes, estuvimos conversando varios asuntos, en eso una mesera se acerca a entregarnos una copa de vino a cada uno, la cogí por educación más no la bebí, para todos los presentes y en principal a mi familia aquello era raro, yo jamás rechazaba una copa.
No pensaba que aquello significaria sinónimo de preguntas, no lo ví venir. Sino fue hasta que mi suegra preguntó sutilmente...
-Gaby no me digas que estás en embarazo y por eso no bebes alcohol ---dijo sin anestesia
Yo inmediatamente me atore con mi propia saliva y sentí mis mejillas ponerse calientes, estaba avergonzada, en eso mi esposo me pasaba un vaso de agua para calmarme.
-No aún no está en planes, queremos disfrutar de nuestro matrimonio por lo pronto ---respondí con esta mentira, sabía que tenía muchos pares de ojos encima incluyendo los de Sebastián, porque el sabía que lo que dije era una total falsedad.
Nadie más tocó el tema y aquello me tranquilizó, por supuesto que nadie se imaginaria el motivo por el cuál no podía beber bebidas alcohólicas durante un tiempo y no precisamente era porque me encontraba en embarazo, por supuesto, ellos no tenían porque saberlo.
Alrededor de las once de la noche todos nos estábamos retirando a casa, durante el camino me estaba quedando dormida y eran por lo medicamentos. Después de varios minutos sentí como alguien me despertaba suavemente, de inmediato abrí los ojos y me fijé en que era Sebastián, quien se encontraba con la puerta abierta esperando que yo bajará.
Me incorpore y baje rápidamente, no le di tiempo a nada, ya me estaba dirigiendo a mi habitación, una vez dentro tome los antidepresivos y las pastillas para dormir, después de dar varias vueltas en la cama, concilie el sueño.
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“Vas a pasar por momentos difíciles, es la vida. Pero yo digo: 'no te pasa nada, te pasa a ti.'Ver lo positivo en eventos negativos.” – Joel Osteen