Nuevo Amanecer: Noches de Masacres

Nuevo Amanecer: Noches de Masacres capitulo 12

Nuevo Amanecer: Noches de Masacres

Capítulo 12: El Vacío de la Búsqueda

La caída de Kael sumió a los aldeanos en un silencio sepulcral. Ver al hombre en quien más confiaban, derrumbado de esa manera, les hizo sentir que toda esperanza se había perdido. El miedo se intensificó, y la histeria colectiva amenazaba con desbordarse.

Jessica, con el corazón lleno de angustia, se acercó a Kael y lo ayudó a levantarse. Lo miró a los ojos, transmitiéndole fuerza y determinación. "No podemos rendirnos ahora", le dijo con voz firme. "Tenemos que descubrir qué está pasando y cómo detenerlo".

Kael, sintiendo el apoyo de Jessica, respiró hondo y asintió. Sabía que ella tenía razón. No podía permitirse el lujo de desfallecer. Tenía que encontrar la manera de proteger a su pueblo, aunque eso significara enfrentarse a lo desconocido.

Juntos, decidieron que lo primero era investigar la casa de la alcaldesa Leslie. Tal vez, en medio del caos y la sangre, pudieran encontrar alguna pista que les ayudara a entender lo que había sucedido.

Con cautela, se dirigieron a la casa, seguidos por un pequeño grupo de aldeanos valientes. Al entrar, la escena seguía siendo igual de espeluznante que antes. El cuerpo de Leslie yacía en el suelo, rodeado de sangre y horror.

Mientras los demás observaban con repulsión, Kael y Jessica comenzaron a buscar pistas. Examinaron cada rincón de la habitación, cada objeto, cada detalle. Buscaron desesperadamente algo que les diera una idea, una señal, cualquier cosa que explicara la brutalidad del asesinato y la extraña situación que los mantenía atrapados en Nuevo Amanecer.

Revisaron cajones, voltearon muebles, escudriñaron debajo de la cama, pero no encontraron nada. La casa de Leslie parecía guardar silencio, negándose a revelar sus secretos. No había cartas, ni diarios, ni objetos extraños, nada que pudiera arrojar luz sobre lo que estaba sucediendo.

Después de horas de búsqueda infructuosa, Kael se sentó en una silla, derrotado. Se pasó las manos por el pelo, con frustración.

"No entiendo nada", murmuró. "No hay nada aquí. ¿Qué se supone que hagamos ahora?"

Jessica se acercó a él y le puso una mano en el hombro. "No lo sé, Kael", respondió con voz suave. "Pero no podemos perder la esperanza. Tiene que haber una explicación para todo esto. Tenemos que seguir buscando, seguir intentándolo".

Kael la miró a los ojos, buscando en ellos una respuesta, una señal de esperanza. "Pero ¿dónde buscamos?", preguntó con desesperación. "Hemos revisado toda la casa. No hay nada".

Jessica reflexionó por un momento. "Tal vez estamos buscando en el lugar equivocado", dijo finalmente. "Tal vez la respuesta no está aquí, sino en otro lugar. Tal vez deberíamos hablar con los ancianos del pueblo. Ellos conocen la historia de Nuevo Amanecer, sus leyendas, sus secretos. Tal vez ellos puedan darnos alguna pista".

Kael asintió, sintiendo un rayo de esperanza. "Tienes razón", dijo. "No podemos descartar ninguna posibilidad. Hablaremos con los ancianos. Tal vez ellos puedan ayudarnos a desentrañar este misterio".

El vacío de la búsqueda en la casa de Leslie resonaba en sus corazones, amplificando el miedo y la incertidumbre que se cernían sobre Nuevo Amanecer. Pero la conversación con Jessica había reavivado una chispa de esperanza. Sabían que la tarea que tenían por delante era difícil, pero estaban decididos a no rendirse. Juntos, enfrentarían lo que fuera que estuviera acechando en la oscuridad, y harían todo lo posible por salvar a su pueblo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.