Nulla fugiat

Perplexité

No me había dado cuenta de en qué momento perdí la noción del tiempo. Levanté la mirada como si recién me estuviera despertando, aunque no recuerdo siquiera haberme recostado. Miré a mi alrededor con una extraña sensación de olvido, como si estuviera dejando algo, como si me olvidase de algo realmente importante y, a su vez, era una fuerte sensación de paramnesia, por lo que me sentía perdido en donde se suponía que era mi hogar.

Me dispuse a salir, pues quizá de esa manera mi mente se despejaría de la duda que había en mí; esa sensación de estar viviendo de nuevo algo que ya sucedió me estaba carcomiendo...

A primera vista todo parecía anormalmente normal; lo cotidiano del día me provocó escalofríos y no podía evitar pensar que todo lo que me rodeaba estaba fuera de lugar en sí...

Ni siquiera el sol parecía real...

Y conforme pasó el día, nada fuera de lo normal sucedió, al menos no que yo me diera cuenta.

Así mismo, la noche se posó sobre mí y un fuerte escalofrío comenzó a recorrer mi cuerpo; la sensación de paramnesia comenzaba a ser más fuerte una vez más...

Regresé a mi hogar mientras, por alguna razón, la noche caía más y más rápida y una repentina oscuridad se cernió sobre mí con un curioso sentimiento de desesperación. Me apresuré a cerrar las puertas y ventanas mientras, por alguna razón, mi corazón se agitaba como los minutos pasaban, y una vez que la oscuridad parecía ser total, una extraña calma y un aterrador silencio invadió todo alrededor. Era casi como si pudiese escuchar los agitados latidos de mi aterrado corazón...

Aquel silencio, aquella calma, me llamaban para que abriera un poco la puerta. La curiosidad comenzaba a invadir mi mente con la vaga idea de que algo que no era capaz de explicar estaba sucediendo afuera, algo que mi mente necesitaba ver para terminar con cada duda que albergaba mi mente. Decidido y aterrado, comencé a acercarme a la puerta; a su vez, mi mente comenzaba a doler. La fuerte sensación de paramnesia se hacía más y más presente. Fuese lo que fuese afuera, iba a terminar con aquellas dudas que atormentaban mi ya afligido y preocupado corazón

Así que...

Abrí la puerta...




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