Embarazo de Lucía
Tenía días que me sentía muy mal, vomitaba todo lo que comía y me sentía muy hinchado los senos. De primer momento nunca sospeche nada, además sentía que talvez me había caído mal la comida del restaurante.
Sin embargo lo deje estar, pasaron los días y se supone que me debía llegar el periodo, pero asumi que talvez se me había atrasado, pues mi regla nunca era regular.
Mientras hacíamos el amor con mi esposo, sentía sensibilidad en los senos, asumí que talvez era producto de la atención que se les estaba dando en el momento.
Los días continuaron con normalidad, mientras nos arreglabamos para salir a pasear y conocer Italia, Sebastián me dijo...
-Amor, como que te han crecido los senos y las caderas no crees ---dijo mientras me miraba por el espejo, el ya estaba totalmente arreglado y solo se estaba poniendo perfume, mientras que yo luchaba con cerrar los botones del vestido.
-Talvez estoy subiendo de peso, no me estoy cuidando en este viaje, al regreso me pondré en ello ---dije
Mientras revisaba la aplicación que llevaba mis controles menstruales ví que tenía un atrasado de cuatro semanas, entonces me dirigí a comprar tres pruebas a la farmacia, tenía que salir de duda, nunca le mencioné nada a Sebastián y justo había aprovechado que se encontraba dormido.
Mientras estaba en la farmacia del centro comercial comprando las pruebas, dije que debía hacermelas en el baño de aquí, no iba a poder hacerlas en el hotel con Sebas.
Fue así como entre e hice el respectivo procedimiento, después de cinco minutos tenía que ver las pruebas, me acerque lentamente a ellas y todas decían positivo. Inmediatamente lágrimas de felicidad se deslizaron por mi mejillas, salí del baño y me dirigí a una tienda de bebé para comprar un overol y algunas cosas más, tenía pensado darle la sorpresa el día de su cumpleaños, entonces fue así.
Los meses pasaron y con ellos el embarazo estaba avanzado, sabíamos que íbamos a tener una nena, era una felicidad para ambos. Sin embargo los achaques y antojos fueron lo peor, aveces me levantaba a las tres de la mañana a despertar a Sebastián para que me buscará comida, él con cansancio y todo se levantaba, jamás se quejo de nada.
Cumplí los ocho meses con tres semanas y mi princesa estaba por desesperada en nacer, entonces nació un 05 de octubre a las 4:00 a.m.
Toda la familia estaba emocionada, mi princesa Lucía era la niña más amada por todos y definitivamente la niña de papá.
Era idéntica a mi, pero tenía los preciosos ojos de su padre. Era una niña muy tranquila solo lloraba cuando quería comer o tenía que cambiarla, porque de allí ella no molestaba.
-Princesa mía te amo con mi vida al igual que a tu mamá, ustedes son mis razones de existir ----dijo mi esposo mientras la mecía para hacerla dormir
-Sin embargo debo decirte que no tendrás novio hasta los cuarenta años, te mandaré a un internado ---dijo y mi niña solo balbuceaba, yo inmediatamente hice presencia con una sonora carcajada.
-Los amo ---dije mientras me acercaba a ellos y los abrazaba, sentí un beso en mi cabeza y era él, siempre fue él.