Nuevo Miembro En La Tripulación - Terminada

Capítulo 70

El sol brillaba cálido sobre la cubierta del barco, la brisa marina era perfecta, y el sonido de las olas chocando suavemente contra el casco se mezclaba con la risa de mis nakamas. Habíamos montado una pequeña celebración improvisada, una especie de bienvenida oficial, no solo por haber encontrado a mi hermano, sino también por mi integración definitiva en la tripulación. Sanji había traído una gran variedad de aperitivos, frutas frescas, platillos deliciosos y, por supuesto, sake y zumos. Entre todos organizamos unas mesas con decoraciones sencillas pero animadas, y pronto el ambiente se llenó de música, conversación y carcajadas.

Sentada junto a Zoro, observé con una sonrisa cómo Luffy devoraba sin piedad una bandeja entera de carne mientras Usopp peleaba con él por la comida. Nami y Robin bebían relajadas, disfrutando de la charla, mientras Franky y Brook discutían sobre la posibilidad de construir una pista de baile en la cubierta. Todo se sentía tan natural, tan acogedor, como si este barco siempre hubiera sido mi hogar.

En algún punto de la conversación, mi atención se desvió a la jarra de sake de Zoro, que él sostenía con total familiaridad, bebiendo con calma como siempre.

—Déjame probar.

Él me miró de reojo, sin dejar de beber, y arqueó una ceja con expresión desafiante.

—No lo aguantarás, ya viste lo que pasó la última vez.

—Solo un sorbo —insistí, tendiéndole la mano—. Prometo no emborracharme.

Zoro suspiró, rodó los ojos y, tras unos segundos de duda, me dio su jarra. Tomé un trago, lo justo para cumplir mi palabra, pero en cuanto el líquido ardiente recorrió mi garganta negué con la cabeza. Seguía sin entender como podía beberlo como si fuera agua.

—¡Cómo quema! —gruñí con la voz rasposa mientras le devolvía la jarra.

Zoro soltó una carcajada baja y burlona.

—Te lo dije.

Poco después seguimos bailando, comiendo y disfrutando de la compañía del otro. En algún punto de la noche, Luffy se puso en pie con una sonrisa enorme y alzó su vaso.

—¡A Miyu y Zoro! —exclamó, captando la atención de todos—. A los hermanos que volvieron a encontrarse y a nuestra nueva nakama. ¡No quiero perder a nadie en mi tripulación, así que más vale que se queden con nosotros para siempre!

Las palabras, aunque simples, me tocaron más de lo que esperaba. Luffy tenía esa extraña habilidad de decir cosas que te llegaban al alma sin siquiera darse cuenta. Nos miré a todos y sentí una calidez en el pecho. Esto... esto era felicidad.

—¡Por Miyu y Zoro! —gritaron los demás al unísono, alzando sus vasos y brindando con entusiasmo.

La conversación continuó con bromas y comentarios sobre el futuro.

—Por suerte seguimos siendo jóvenes —dijo Robin con su tono pausado y elegante—. Tenemos toda una vida por delante.

—¡Exacto! —secundó Usopp con emoción—. Nos esperan más aventuras, momentos únicos, tristes, inolvidables, felices...

—¿Quién sabe? —intervino Sanji con una sonrisa de lado mientras daba una calada a su cigarro—. Quizás incluso encontremos el amor.

Giré la cabeza hacia Zoro con una sonrisa juguetona y él me devolvió la mirada con calma, hasta que, de repente, entrecerró los ojos y habló con total seriedad.

—Tú no puedes enamorarte.

Le miré, sorprendida al principio, y luego reí divertida.

—¿Ah, no? ¿Vas a hacer el papel de hermano mayor sobreprotector?

—Exacto —asintió sin dudarlo—. No hay persona que esté a la altura de mi hermana.

—Oh, vamos, ya veremos —dije alzando las cejas con desafío.

—No.

—Sí.

Me incliné ligeramente hacia él, con una sonrisa traviesa en los labios, y susurré lo suficientemente alto para que me escuchara.

—Pues lo haré a escondidas. Traeré a esa persona a mi cuarto y cerraremos la puerta.

Zoro se quedó paralizado por un segundo. Su rostro pasó de la calma absoluta a una expresión de horror antes de que se pusiera en pie de golpe.

—¿¡Cómo!? ¿A tu cuarto? ¿Cerrando la puerta? ¡Sobre mi cadáver!

Apenas me dio tiempo de soltar una carcajada antes de salir corriendo entre las mesas, esquivando platos y a los demás, que observaban la escena entre risas. Zoro fue tras de mí de inmediato, moviéndose con la agilidad de un cazador, pero yo era más pequeña y rápida, lo que me permitía colarme entre los obstáculos con facilidad.

—¡Miyu, vuelve aquí ahora mismo!

—¡Tendrás que atraparme, Yoyo!

—¡No me llames así delante de estos idiotas!

El resto de la tripulación nos animaba entre carcajadas.

—¡Corre, Miyu! ¡No dejes que te atrape! —gritó Usopp entre risas.

—¡Zoro, no puedes hacer nada contra el amor de tu hermana! —bromeó Nami, riendo.

—¡Yo me encargo de proteger a Miyu-chan de este bárbaro! —intervino Sanji con dramatismo, poniéndose en pose de caballero.

—¡No te metas, Ero-cook!

La persecución continuó por la cubierta, entre sillas volcadas, bandejas que casi caían al suelo y gritos de emoción. No importaba cuánto me persiguiera, en el fondo ambos sabíamos que esto era un juego. Un juego que simbolizaba todo lo que habíamos recuperado.

Este tiempo había sido difícil, lleno de miedos, complicaciones y sufrimiento. Pero ahora, en este momento, rodeada de mis nakamas y con mi hermano a mi lado, sentía que estaba en el mejor lugar posible.

Y mientras corría con Zoro pisándome los talones, riendo como no lo hacía desde que era una niña, supe con certeza que, sin importar qué pasara en el futuro, nunca volvería a estar sola.

- FIN -

¡AQUÍ TERMINAMOS ESTA MARAVILLOSA AVENTURA!

¡Han sido años con esta historia y ahora (2-04-2025) conseguí reescribirla, la original tenía 10 años y estaba muy mal descrita, momentos cringe jajajaja entre otros, asi que ahora está reescrita desde una perspectiva un poco mas madura y espero que os haya gustado!

Estoy planteándome una segunda temporada, ¿qué decís?




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