Gaby
Había pasado el tiempo y ya iba por la quinta sesión, por supuesto que habían días buenos y malos, y con ello discusiones y reconciliaciones con mi esposo.
Hoy él me había levantado con su cara entre mi coño, me dió una maravilloso sexo oral y después tuvimos una buena faena, incluso hasta llegamos tarde a la empresa porque nos habíamos retrasado bastante.
Cada día aprendíamos en el proceso, también sabía que solo me faltaban tres quimio más y se terminaba el proceso. Una vez terminado el proceso tenía que hacerme exámenes, esperábamos que está vez los resultados fueran favorable, cada día le pedía a Dios que me dé una nueva oportunidad, tenía un sueño por cumplir y ese podría estar próximo según el veredicto final.
Nuestras familias cuando se enteraron que estábamos llevando nuestro matrimonio como debía ser, fueron los más felices, por supuesto mi mejor amiga la mas emocionada, aún nadie sabía sobre mi enfermedad y era algo que nos reservabamos hasta el final.
Si teníamos pensado decirles pero yo había tomado la decisión de comentarles al terminar totalmente el tratamiento, bueno mi esposo me apoyaba, aunque siempre me dijo que no estaba de acuerdo, sin embargo lo hacía.
Siempre ha sido muy incondicional conmigo, amoroso y detallista, por supuesto cada acción me iba enamorando más.
Ahora sí nos presentabamos en la empresa como los esposos que éramos, llegabamos agarrados de las manos y varias veces nos robabamos uno que otro beso, no nos encondiamos de nadie.
Un día si tuvimos una fuerte discusión porque su ex se había presentado en la empresa armando semejante escándalo y por supuesto no me dejaba bien parada con todo lo que mencionaba.
Ese día por primera vez me enoje tanto y le di una cachetada, nos gritamos y nos dijimos cosas bien fuera de lugar. Esa pelea nos duro una semana, ninguno hacia el intento por acercarse, pero el siempre me acompañaba a las quimios, a pesar de que no me hablará estaba ahí conmigo sosteniendome de la mano.
Para reconciliarnos tuve que armar una cena para nosotros, por supuesto que para suavizar la situación me puse una lencería roja. Entonces una cosa llevó a otra y terminamos haciendo el amor en el sofá frente a la vista de los ventanales.
Hoy había amanecido con un humor que ni yo mismo me soportaba y era porque me había llegado el mes, entonces las consecuencias las pago mi querido esposito una vez que ingresó por mi oficina.
Todos los días venía a verme y entonces siempre supe que algún día iba a explotar, dado que aveces sentía que no me dejaba respirar tranquilamente.
-Amor ya comiste, te sientes bien, no has presentado algún dolor ---preguntó mirándome, entonces me saco de control.
-Ya me tienes arta, déjame en paz, dejame respirar ---grite mientras lanzaba las cosas de la oficina, hoy no había tenido un buen dia y todo desde que recibí una llamada no muy grata.
Entonces el me miró como si yo estuviera loca, solo sonrió y negaba con la cabeza.
-Voy hacer como que no he escuchado nada ---dijo mientras salía y cerraba la puerta muy fuerte.
Después de varios minutos me tranquilice, últimamente no la estaba pasando bien y eso él lo sabía. Entonces al terminar mi jornada laboral me dirigí a casa, está vez llegué sola en mi carro, cuando lo fui a buscar a su oficina su asistente me mencionó que había salido.
Ese día cene sola, Minnie estaba entre mis piernas buscando que le haga mimos, pasaron muchas horas y Sebastián no aparecía. Yo me encontraba sentada en el mueble de la sala esperándolo para hablar y pedirle disculpas.
En la espera me dormí, el aún no llegaba, no quise pensar mal pero él no estaba colaborando, me lo imaginaba con una mujer haciendo lo mismo que hacía conmigo, entre tanta pensadera me dormí.
Sentí el timbre tocar y me levanté, entonces por la puerta entraba Andrés con Sebastián que estaba totalmente borracho.
-Gaby lo siento por traerlo así, pero él se salió de control. ---dijo mirándome apenado.
-No te preocupes yo me hago cargo, pero necesito que me ayudes a llevarlo hasta la habitación yo sola no voy a poder ---le dije y fue así como lo subimos hasta la habitación.
-No se que habrá pasado entre ustedes pero espero que se conversen y arreglen todas sus diferencias ---dijo con una sonrisa, misma que correspondí.
Lo acompañe hasta la puerta y ví como se iba en su auto, entonces volví a subir hasta la habitación y ayude a quitarle la ropa a Sebastian, se me dificultaba un poco porque era bien pesado, sin embargo pude y lo deje en boxer con el torso al descubierto.
-Perdoname amor ---dijo él entre balbuceos, trataba de enfocar su vista a hacía mi pero el sueño lo vencia.
-Mañana hablamos amor, duerme ---dije, entonces estaba por dirigirme a apagar las luces y el me agarró por la mano.
-Duerme conmigo por favor, no te vayas ---dijo, yo solo suspiré, era la primera vez que lo había visto en este estado.
-Solo voy a apagar las luces y vuelvo contigo sí ---dije
Entonces ingresé a la cama, yo me puse casi que a la orillas, no sabía si él me quería cerca, es por eso que trate de ponerme lo más lejos posible. Pero él no pensaba así, porque lo sentí pegarse a mi espalda y agárrarme fuertemente por la cintura, hasta que lo sentí tranquilo, supe que se había quedado dormido y en el trascurso yo también me quedaba dormida.