Sebastián
Estaba al tanto de que todo estuviera en orden, quería que nuestra cena salíera bien, es algo que ella se merecía y por ende debía ser tratada como tal, mi reina.
Andrés se encontraba en el restaurante dejando todo preparado, tenía un sorpresa para ella, por eso a cada instante debía estar pendiente al celular.
La vi bajar con ese vestido azul y sin duda había sido la mejor opción, se veía hermosa. De lo tan embobado que estába hasta en pijama la encontraba preciosa, y como no si tenía un cuerpo de infarto, apesar de sus cambios.
El celular vibraba, note que era Andres, diciéndome que ya estába todo listo y por tanto se iba a retirar a su casa.
-Contesta puede ser importante ---dijo fríamente, me pareció raro su actitud sin embargo la dejé pasar.
-¿Qué no piensas contestar? ---volvio a decir, entonces la mire y notaba molestia en su cara.
-¿Qué pasa que estás tan enojada? ---pregunté directamente
-Nada que va a pasar ---dijo mirándome, entonces note que ella estaba pensando que talvez otra persona me tenía entreteniddo, y su maravillosa mente lo asoció con una mujer.
-No me digas que estás celosa nena ---dije con una sonrisa
Ella solo me miró y después fijó su mirada en la vista de los ventanales, entonces sabía cuál era su enojo. Me acerque lentamente a ella y la abrace desde atrás, le di un beso en su cabeza y hablé...
-No te preocupes princesa soy todo tuyo ---dije con broma y ella soltó una carcajada.
-Bueno nena andando que una cena nos espera ---dije mientras salimos de casa con los dedos entrelazados, era la primera vez que la llevaba así hasta al auto, quería que sea una noche única.