Nuevo Amanecer: Noches de Masacres capitulo 9

Nuevo Amanecer: Noches de Masacres

Capítulo 9 (Nocturno)

Kael llegó a casa con el cuerpo pesado y la mente aún más. Se dejó caer en el sofá, sintiendo cómo los músculos se relajaban poco a poco. Pero el sueño no llegaba. Las imágenes del día, las tensiones, las preguntas sin respuesta... todo se arremolinaba en su cabeza, impidiéndole descansar.

Finalmente, cuando ya creía que iba a lograr conciliar el sueño, un golpe seco en la puerta lo sobresaltó. Se levantó de golpe, con el corazón latiendo con fuerza. ¿Quién podría ser a esas horas?

Se acercó a la puerta con cautela y la abrió. La oscuridad lo recibió con un silencio sepulcral. No había nadie. Ni una sombra, ni un susurro. Sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Se volteó para cerrar la puerta, pero entonces lo vio. Detrás de él, en medio del salón, se alzaba una criatura grotesca. Era enorme, una mezcla abominable de lobo y humano. Sus ojos brillaban con una luz rojiza y su pelaje oscuro parecía absorber la poca luz que entraba por la ventana.

El terror lo invadió por completo. Kael retrocedió, tropezando con sus propios pies. Corrió hacia su habitación, buscando desesperadamente su rifle. Lo agarró con manos temblorosas y apuntó a la criatura.

Apretó el gatillo, pero solo escuchó un chasquido seco. El arma falló. La criatura se abalanzó sobre él con un rugido salvaje.

Y entonces, Kael se despertó.

Estaba empapado en sudor, con el corazón latiendo a mil por hora. La respiración se le entrecortaba y sentía un nudo en el estómago. Miró a su alrededor, buscando la criatura, pero solo encontró la oscuridad de su habitación.

Fue solo una pesadilla, se dijo a sí mismo. Pero el miedo seguía ahí, aferrado a su cuerpo como una garrapata. La imagen del lobo humanoide seguía grabada en su mente, tan real como si lo hubiera tenido delante.

Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana. Miró hacia el pueblo, buscando alguna señal de peligro. Pero todo estaba en calma. Demasiado en calma.

Kael sabía que esa pesadilla era una advertencia. Algo malo estaba a punto de suceder en Nuevo Amanecer. Y él tenía que estar preparado.