CAPITULO VII: UNA DULCE ESPERANZA

Me cubrieron el rostro y me empezaron a mover y a llevarme por gran parte del edificio, me hicieron bajar y de ahí me subieron a un auto, las personas que me llevaban en su mayoría eran mujeres, podía escuchar sus voces mientras hablaban sobre donde llevarme, una de ellas dijo que me llevarían al cuarto de los lamentos según ella, otra más dijo que en lo que Lucia reacomodaba su nuevo hogar que me llevarán a las orillas de la ciudad en donde tienen sus escondites, Alejandra estaba entre ellas, pues escuchaba su voz también, llegó a opinar incluso sobre a donde llevarme, dijo que estaba bien que me llevarán a la antigua iglesia de Lucia, lugar donde esta abandonado completamente, pero algo que me llamó la atención de eso fue que todas decían que estaba debajo de otra iglesia, esto me hizo recordar que la única iglesia que podría estar arriba de su iglesia sería la de Mariela, pues según yo es la única que esta bajo tierra a no ser que exista otra iglesia, la mayoría opto por esta opción y llamaron a Lucia para preguntarle a lo que solo escuche el "Como deseen niñas" una fuerte risa sonó en todo el automóvil, todas comenzaron a reirse mientras escuchaba que aceleraban el automóvil, estaba un poco asustada de esto, no se que encontraré ahí y peor aún, que es lo que me van a hacer, solo espero y mis amigas se encuentren bien y no estén sufriendo por mis errores. No me quedé callada del todo, pues en un momento rompí el silencio diciendo "Que piensan hacerme a mi y a mis amigas?" Nadie me contesto, solo se reían mientras decían "La desgraciada cree que le ira bien" Esto no era una buena señal, supongo que lo primero que harán será golpearme o peor... Quería que me quitaran esta bolsa que tenia en la cabeza, por lo menos para ver a donde me llevaban, nadie me hacia caso y peor era mi suerte pues al seguir hablando solo me golpeaban con lo que parecen ser armas, escuchaba como sus cartuchos sonaban, lo poco que veía era un panorama borroso y amarillo por la bolsa que tenía puesta.

Llegamos a lo que parece ser el destino, escuche que me abrieron la puerta, de ahí me azotaron al suelo cayendo de boca al suelo, tenía mis piernas amarradas con cadenas, mis manos tenían un alambre de púas, sentía como se pinchaban en mis muñecas, me pedían que avanzará rápido, no veía nada, mi vista se oscureció por completo al entrar a este lugar, era un edificio en ruinas ya que al entrar pise lo que parecen ser vidrios y escombros, abrieron una puerta y me hicieron bajar al desnivel, cayendo nuevamente de boca al piso, podía saborear mi sangre saliendo de mis labios cada vez que me caía, me levantaban con el alambre y este mismo lo ajustaban a modo que me incrustaban las púas de fierro en mis manos y muñecas, era demasiado mi dolor a tal grado de gritar, las cadenas también las ajustaban y me impedían dar pasos grandes y largos, solo podía moverme lentamente, estas mujeres solo se reían mientras me daban golpes en la espalda y me tiraban al suelo, caminamos varios metros hasta llegar a otra puerta, escuché que la abrieron, creo que era una puerta vieja, sus chillidos eran fuertes, me empujaron y esta vez caí de rodillas, lastimandome las piernas, eran escaleras y a la vez un terreno en bajada, las mujeres por simple diversión me arrojaron fuertemente al suelo y este al ser tierra en bajada empecé a caerme resbalando por todo el terreno, di varias vueltas hasta que por fin llegue al piso, me di un fuerte golpe en la cabeza y mis piernas se debilitaron así mismo mis manos ya no las sentía por el dolor de este alambre, creo que moriré antes que pueda ver la ciudad destruida o salvada, quien me podrá ayudar ahora que se que todo esta perdido, escuche que tardaron en bajar, estaban atacadas de risa, solo escuchaba sus carcajadas mientras yo solo esperaba en el suelo a que llegarán, el ambiente era frío, húmedo y obscuro, tenía miedo pero a la vez estaba tranquila, quizás podré estar en un horrible lugar pero almenos estoy con estas mujeres psicópatas, puedo llevar el control de eso. Me volvieron a poner de pie pero esta vez ya casi no podía sostenerme, una de ellas me dijo que si no podía que les dijera para que me llevarán arrastrando, pensé que iba a ser una arrastrada común así que acepte, mi peor error... Me tomaron de los pies, con las cadenas demasiado ajustadas y me empezaron a arrastrar al destino donde me tendrían, creí que me llevarían de las manos, pero mi suerte fue peor, al llegar a este lugar misterioso, escuche a una abrir la puerta, sonaba grande, escuche a otra mujer decir "Y bueno, ¿En donde la vamos a dejar? Y quien se quedará con ella?" A lo que una de ellas respondió "Yo me quedare aquí, ustedes vayan de nuevo con Lucía y busquen a los compañeros, dijo Lucia que tendríamos una reunión en el palacio federal a las 12 am, yo ya se lo que dirá y de lo que tratara esa charla, ustedes no, vayan, yo me encargare de matar psicologicamente a esta bastarda" otra mujer se interpuso diciendo "Aja si claro, deberíamos de ser dos las que cuiden a ella, como se que podrás neutralizarla si intenta escapar?" La mujer que se iba a quedar escuche que se acercó a ella, le dio un golpe y dijo "No tengo porque tener una guardaespaldas aquí, puedo estar aquí y defenderme de todo sin la necesidad de tener alguien mas" la otra mujer solo se quedó callada, después de esto escuche que empezaron a retirarse todas las que me habían traído a este lugar, una incluso le dijo "Cuídala, Lucia la quiere con vida para su próximo ritual" de ahí escuche que cerraron la puerta.

La mujer que se había quedado me tomó de los brazos y diciendo "Maldita perra pesas demasiado aún para tu fisico" me sentó en lo que parece ser una banca de iglesia, la distinguí por su longitud tan estirada se sentó junto a mi y me comenzó a hacer diversas preguntas y a conversar con ella.

– Cuál es tu nombre y dime, ¿llegaste a tener algún contacto com su enemiga?. Una pregunta sin sentido pero a la vez entendí su intensión, tomé algo de aire y le respondí.