Nuevas Oportunidades

Capítulo 39

Sebastián

Habían pasado varios días del día que por primera vez dormí con Gaby, ese día nisiquiera escuchamos la alarma y llegamos súper tarde a la empresa, los empleados han de pensar que tuvimos una noche movida pero lamentablemente no había sido así y no era porque no quería, sino que quería que ella se sienta segura, no se si apartir de la enfermedad su autoestima femenina se haya estropeado, por eso yo iba a paso de tortuga.

Habían pasado varios días, todo marchaba con normalidad, todo hacíamos juntos desde el desayuno hasta la cena, no hubiera día que sintiera miedo y la cagara, es por ello que hoy decidí invitarla a cenar a un restaurante, era la primera vez que lo íbamos hacer, porque las otras veces decidiamos comprar comida y llevarla a casa. Pero hoy yo tenía otros planes para nosotros.

Quería pedirle perdón y disculpas de como me había portado con ella, a pesar de que estábamos bien, creo que teníamos que hacer esto, darnos esa conversación y poner todas las cartas sobre la mesa.

Andrés me ayudó a separar un restaurante y algunas cosas que tenía preparado para la noche, está noche solo era de los dos. Esperaba que todo saliera bien.

Con respecto a su salud, ella me había mencionado que estaba tomando un descanso de dos meses para luego retomar con el segundo ciclo, al que desde el inició dijo que esperaba que yo la acompañará, yo totalmente agradecido por hacerme participé de esto.

Antes de salir de casa me había indicado que quería llevarme hoy a un lugar, entonces ahora me encontraba con ella en el auto, con dirección a su departamento.

Mientras íbamos en el carro me dió las gracias por las flores y el vestido, y por supuesto a cada momento me preguntaba que a dónde la iba a llevar, sin embargo no le revelé ninguna pista.

Llegamos a su departamento y bajamos, ella se adelantó a abrir la puerta y en eso escuché un suave ladrido. Vi que Gabriela tenía en sus manos a una preciosa Chihuahua, supe que era hembra porque llevaba un vestidito color rosa.
-Mira te quería presentar a Minnie mi fiel compañera ---dijo, mientras que la mencionada estaba totalmente emocionada dándole lenguetazos en la cara.
-Oh, que tiempo tiene ---pregunté
-Poco tiempo, aún no llega ni al año, la compre el día que me enteré y desde allí ella es quien ha estado conmigo en todo momento, a pesar de que no habla, se sentaba a escucharme atentamente cuando yo le contaba mis problemas ---dijo con voz suave
-Y porque la tienes aquí y no contigo ---pregunte mirándola, ella desvío la mirada antes de responder
-Tu y yo estábamos pasando por un mal momento, era obvio que no me la ibas a aceptar en casa, entonces decidí dejarla aquí y venir todos los días. Jamás deje mi departamento, este era mi hogar, aquí era donde lloraba, comía y le reclama a Dios, definitivamente en este departamento se guardan todos los momentos que pasé ---dijo y aquello me dió vergüenza, entonces no respondí nada, ella habia dado justo en el clavo.

Pasamos a la casa y pude notar que era un departamento muy bonito, a pesar que no tenía la vista como el mío, todo gritaba Gabriela, desde la decoración a como era el lugar en sí. Vi que se desapareció un momento y la perrita había quedado conmigo, era tranquila y muy juguetona, es por ello que justo ahora la tenía entre mi pies acostada buscando que le sobara la panza.

Después de varios minutos Gaby salió con algo en sus manos, note que era como una agenda, pero mientras ella se sentaba alado mío, me pasó lo que tenía en su mano.

Entonces me di cuenta que era un diario, ella me pidió abrirlo y eso fue lo que hice. Fue así como caí en cuenta que detallaba cada día de su enfermedad desde el día cero.
-Te quise traer a este lugar, porque a sido mi refugio durante todo este tiempo, también ese diario que ahora tienes en mano ha sido mi fiel compañero desde el primer día. Cada día escribía todo lo que pasaba es por ello que vez todas esas páginas, te preguntarás porque cada hoja lleva una foto y es porque quería plasmar cada uno de mis cambios físicos, entonces en ellos puedes notar que no queda nada de la Gabriela que llegó a tu vida. ---dijo con voz quebrada, apesar de que ella no me dijera nada, yo sabía cómo le dolía todo esto.
-Quiero que sepas y como te dije al principio, estoy muy orgulloso de ti y aún así eres preciosa ---dije mientras la jalaba para abrazarla y besarla suavemente, ella era muy receptiva a mí.

Aún no habíamos pasado de besos, por supuesto quería más, pero sabia que pronto llegaría el día en dónde sería mi mujer en todo el sentido de la palabra.




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