Nuevo Amanecer: Noches de Masacres

Nuevo Amanecer: Noches de Masacres capitulo 8

Nuevo Amanecer: Noches de Masacres

Capítulo 8: El Silencio de Leslie

Kael y Jessica se dirigieron a la oficina de Leslie, ubicada en el pequeño ayuntamiento de Nuevo Amanecer. El edificio, de piedra y madera, parecía resistir estoicamente el paso del tiempo y las inclemencias del invierno.

Al llegar, encontraron la puerta abierta. Leslie estaba sentada tras su escritorio, con la mirada perdida en un punto lejano. Parecía agotada y preocupada.

"Leslie", dijo Kael suavemente. "¿Estás bien?"

Leslie levantó la vista, sobresaltada. "Kael, Jessica... ¿Qué los trae por aquí?"

"Necesitamos hablar contigo", respondió Kael. "Sobre lo que está pasando en el pueblo."

Leslie suspiró y se recostó en su silla. "Lo sé, Kael. Es horrible. No puedo creer que algo así esté sucediendo en Nuevo Amanecer."

"Necesitamos tu ayuda", dijo Jessica. "Conoces este pueblo mejor que nadie. ¿Has notado algo extraño últimamente? ¿Algún conflicto, alguna tensión... algo que pudiera haber desencadenado todo esto?"

Leslie guardó silencio por un momento, pensativa. Luego, negó con la cabeza. "No lo sé", dijo. "Últimamente todo ha estado tranquilo. No ha habido problemas importantes."

Kael frunció el ceño. "¿Estás segura, Leslie?", insistió. "Incluso el más mínimo detalle podría ser importante."

Leslie negó con la cabeza. "Lo siento, Kael. No he notado nada fuera de lo normal."

Kael suspiró. Era frustrante. Parecía que no iban a obtener ninguna ayuda de Leslie.

"Gracias, Leslie", dijo Kael. "Sentimos molestarte."

Kael y Jessica se despidieron de Leslie y salieron del ayuntamiento. La nieve seguía cayendo, cubriendo el pueblo con un manto blanco y silencioso.

"¿A dónde vamos ahora?", preguntó Jessica.

Kael se detuvo un momento, pensativo. "No lo sé", respondió. "Pero está claro que tenemos que encontrar otra forma de descubrir la verdad. Leslie no nos ha dado nada. Tendremos que investigar por nuestra cuenta."

"¿Qué sugieres?", preguntó Jessica.

"Creo que necesito ir a casa y pensar en todo esto con claridad", respondió Kael. "Necesito un respiro. Tal vez, con la mente despejada, pueda ver algo que ahora estoy pasando por alto."

Kael se despidió de Jessica y se dirigió a su cabaña, dejando atrás el pueblo cubierto de nieve y un misterio que parecía hacerse cada vez más profundo.




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