Nuevas Oportunidades

Capítulo 37

Sebastián

Las cosas se habían arreglado entre nosotros, prácticamente nos habíamos reconciliado, no en el plan que se imaginan pero sí, ya habíamos hablando.

Justo ahora la tenía entre mi regazo sentada, diciéndome que mi ojos eran preciosos, no pensé que le pusiera tanta atención la verdad.

Estabamos en silencio mirándonos, entonces decidí que era momento de hacer algo que había querido desde hace mucho tiempo.

Me acerque lentamente hasta ella y la besé, mis manos se ubicaron en su cintura y la acercaba a mi cuerpo, sentí los brazos de ella enrredarse en mi cuello y corresponder de manera nerviosa e intensa el beso.

Estuvimos así por varios minutos disfrutando de ello, luego me separé y le di un beso corto, pensé que iba a tener alguna reacción de ella, ya sea a reclamarme o darme una cachetada, no fue así, sino todo lo contrario le ví ponerse colorada y decidió esconderse en mi pecho.

Entonces yo solté una carcajada, no pensé que le daría vergüenza el habernos besado, pero al parecer ella se sentía cohibida porque no me quedaría dar cara.

-Hey nena que pasá ---pregunté, la vi salirse de su escondite para mirarme y luego soltar un risita mirando a otro lado menos a mi ojos
-Nada
-Y entonces porque no me miras --dije
-Me da vergüenza ---respondio bajito
-Y porque te tendría que dar vergüenza, no pasó nada malo ---le decía
-Nose, ya no me hagas más preguntas ---dijo y entonces me reí fuerte
-Ok ---dije dándole palmaditas en su cadera
-Me llevas cogida hasta la habitación porfis ---dijo con ojos chispeantes y mirándome como niña chiquita, buscaba convencerme.
-Qué me das a cambio, fíjate que tengo que subir varios escalones y me va a doler la espalda ---dije de broma
-Podemos ver una película en mi habitación ---dijo como grande negociadora.

Entonces la lleve entre mis brazos y nos dirigimos a su habitación, ingresamos y prendimos el aire acondicionado, mientras ella buscaba que película íbamos a ver, era la primera vez que estábamos en su habitación, por lo general siempre estábamos en la sala o en la mía.

Jamás he buscado sobre pasarme con ella, no fue hasta hoy que la besé, aunque yo deseaba más y deducía que ella también, sus ojos dilatados la delataban.




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